El INEGI tiene otros datos

Al modificar la forma en que INEGI recoge la información sobre el acceso a los servicios de salud, arriesga la comparabilidad de las cifras de pobreza.
6 Agosto, 2025
INEGI.
INEGI.

El INEGI ha modificado la forma en que recoge información clave para la medición de la pobreza, la correspondiente al derecho al acceso a los servicios de salud. Con los hechos alternativos que ahora registra, el instituto arriesga la comparabilidad de las cifras de pobreza, es decir, no saber con certidumbre sus cambios respecto al pasado reciente. Sin embargo, antes de adelantar conclusiones habrá que examinar detenidamente la evidencia que pudiera presentar el INEGI de que esto no será así.

Antes de 2024, el INEGI solía preguntar en la Encuesta Nacional de Ingresos y Gastos de los Hogares (ENIGH), base para analizar diversos aspectos del bienestar, si las personas tenían afiliación o derecho a servicios de salud por el Seguro Popular, el INSABI u otras instituciones, y de ser así en cuáles. Para 2024, primero preguntó a qué instituciones se está afiliado o se tiene acceso, omitiendo las palabras "derecho" e "INSABI", y luego hace concluir al entrevistado si tiene carencia en materia de salud.

Este cambio puede parecer menor, pero para 2016, sin cambiar una sola pregunta, aunque con un procedimiento de levantamiento de información diferente, el INEGI perdió la comparabilidad del ingreso de los hogares. Hoy no necesariamente se repetirá tal situación, pero los cambios en la forma de preguntar generan dudas sobre la comparabilidad de las cifras de salud que en el pasado han mostrado un deterioro continuo de la cobertura de los servicios.

Plantear dudas sobre la forma en que el INEGI ha preguntado sobre el acceso de las personas a los servicios de salud no es descalificar la capacidad técnica del instituto. Por una parte, los cuestionamientos y el diálogo públicos ayudan a dar una dimensión adecuada a las fortalezas y debilidades de cualquier información. Por otra, la solidez en la construcción de estadísticas no debe confundirse con infalibilidad para tal tarea, ni con la imposibilidad de mejorarla colaborativamente.

Es perfectamente posible que el INEGI proporcione respuestas adecuadas a los cuestionamientos respecto a los problemas de comparabilidad de las cifras sobre el acceso a los servicios de salud, y entonces la sombra de una defectuosa medición de la pobreza en el país se despeje. Después de todo, la nueva forma de preguntar fue hasta cierto punto ensayada en el Censo de Población y Vivienda 2020 y pareció arrojar resultados semejantes a los de la ENIGH de ese mismo año.

Sin embargo, en caso de no poder proporcionar públicamente evidencia robusta, transparente y replicable de la comparabilidad de la información usada para calcular la pobreza habrá comenzado mal sus nuevas funciones heredadas del Coneval. Además, hay otros cambios en la ENIGH a los que deberá dar puntualmente respuesta, aunque pueden no ser tan importantes como la identificación de la cobertura de los servicios de salud.

En cuanto el INEGI dio a conocer la ENIGH 2024 han proliferado cálculos y análisis que pasan por alto la revisión cuidadosa de sus datos originales. Este apresuramiento por presentar panoramas contundentes o llamativos empobrece la discusión pública, y más ahora que el análisis cuidadoso de la base de datos por parte del Coneval ya no está presente. El modesto arte de verificar las cifras antes de usarlas parece haberse perdido en la búsqueda de los reflectores mediáticos.

Finalmente, debe enfatizarse que el INEGI posee la solidez técnica para responder satisfactoriamente las dudas normales que surgen ante su nueva información. En el remoto caso de que no llegara a hacerlo no sería por falta de pericia estadística.

Rodolfo de la Torre Rodolfo de la Torre Ha sido Director de Movilidad Social del CEEY, Coordinador de la Oficina de Desarrollo Humano del Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo, Director del Instituto de Investigaciones para el Desarrollo con Equidad de la Universidad Iberoamericana, y Director de El Trimestre Económico del Fondo de Cultura Económica (FCE). Fue parte del Comité Técnico para la Medición de la Pobreza en México. Es economista por el ITAM, y maestro en Filosofía de la Economía por la Universidad de Oxford.

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