La agresión rusa a Ucrania se extiende más de lo imaginado ¿Hasta cuándo?

Lo que se esperaba fuera una incursión de una semana, podría durar meses extendiendo los efectos económicos de la primera guerra de la década.
16 Marzo, 2022 Actualizado el 16 de Marzo, a las 08:34
El presidente de Ucrania, Volodymyr Zelenskyy, en reunión con los jefes de gobierno de Polonia, República Checa y Eslovenia el martes 15 en Kiev (Foto: president.gov.ua)
El presidente de Ucrania, Volodymyr Zelenskyy, en reunión con los jefes de gobierno de Polonia, República Checa y Eslovenia el martes 15 en Kiev (Foto: president.gov.ua)
Arena Pública

La economía global sigue en un ya largo impasse por la invasión rusa a Ucrania mientras que los inversionistas intentan responder a las preguntas de oro, ¿cuándo y cómo acabará? 

El precio del petróleo, clave para el crecimiento económico de los países pero también de la desbocada inflación mundial, se mantiene “con las manos al borde del asiento” conforme las negociaciones entre Rusia y Ucrania se desarrollan en la frontera con Bielorrusia, mismas que no dan señales claras de avance ni de retroceso, sino de una suerte de estancamiento.

Pese a sufrir una caída de alrededor de (-)22% en su precio respecto a su pico de la semana pasada, el crudo Brent -precio de referencia europeo- hiló dos semanas consecutivas por encima de los 100 dólares por barril, mientras el WTI -precio de referencia americano- se mantuvo alrededor de los 97 dólares durante el mismo periodo de tiempo, con ligeros movimientos conforme se informan el desarrollo de las discusiones diplomáticas.

Según Max Seddon, jefe de la oficina del Financial Times en Moscú, quien cita al experimentado miembro de la Duma -el parlamento ruso- Leonid Slutsky, ha habido “avances significativos” en el diálogo que podrían derivar en un próximo acuerdo en los próximos días. 

Mykhailo Podolyak, uno de los asesores cercanos al presidente ucraniano Volodímir Zelensky, también ha dicho en el mismo sentido que Slutsky que existen signos de optimismo derivados de las negociaciones pues “la Federación Rusa no ha puesto ultimátums, han escuchado detenidamente nuestras propuestas”. 

Pero las declaraciones del legislador y el asesor se vuelven poca cosa frente a las recientes declaraciones del presidente Putin acusando a Kiev de “no demostrar una seria intención de llegar a acuerdos mutuamente aceptables”, una señal completamente contraria a quienes esperan un desarrollo favorable de las negociaciones. El presidente ruso hizo estas acusaciones ante Charles Michel, presidente del Consejo Europeo.

Autoridades ucranianas han sugerido un acuerdo sobre el estatus de la península de Crimea -anexada por Rusia en 2014- y los territorios orientales de Donetsk y Luhansk podría ser “factible”, sin embargo, han negado hasta el momento una de las mayores demandas rusas, la de convertirse en un “estado neutral” y renunciar a su capacidad militar, incluída la promesa de no ingresar a la alianza militar occidental Organización del Tratado de Atlántico Norte (OTAN).

Este miércoles los dos países proyectaron optimismo en una nueva ronda de conversaciones. De acuerdo a AP, "el ministro de Relaciones Exteriores de Rusia, Sergey Lavorv, dijo que se estaba 'discutiendo seriamente' un estatus militar neutral para Ucrania, mientras que el presidente de Ucrania, Volodymyr Zelenskyy, describió las demandas de Rusia para poner fin a la guerra como 'más realistas".

Las esperanzas de un acercamiento renacieron luego de que el martes el presidente ucraniano dijera que realistamente Ucrania no podía unirse a la OTAN, como lo señala la Constitución ucraniana. En respuesta, Lavorov dijo que las palabras de Zelenskyy "da esperanzas de que podamos estar de acuerdo sobre este tema", según reporta AP. La posible entrada de Ucrania a la OTAN ha sido señalada, por mucho tiempo por Putin, como una amenaza para Rusia.

Sin embargo, mientras el diálogo se reanuda, la guerra continúa en territorio ucraniano atacando la región de la capital ucraniana, mientras que se intensifican las represalias económicas de Occidente y la salida de empresas de territorio ruso, la Federación Rusa se queda cada vez más aislada tanto física, como política y económicamente. 

No obstante, varios analistas señalan que la resistencia económica de Rusia será suficiente para soportar durante un tiempo más largo del que Occidente esperaría con sanciones de esa magnitud. Incluso, ante un fin del conflicto que no se ve en el horizonte próximo, los Estados Unidos ya comenzaron a buscar fuentes alternativas de crudo en países con los que también mantienen conflictos como Irán y Venezuela.

La campaña militar también se encuentra estancada

La solución violenta a la guerra, es decir, la toma de Kiev por parte de las fuerzas rusas tampoco es un escenario que se visualice cercano, pues la campaña militar en suelo ucraniano tampoco muestra avances territoriales claros. 

Y es que haber invadido Ucrania no está resultando tan fácil como a los rusos les hubiera gustado, ni tan rápido como las agencias de inteligencia de occidente estimaban quien considerando la brutal diferencia entre la capacidad militar de ambos países, tanto en número de tropas como de vehículos y armamento, esperaban que la capital cayera en una sola semana.

Incluso cuando la brutalidad de los bombardeos rusos ha alcanzado “un nivel similar al de Grozny [la capital de Chehenia] durante los años 1999-2000” las fuerzas de invasión han fallado en conseguir sus objetivos militares en los primeros días lo que anticipa una guerra mucha más larga y destructiva, señaló Michael Kofman, experto en Rusia del Centro de Análisis Naval con sede el Washington D.C. 

Algunos expertos como Kofman señalan que el error ruso es una combinación de dos principales factores. Por un lado, una inesperada y subestimada respuesta defensiva y resistencia ucraniana y por el otro, una clara desorganización del ejército ruso quienes no fueron tan eficaces como los pintaba el aparato de propaganda oficial. 

Otros por el contrario, opinan que el Kremlin ha decidido no desatar el poder total de su máquina de guerra para tomar la capital con el menor daño posible, tanto para evitar “mala publicidad” con una Kiev hecha añicos frente a Occidente, y además evitar exacerbar aún más el odio de los ucranianos una vez que iniciara la ocupación del país. 

Pero incluso en este escenario, la guerra no acabaría propiamente, pues iniciaría un periodo de contrainsurgencia que podría ser más costoso y difícil de controlar que la ocupación estadounidense de Irak, señaló en una entrevista con The Atlantic el excomandante de las fuerzas estadunidenses de invasión a ese país, David Petraeus.

Anthony Blinken, secretario de Estado de los Estados Unidos también ha afirmado que de una u otra manera, Ucrania terminará “ganando” con el paso del tiempo, aunque no sea en estos momentos.  

No puedo decirte cuánto durará esto. Pero la idea de que Rusia pueda someter la voluntad de 45 millones de personas quienes están peleando ferozmente por su futuro y libertad, lo que incluye que Rusia quite sus manos de Ucrania, dice mucho” comentó en entrevista para la BBC. 

Sin embargo, Blinken también advirtió una de las principales preocupaciones de los analistas internacionales: que la guerra se extienda más allá de la fronteras ucranianas o la OTAN decida intervenir militarmente. La posibilidad se ha vuelto más real en las últimas semanas conforme los Estados Unidos han movilizado misiles a Polonia así como los rusos al otro lado de la frontera. 

Un escenario de confrontación entre el bloque militar con Rusia no sólo agravaría el conflicto debido al gasto militar y la escalada de sanciones, también podría significar una destrucción casi total de Ucrania y daños a otros países de la región como Bielorrusia, Polonia, los países bálticos entre otros, un escenario similar al vivido durante la intervención de la alianza en la Guerra de los Balcanes durante los años 90.