¿Quién es Ben Harris, el arquitecto del plan económico de Biden?

Harris es el mas joven del grupo que encabezó el plan económico del candidato, un grupo que coordinó el trabajo de una red, externa e interna, de cientos de expertos en Estados Unidos.
6 Noviembre, 2020 Actualizado el 6 de Noviembre, a las 14:51
Benjamin Harris en su testimonio ante el Comité Económico Conjunto del Congreso de EU el 6 de septiembre 2018 (Imagen: Youtube)
Benjamin Harris en su testimonio ante el Comité Económico Conjunto del Congreso de EU el 6 de septiembre 2018 (Imagen: Youtube)Benjamin Harris en su testimonio ante el Comité Económico Conjunto de los Demócratas, el 6 de septiembre 2018 (Imagen: Youtube)
Arena Pública

Benjamin Harris. Este nombre no dice mucho, incluso en el mundo de los economistas al que pertenece. 

Pero este desconocido economista, graduado de la universidad de Tufts, en Massachusetts, probablemente dará mucho de qué hablar en las próximas semanas, o quizá años, una vez que Joseph Robineth Biden Jr. se convierta en el 46avo presidente de los Estados Unidos de América el 20 de enero de 2021, si las aguas electorales regresan a su cauce normal.

Ben Harris, de 43 años, es un experto en política fiscal y pensiones. Más allá de su cercanía con Biden por ser demócrata y porque fue su consejero económico y economista en jefe entre diciembre de 2014 y el final del mandato de Obama en enero 2017, a Harris se le encomendó en la campaña dar respuesta puntual a las inquietudes de los administradores de los grandes fondos de inversión y altos ejecutivos financieros, nerviosos por los planteamientos del candidato presidencial demócrata de subir los impuestos en medio de una ola recesiva.

Harris es el mas joven del grupo que encabezó el plan económico del candidato, un grupo que coordinó el trabajo de una red, externa e interna, de cientos de expertos en Estados Unidos, muchos de los cuales provenían de los gobiernos de Obama y Clinton, y a quienes se les dió instrucciones de mantener el anonimato y de trabajar bajo las sombras.

De acuerdo a una nota del New York Times (NYT) publicada en junio pasado, el asesoramiento de estos cientos de profesionales estaba coordinador por Lawrence E. Strickling, ex funcionario de Departamento de Comercio del presidente Obama. Con él, trabajaron cuatro copresidentes: Heather Boushey, la economista principal de Hillary Clinton para la campaña de 2016; "Austan Goolsbee, un ex asistente de Obama; Byron Auguste, ex diputado del Consejo Económico Nacional durante el gobierno de Obama; e Indivar Dutta-Gupta, codirector ejecutivo del Georgetown Center on Poverty and Inequality y el más joven de los líderes del grupo".

Sin embargo Biden recibe -describe en ese mismo reporte el Times- informes regulares de economistas liberales que incluyen a Jared Bernstein -ex economista en jefe de Biden en su primera etapa como vicepresidente-, Heather Boushey y Ben Harris.

El protagonismo de Harris en el círculo cercano de Biden viene de la necesidad del candidato -además de dar respuesta a los nerviosos inversionistas- de pacificar "a una ala liberal insurgente de pensadores económicos dentro del Partido Demócrata y a los líderes empresariales que aún se sienten maltratados por la administración Obama-Biden", dice el periodista especialista en política económica y fiscal del New York Times, Jim Tankersely, en una nota publicada el 2 de noviembre pasado.

La colosal tarea de impulsar la recuperación de la economía, cuando los indicadores más recientes muestran una desaceleración, a la vez que se busca una mayor igualdad económica, pasa -necesariamente- por replantear la política fiscal y el presupuesto. Una tarea que Harris tradujo en más de 500 recomendaciones específicas que envían la señal a los propios demócratas y a los escépticos de que el candidato realmente está preocupado por los demás.

"La agenda económica que Harris ayudó a elaborar incluye aumentos en los impuestos sobre la renta y la inversión para los que más ganan, impuestos más altos para las corporaciones y una variedad de aumentos en el gasto en áreas como energía limpia, infraestructura y educación superior. Si bien esos planes siguen siendo mucho menos agresivos que las ideas de impuestos y gastos de los rivales de la campaña primaria más liberales de Biden, se las ha arreglado para evitar las duras críticas de los economistas de izquierda que han presionado por aumentos de impuestos históricamente grandes para las corporaciones y los ricos", escribe Tankersely en el NYT.

Harris, un economista que ha hecho prácticamente toda su carrera en Washington, su estado natal, incluyendo al Comité de Presupuesto de la Cámara de Representantes en el que fue economista senior, se ha adentrado como pocos en el pensamiento de Biden sobre la economía. Jared Bernstein-citado por el NYT- , dijo de Harris "conoce la plataforma y la agenda actual casi mejor que nadie, excepto el propio Biden". Y luego agregó sobre Harris, "cuando yo y otros afirmamos algo" en los debates sobre políticas de campaña, a menudo terminamos la oración con 'pero es mejor que le preguntemos a Ben'".

Las recomendaciones de Harris para la agenda del candidato han ayudado a Biden a llegar a un público más amplio, incluyendo a Wall Street, convenciendo sobre la necesidad de mayores impuestos, pero envueltos en programas de más estímulos que ayudarían a las empresas y, por ende, a la productividad de la economía.

"Harris ha hablado públicamente sobre los altos déficits que plantean riesgos a largo plazo para el crecimiento. Pero su trabajo académico más reciente trata sobre un tema en el que encuentra más acuerdo con el ala izquierda de su partido: Es co coordinador de un libro sobre la desigualdad en los mercados laborales, lleno de capítulos sobre cómo el creciente poder corporativo ha afectado los salarios de los trabajadores. También podría ser un modelo para el pensamiento de Biden sobre el tema", dice Tankersely en el NYT.

En la introducción del libro coordinado por Sharon Block y Ben Harris, publicado en marzo de este año, se lee "mientras los Estados Unidos continúan luchando con el impacto de la devastadora recesión del COVID-19, los legisladores tienen la oportunidad de corregir los problemas de competencia en nuestros mercados laborales. Sin embargo, tomar las decisiones políticas adecuadas requiere un conocimiento profundo de los problemas multidimensionales a largo plazo. Eso solo se resolverá si se examinan las fallas y las oportunidades no aprovechadas en el derecho laboral y antimonopolio".

Y agregan: "Durante décadas, la competencia en el mercado laboral estadounidense ha disminuido, con el resultado de que los trabajadores estadounidenses han experimentado un lento crecimiento salarial y una disminución de la calidad del trabajo. Si bien el lento crecimiento de la productividad, la creciente globalización y la disminución de la representación sindical se citan tradicionalmente como factores de este desequilibrio histórico en el poder económico, la débil competencia en el mercado laboral también se reconoce cada vez más como un factor". Asuntos de competitividad laboral que -en el pensamiento de Harris- podrían influir en la relación comercial futura con México y Canadá.

Ben Harris -quien tiene un doctorado en economía por la Universidad George Washington, además de maestrías en la Universidad de Cornell (Economía) y Columbia (Métodos cuantitativos)- es un experimentado profesional en modelos presupuestarios y, según Rich Prisinzano, del Penn Wharton Budget Model de la Universidad de Pensilvania, citado por el NYT, esa experiencia "parece haberlo ayudado a desarrollar planes fiscales que aumentarían los ingresos a un costo económico menor que los impuestos a la riqueza, propuestos por los ex rivales demócratas de Biden -Bernie Sanders y Elizabeth Warren".

“Gravan a las mismas personas y los mismos ingresos que Warren y Sanders, simplemente que lo hacen a través del código tributario existente”, dijo Prisinzano al diario neoyorquino.

De concretarse el triunfo electoral de Biden y de llevar a Harris a la Casa Blanca, cuestión muy probable, tendría a un economista experimentado en los modelos presupuestales que elabora el Congreso, concentrado en el corto plazo en cómo aterrizar los multimillonarios estímulos fiscales en programas económicos de largo aliento, sin perder de vista el creciente déficit fiscal estadounidense; motivo de preocupación de muchos economistas.

La economía es uno de los grandes desafíos que tendrá Biden de llegar a la Casa Blanca y la política fiscal será crucial para los próximos meses. “Ben está persuadido por la evidencia. Él puede oír y escuchar", dijo Darrick Hamiton, un economista que trabajó junto a Harris, citado por el NYT.

 

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