Liberar algoritmo de Twitter no es tan fácil como plantea Musk y facilitaría la manipulación: expertos

Después de la propuesta de Elon Musk de abrir el código de Twitter expertos analizan los contrapuntos informáticos, así como políticos.
22 Abril, 2022 Actualizado el 22 de Abril, a las 20:11
Además de ser simplista, la propuesta de Musk no es realista y se presta a manipulación de la plataforma, dicen expertos. (Foto:Pexels)
Además de ser simplista, la propuesta de Musk no es realista y se presta a manipulación de la plataforma, dicen expertos. (Foto:Pexels)
Arena Pública

Elon Musk propuso recientemente convertir Twitter en una plataforma de código abierto y compartirlo públicamente en defensa de la “libertad de expresión”. Sin embargo, varios expertos afirman que es difícil de lograr y que facilitaría la manipulación de la plataforma a conveniencia.

El actual accionista mayoritario de Twitter desglosó su propuesta para modificarlo en la TED Talk del 14 de abril en Vancouver, haciendo hincapié en que su principal objetivo es transformarla en una plataforma inclusiva y de libertad de expresión donde todos puedan decir lo que quieran, siempre y cuando sea dentro de los límites de la legalidad.

Dentro del planteamiento de Musk, la red social abriría su código, es decir, lo compartiría por medio de GitHub (una plataforma para desarrollar códigos en conjunto) de manera que cualquiera que lo desee pueda verlo y también Twitter haría del conocimiento público su funcionamiento. Es decir, declararía de manera transparente los criterios del algoritmo para promover, degradar o eliminar una publicación de los feeds.

Luego, la plataforma también implementaría un botón para editar los tweets (con su respectivo historial de cambios igualmente abierto), para que los usuarios puedan modificar sus publicaciones de acuerdo con estos criterios y obtener la promoción deseada, o en todo caso, conocer por qué su tweet está siendo sancionado.

Musk con esto aboga por la “democracia y la libertad”. Desea que en Twitter las personas tengan el derecho de escribir sus opiniones, aun cuando resulte desagradable para otras. El accionista mayoritario afirma que para él esta es la “máxima señal de la libertad de expresión”.

Con lo anterior, según Musk, garantizaría la transparencia de la empresa para el beneficio de los usuarios y les aseguraría que el algoritmo no responde a ciertos intereses políticos. El único límite sería la legalidad: el algoritmo no permite ni permitirá discursos de odio, amenazas, noticias falsas ni incitación a la violencia.

Sin embargo, cuando se le preguntó sobre cómo se programaría ese límite en términos informáticos y en quién recaería semejante responsabilidad, el CEO de Tesla y SpaceX no respondió de manera clara. Confesó que a pesar de no tener respuestas actualmente, buscaría ante todo evitar que la gente se sienta censurada injustificadamente o que el algoritmo responda a una agenda política.

Los retos de liberar el algoritmo de una red social

Varios expertos no están de acuerdo con Musk. Analistas consultados por The Washington Post afirman que además de ser simplista, su propuesta no es realista ni considera varios factores importantes en cuanto a la parte informática.

Con el gran crecimiento de la red social, el software que impulsa los motores de recomendación se ha vuelto tan extenso y complejo que una persona no podría analizar los miles de millones de datos que lo alimentan. Incluso la misma empresa no comprende totalmente su funcionamiento, asegura Nick Seaver, investigador de algoritmos de motores de recomendación.

Un exempleado anónimo de Twitter confesó para el artículo del Post que la empresa ya reconocía su desconocimiento sobre el funcionamiento del algoritmo y que por ello se iniciaron investigaciones, que sin embargo fueron difíciles ante el constante riesgo de revelarlo con personas externas. Pues afirma que liberarlo revelaría secretos comerciales y facilitaría que usuarios malintencionados usaran la información para manipular la plataforma a conveniencia.

A propósito de la censura, los analistas citados por el artículo dicen que, así como no se conoce a profundidad el funcionamiento del algoritmo, de igual manera no se puede comprobar que existe un sesgo hacia grupos específicos de la población.

Por su parte, Vladimir Filkov, profesor de ciencias de la computación en la Universidad de California, señala que sería mucho más útil publicar las políticas que conducen al código de la plataforma y no el código como tal. Según el experto, para el usuario común "entender esas políticas sería más fácil que entender el código".

Twitter, la herramienta política de los poderosos 

Teddy Goff, cofundador y socio de Precision Strategies y exgerente de campañas digitales del presidente Obama, afirmó a Bloomberg que la propuesta de Musk se trata de una “lucha de poder” y no de una lucha por la libertad de expresión, pues él considera esta ya existe en Twitter en los límites de la legalidad.

También dice que el algoritmo “es causal”, es decir, que responde a las decisiones y hábitos de consumo de los mismos usuarios, por lo que, si ellos deciden evitar a los conservadores, el algoritmo no va a recomendar sus tweets. Entonces, no se trata de una censura “manual” por parte de las personas que operan la plataforma.

Opina que Musk busca alterar la manera en cómo se comparte y difunde la información en Twitter, y que sí tiene una agenda política detrás.

Ante la duda sobre la veracidad de esta consideración, de igual manera Goff se cuestiona si sería lo adecuado que una sola persona (independientemente de su agenda) decidiera cómo se distribuye la información y dominara la totalidad del discurso.

El movimiento de Musk muestra cuán vital se ha vuelto Twitter durante sus 16 años para la difusión y el análisis instantáneos de información política y de negocios, apunta también un reporte de Axios.

Tan sólo en las últimas semanas, Volodymyr Zelensky, presidente de Ucrania, ha utilizado la plataforma para enviar mensajes al mundo y presionar al presidente Biden y a otros líderes para solicitar ayuda. Incluso años antes, Twitter fue el centro de la discusión pública en Estados Unidos, cuando la red social suspendió de forma permanente al expresidente Trump.

La realidad es que la red se ha convertido en un foro de debate con implicaciones reales en las altas esferas de los gobiernos y las grandes empresas. El propio Musk ha utilizado la red social en varias ocasiones para opinar públicamente sobre sus propios negocios o futuras inversiones, entre otros temas de interés público. Recientemente, el empresario enfrentó un juicio iniciado por los mismos inversionistas de su compañía Tesla por fraude de inversiones e influencia sobre decisiones de inversión en acciones después de que el magnate twitteara la posible venta de sus acciones de Tesla, lo cual hizo que cayeran.

Twitter busca recuperar la confianza de desarrolladores

Actualmente Twitter ya se está abriendo a la posibilidad de tener colaboradores externos para trabajar con su plataforma. La compañía ha comenzado a hacer pruebas con algunos desarrolladores para que puedan 'construir' sobre los cimientos de la red social para brindar beneficios extras a los usuarios finales.

Estas herramientas de terceros ofrecen diferentes maneras de visualizar el feed de acuerdo con las elecciones de cada usuario. Por ejemplo, la herramienta 'Bodyguard' ofrece a los usuarios de Twitter "una protección inmediata, gratuita y en tiempo real, personalizable y de alta calidad contra el contenido tóxico dirigido a ellos en sus redes sociales” dijo el fundador y CEO de Bodyguard, Charles Cohen a Techcrunch.

Existen otras como 'Block Party', para bloquear menciones de desconocidos; 'Super Follow', para recibir contenido de un tipo específico, entre otras. Todas estarían dentro de una Toolbox, que funcionaría como una tienda de aplicaciones, para seleccionar conscientemente la manera en que los usuarios reciben la información.

“Este es el primer paso para que trabajemos con desarrolladores para satisfacer esas necesidades de transparencia”, explicó Amir Shevat, jefe de producto de Twitter.