Invencible y su padre... Superman

I. SUPERMANCENTRISMO
Es imposible escapar de Superman, literalmente. El personaje superventas que dio vida a los comics de superhéroes en la edad de oro (1935-1956), publicado en el número 1 de Action Comics, en junio de 1938 y que vendió toneladas y toneladas de pulpa de papel impreso (de ahí el pulp fiction) marcó el rumbo de las historietas de superhéroes para siempre. Su impacto en la cultura ha sido tan contundente y devastador como una de sus batallas… al menos en la cultura de las historietas del género superhéroes.
Superman es lo que se llama una impronta, o un hito, o también un cisma. Marvel será todo lo bueno que se quiera, pero no tiene a Superman. Otro de los superpoderes del kriptoniano ha sido salvar a DC Comics de la bancarrota más de una vez. Superman es por si mismo una franquicia, un corporativo, una marca super poderosa.
Hay muchos superhéroes interesantes en la historia de los comics, o geniales, muchos, de diversas empresas -varios de Marvel- pero solo hay un Superman. El gran campeón del planeta tierra y su más poderosa arma como ha dicho Batman en películas y episodios de series. Y es que la gran estrella de DC Comics tiene a cuestas cantidad de series de televisión, especiales, películas, animaciones, historietas, libros, y etcétera. Por eso reiteramos: es imposible escapar de Superman, o mejor dicho de su influencia. Me explico.
Mijail Bajtin -personaje excepcional de los estudios literarios, cuya vida ameritaría una serie de televisión- teorizó sobre las influencias literarias y acuñó algunos conceptos que hoy son fundamentales en los estudios narrativos: dos de ellos son los de dialogismo y alteridad. Son conceptos complejos que no cabe discernir aquí por completo, pero simplificando excesivamente diríamos que Bajtin se oponía al formalismo y posterior estructuralismo en el sentido de que toda obra narrativa no es una obra en si misma, una forma, una estructura o un artefacto sino más bien un diálogo.
¿Y con quién dialoga la obra? Pues con el otro. Esto ya es filosofía, pero para centrarlo más, diríamos que las obras artísticas, cualesquiera, dialogan en principio con la sociedad en la que irrumpen, con el lector por supuesto -de ahí que Barthes hablará de la muerte del autor-, pero también y de forma muy importante con otras obras que la anteceden, o que la enmarcan o que significan o resignifican de forma coetánea.
Otra gran científica literaria, Julia Kristeva acuñó el concepto de intertextualidad ya que “todo texto se construye como un mosaico de citas, todo texto es absorción y transformación de otro texto”. Y casi todas las series de superhéroes bien o mal, de una forma u otra, dialogan con Superman. Superman, el invencible.
II. INVENCIBLE. SUPERMAN EL VILLANO
En el panteón de DC Comics ha sido Batman quién se ha preocupado genuinamente del super poder de Superman y de lo qué pasaría si el Hombre de Acero se volviera un villano, o un tirano.
En las historietas de la Liga de la Justicia 43-46 aparece la serie Torre de Babel, que se adapta en la película animada Liga de la Justicia: Perdición, donde Batman tiene un plan de contingencia para combatir o nulificar a cada uno de los miembros de la Liga, lo que incluye a Superman. Estos planes son secretos pero en la historieta son robados por Ra's al Ghul, y en la película por Vándalo Salvaje. En la película Superman queda al borde de la muerte con una bala de kriptonita -alternativa a la bala de plata, la bala que mata.
En la portentosa novela gráfica que revolucionó la narrativa audiovisual de finales del siglo XX The Dark Knight Returns (1986) de Frank Miller, Batman diseña un plan para matar a Superman y tiene éxito. Pero no desea matarlo: solo quiere demostrar un punto, mostrarle a Superman precisamente que no es invencible. Superman se ha vendido o rentado al gobierno y Batman le hace una amonestación ética. Esta historieta es la base del snyderverse o lo que quedó de él.
Pero el gran tema es el super poder de Superman, un super poder sin contrapesos. La pregunta que se hace Batman es legítima: y si Superman enloqueciera, si se propusiera someter al mundo o peor aún, destruirlo. Como enfrentar a un superhombre prácticamente invencible, indestructible.
Invencible (2003) la historieta de Robert Kirkman y Corey Walker, publicada el mismo año que de The Walking Dead otra historieta de Robert Kirkman que ha dejado huella en la cultura contemporánea, se pregunta lo mismo: ¿Que pasaría si en realidad Superman estuviera esperando el momento de someter este planeta? La serie ha sido llevada a la pantalla chica por Amazon Prime, empresa que esta apostando a los superhéroes de editoriales independientes, producida por el propio Robert Kirkman y su empresa de animación y videojuegos Skybound Entertainment, con éxito rotundo, al grado que ya se ha confirmado la segunda y la tercer temporada.
ADVERTENCIA DE SPOILER: En Invencible, el alter ego de Superman es Omni-Man, la serie parodia/cita el panteón de superhéroes de DC Comics. En el primer episodio Omni-Man masacra de forma espeluznante a los superhéroes de la Liga de la Justicia llamados aquí Los guardianes del globo, en los que hay alter egos de Batman, el Detective Marciano, Flash, etc.
Este hecho deja en shock al espectador y es el gancho que moviliza toda la serie. La crudeza con que la masacre está narrada resulta francamente impactante y dicha crudeza será una de las particularidades de toda la serie. Kirkman se deshace del moralismo usual de las historietas y animaciones de superhéroes que arrastran en su genética con el código Hays, y el supuesto de que los comics eran cosas de niños, para mostrar una perspectiva más realista, más humanizada, y por lo tanto más cruda.
Como Superman, Omni-man es un extraterrestre humanoide con super poderes, proveniente de la cultura Vitrumita. Al parecer un grupo de vitrumitas organizó un genocidio con el fin de perfeccionar la raza y su civilización. Como esta política genocida tiene éxito, los vitrumitas sobrevivientes, el “Imperio” Vitrumita, tiene el objetivo de extender esta política de perfeccionamiento racial y civilizatorio por el universo.
El verdadero objetivo de Omni-man es someter a la humanidad y rendir el planeta tierra al imperio. La primera temporada no nos indica como podrá la humanidad lidiar con este super poderoso enemigo. Su hijo, mitad vitrumita-mitad humano, podría ser la respuesta pero al parecer no esta listo para enfrentar a su padre. La serie es excelente, sus argumentos y sus planteamientos éticos y políticos, vigentes. Un poder sin contrapesos es un poder desmedido, desatado, peligroso. Como Superman siempre es superético, nos impide mirar las cosas desde la otra perspectiva. La de Omni-Man un Superman despótico y autoritario, que no le da ningún valor a la vida humana.

El primer comic de Superman publicado por National Publications (antigua DC Comics) en 1938
III. THE BOYS. SUPERMAN, EL HIPÓCRITA
Otra serie brillante de superhéroes es The Boys (2006) una historieta de 72 números de Garth Ennis y Darick Robertson, que Amazon Prime llevo también a la televisión, bajo la dirección de Eric Kripke. También funciona por contraste con el panteón de DC Comics, y su villano es también el alter ego de Superman, que en la serie de televisión se llama Vengador. Él no tiene un origen extraterrestre sino genético, él nace en un laboratorio y es criado por científicos y burócratas. Estos super héroes son producto de un científico llamado Frederick Vought, un científico nazi al parecer, que trata de crear mejores hombres, desde la racista y supremacista perspectiva nazi.
Pero su empresa evoluciona en el sentido capitalista, donde las acciones -el dios dinero- son más importantes que cualquier valor humano, bueno o malo, peor o mejor. A diferencia de cualquier otra serie de superhéroes, incluyendo Invencible, en esta serie los superhéroes no se dedican a salvar a la gente, por el contrario. Los superhéroes pobres o de clase media utilizan sus poderes para ganarse la vida, o no los utilizan. Mientras que los que pertenecen a la élite de la empresa Vougth, los Siete, -referencia a la Liga de la Justicia- cumplen misiones mercadotécnicas, al estilo de las miss Universo. Hacen publicidad, tanto mercantil como política, venden todo tipo de artículos. Y son millonarios. Y de vez en cuando cumplen misiones heroicas, pero a veces tan mal orquestadas que amontonan demandas por daño colateral, dejando un reguero de homicidios y mutilaciones.
ADVERTENCIA DE SPOILER. Superman es muy famoso por salvar personas en desastres de transportes, entre ellos los aéreos, la imagen de Superman sosteniendo un avión en desgracia y aterrizándolo en tierra con sus tripulantes sanos y salvos, es emblemática. Pues Vengador no sólo no salva un avión, sino que es corresponsable de que este sea inoperable, y decide dejar que la gente muera, niños y niñas también, sin mover un dedo. Sin embargo para las masas, Vengador es el paladín de la Tierra y de la humanidad.
En realidad es un peligroso homicida, un sicópata que está saliéndose de control. Pero cuando cree que puede manipular a la empresa se enfrenta con una relea peor: los empresarios. Ahí topa Vengador/Superman: con los empresarios. El verdadero poder. “Tú no eres el principal activo de esta empresa” le dicen literalmente. En otro punto de la segunda temporada, cuando trata de calmar una protesta contra los super héroes Vengador tiene la fantasía de masacrar a toda la masa de protestantes, esa fantasía de poder que tantas veces en la historia de la humanidad se ha hecho realidad, tristemente. Estas metáforas del poder, metáforas políticas, son bastante sórdidas, ácidas, en clave de realismo, con brillantes toques de humor negro.
En esta serie los personajes son más complejos, Vengador es un héroe de multitudes, que vive diciéndole a la gente “ustedes son los héroes”, como si fuera un slogan político, del tipo, “primero el pueblo” o “el pueblo manda”, aunque en la realidad no valora ninguna vida humana. Cuando en realidad es un temible asesino guiado solo por sus deseos pervertidos.
Si llama la atención que en estas ficciones donde se involucran relaciones de poder asimétricas, se vuelvan a revisar temas como el supremacismo, el ejercicio del poder sin contrapesos, referidos explícitamente al nazismo. Un personaje Nazi de la serie afirma: “Les encanta lo que les digo, simplemente no saben que es Nazi, no tiene esa etiqueta, pero a la gente le encanta el discurso”.
IV. MÁS ALLÁ DE SUPERMAN
Estas series no existirían sin Superman, o el universo DC Comics, pues operan por contraste. Dialogan, dialogan entre sí y con nosotros. Nos obligan a pensar críticamente a los superhéroes. Marvel tuvo que crecer sin Superman y gracias al genio de Stan Lee hicieron un panteón formidable.
Cuando Alan Moore pensó Watchmen (1986) se enfrentó al problema de Superman, ideó un personaje aún más poderoso, omnisciente y omnipotente, Dr. Manhattan. Lo que sugiere la historieta es que un personaje con tanto poder, cuasi divino, dejaría en realidad de interesarse por asuntos mundanos, la tesis de dios indiferente o dios malvado según el trilema de Epícuro. Puesto que el mal existe y él puede erradicarlo, pero no lo hace porque no le interesa (ergo es indiferente o malvado). Por ello Dr. Manhattan deja la tierra. En el clímax de la historieta no obstante toma una decisión absolutamente desconcertante. Puesto que conoce el pasado y el futuro, y sabe las consecuencias de una acción sobre el plan general, debe uno asumir que fue una decisión sabia. La tomó dios.
De forma genial, Alan Moore nos echa en cara que las decisiones de dios tienen alguna razón de ser, buenas o malas. Y al parecer dios estaría más allá de la heroicidad, que es el tema de Watchmen ¿A qué debemos llamar heroicidad? ¿Qué es heroico? Los escritores de la fallida serie de televisión Watchmen (2019) de HBO, no entendieron la historieta o la interpretaron equivocadamente, resulta un spin-off bastante lamentable que traiciona las ideas más importantes de la historieta original y a sus más entrañables personajes. Lástima por el derroche de producción.
La importancia de Superman no puede subestimarse, además es indestructible. Podrán matarlo en una historieta, pero en la siguiente va a resucitar. ¿Superman será capaz de resucitar el snyderverse? Eso esta por verse. AVISO: En el siguiente artículo hablaremos sobre La Liga de la Justicia de Snyder.
ADENDA
A lo largo de su historia, ha sido muy típico de Superman rescatar transportes masivos de la catástrofe. Pero definitivamente el más emblemático es el tren. En innumerables ocasiones Superman evita que un tren descarrile, o lo descarrila con cuidado para salvar a alguien que se encuentra en la vía. En la película clásica de 1978 Superman, de Richard Donner, con Marlon Brando como Jor-El (papá de Superman) y Christopher Reeve como Kal-El, o sea, Superman, el hombre de acero debe corregir los estragos que causa el plan de Luthor de reconfigurar el continente americano, entre ellos debe evitar que un tren descarrile, así que toma la vía con un brazo y pone su cuerpo como vía para que el tren pase.
Desafortunadamente en la ciudad de México no tenemos a Superman. El pasado 3 de mayo descarriló un tren del Sistema de Transporte Colectivo Metro, una horrible tragedia no causada por Lex Luthor, sino por negligencia, ineptitud y, quizá, corrupción. Y a falta de Superman, lo único con lo que contamos los ciudadanos es con que los burócratas del gobierno hagan su trabajo, con la mínima eficiencia. Se ha ponderado mucho la importancia del transporte público para la clase trabajadora, media y pobre de la Ciudad de México, pero esa ponderación al parecer es puro discurso, demagogia. No necesitamos héroes, ni superhéroes, simplemente gente que haga bien su trabajo. Con eso sería suficiente, pero ni eso...
