Bliss, WandaVision y Platón

BLISS
Amargado por la crisis de las salas de cine, no queda más remedio que allegarse al streaming y visitar cada uno de estos videoclubes a la carta para conocer los últimos platillos.
Amazon Prime estrenó la nueva película de Mike Cahill, Bliss (Dicha) con excelentes actuaciones de Salma Hayek y Owen Wilson. Algunos comentaristas cinematográficos han empezado a hablar de Matrix (1999) de los entonces hermanos Wachowsky -hoy hermanas- como máximo referente. Pero son cortos de miras. Es evidente que Bliss fue creada por un fanático de la Ciencia Ficción, y su trama se arraiga en influencias anteriores al cyberpunk[i].
Por otro lado plantea un problema ético profundo e interesante que trasciende la Ciencia Ficción y se arraiga en la filosofía: un hombre puede ser realmente feliz, aunque dicha felicidad se arraigue en una simulación, en una falsedad. Hablamos de conceptos grandototes de la filosofía -que no vamos a develar en estas líneas- felicidad, realidad y verdad. Pero la película Dicha “Bliss” o como la han traducido Felicidad se lo pregunta genuinamente. Supongamos que usted renuncia a su realidad, a su corporalidad y se sumerge en un sueño en el que hay elementos que le aportan felicidad, por ejemplo, una hija que lo ama. ¿Es legítimo continuar en dicho sueño o en dicha fantasía, por el resto de su vida, en apego a su felicidad[ii]?
Maquiavelo escribió una comedia extraordinaria La mandrágora (1518) para ensayar sobre este dilema, es la obra en la que presenta su presunto apotegma el fin justifica los medios, que le valió el estigma de anticristo, y que ha exultado su demonización. La verdad es una obra deliciosa, en la que al final todos los personajes obtienen lo que quieren y lo que necesitan, y son felices, pero a costa de un conjunto de relaciones hipócritas y falsas. Ahí está la comedia. Maquiavelo quizá pontificó (yo lo dudo) o quizá ironizó la realidad: que está llena de este tipo de relaciones y situaciones, que son punibles en el tribunal de la risa.
El problema de una felicidad así, cimentada en una farsa, es que se tambalea con facilidad: la verdad o la realidad pueden destruirla en cualquier momento. Entonces hay dos caminos: el camino de la verdad, aunque sea el camino del dolor y el sufrimiento; o el camino de la falsedad, aunque sea el camino de la felicidad. Pero esta felicidad -aunque sea ilusoria- se llega a defender hasta con la vida.
En su famosa alegoría de la caverna, Platón plantea a un grupo de prisioneros que han vivido encadenados en una cueva desde su nacimiento y todo lo que han visto del mundo exterior son sombras. Para estos hombres, dichas sombras son la realidad o la verdad. Un día, un prisionero escapa y descubre que esas sombras son proyecciones de un rico mundo exterior. Cambia entonces su visión de la verdad y la realidad, pero cuando trata de volver por sus compañeros y convencerlos de que existe esa otra realidad, se burlan de él, y antes de que pueda convencerlos o liberarlos, es asesinado. Desde la antigua Grecia Platón considera que tratar de transformar un statu quo es peligroso, aunque sea en apego a la verdad[iii]. Ambos ejemplos: La Mandrágora, y la Alegoría de la Caverna tienen implicaciones políticas poderosas.
Entonces hay dos caminos: el camino de la verdad, aunque sea el camino del dolor y el sufrimiento; o el camino de la falsedad, aunque sea el camino de la felicidad.
Llegamos a Phillip K. Dick, quién en 1964 redacta su propia caverna en La penúltima verdad, donde el grueso de la humanidad vive confinada en ciudades subterráneas, pues en la superficie perdura una larga y terrible guerra nuclear, y el planeta resulta inhabitable. O eso piensa la humanidad: pues la guerra y la situación de la superficie llega en forma de documentales y reportajes de televisión; cada semana se observa “en vivo” como se destruye una ciudad hasta las cenizas. Cuando el líder de uno de los bunkers se ve obligado a salir a la temida superficie, en vez de radiación y destrucción se encuentra con jardines edénicos. Ya no hay guerra, y la superficie de la tierra está más bella que nunca. Una oligarquía ha hecho creer al grueso de la humanidad que hay guerra para vivir a lo grande en la superficie. Una pequeña oligarquía enriquecida y poderosa, es feliz a costa de una masa humana miserable, trabajadora y sacrificada, envenenada por las mentiras, falacias y fantasías televisivas. Cualquier parecido con la realidad es intencional. Dick involucra relaciones de poder en su propia metáfora de la caverna y vota por la verdad, aunque sea cruel y dura. Pues la falsedad es una herramienta para la manipulación política.
Quizá la obra más cercana a la película de Cahill es El Congreso de Futurología (1971) de Stanislaw Lem, una verdadera obra maestra de la ciencia ficción y de la literatura contemporánea. En esta obra, a partir de drogas sintéticas, se puede escapar de la fabulación en la que está sumergida la sociedad para descubrir la verdad o la realidad -como en la película de Cahill- cada droga te acerca más a la realidad. El problema es que, al acercarse a la realidad, ésta es cada vez más y más aberrante, hasta el absurdo.
Desafortunadamente la película de Cahill no llega tan lejos. Aquí los dos personajes protagónicos toman una vía distinta, mientras un personaje, Isabel Clemens (Salma Hayek) trata de aproximarse a la realidad[iv] (aunque esta realidad se mostró como otro nivel de la simulación), otro personaje, Greg Wittle (Owen Wilson) decide quedarse en la ilusión y vivir la felicidad que pueda alcanzar. Cahill resulta maquiavélico, pues su voto es por la felicidad en la simulación, por la satisfacción del yo sin importar las implicaciones sociales o culturales[v]. Y esto es consistente con la teoría de los millenials narcisistas[vi]. Todo encaja.
WANDAVISION
Curiosamente, y en paralelo, Disney Plus estrenó en este 2021 WandaVision, creada y coescrita por la escritora y directora Jac Schaeffer. Serie de superhéroes del Universo Marvel, con excelente producción[vii]. Una obra arriesgada, valiente y definitivamente, lo más interesante de la televisión actual.
ADVERTENCIA DE SPOILER: La serie inicia con dos capítulos que rinden homenaje a las series Hechizada (1964-1972), y Mi bella genio (1965-1970), la estética, los guiones, los personajes son como en estos sitcom ingenuos pero entrañables. Así transcurren dos episodios en blanco y negro donde Wanda Maximoff y Visión son esta pareja bobalicona que vive una vida clasemediera en el más utópico y superficial american way of life, cuya “gracia” radica en ocultar sus poderes frente a los demás para hacer una vida normal, en esa falaz normalidad televisual.
Tal estética puede volver un poco chocante el inicio, pero todo tiene una razón de ser. En el episodio 3 la serie adquiere color. Inicia una especie de progresión cronológica donde la estética televisual de los episodios va a avanzar por década, ahora estamos en los setenta y se parodian openings de series como The Brady Bunch (1969-1974) en su forma y el Show de Mary Tyler Moore (1970-1977) (aunque solo en la tipografía). Aquí Wanda se embaraza mágicamente y se alivia en cuestión de horas. Pero en este capítulo, se comienza a resquebrajar el show, por inserciones, cuchillazos repentinos de la realidad, que se filtra en la fantasía. Visión comienza a madurar, a tomar conciencia.
Una obra arriesgada, valiente y definitivamente, lo más interesante de la televisión actual.
El capítulo 4 no tiene opening pues está situado en la realidad[viii], explica lo que está ocurriendo: Wanda, devastada por la muerte de Visión, acorde al UCM[ix], ha secuestrado una población -Westview, Nueva Jersey- y la ha transformado en este pueblo acartonado de televisión, para vivir su fantasía de una familia y una vida feliz y sin complicaciones, o con conflictos superfluos. Como en Bliss, elige ser feliz en una fantasía virtual, muy millenial. Ha establecido un hexágono mágico, delimitado por un campo de fuerza. Si es atravesado transforma todo en parte de la fantasía televisual. A este perímetro los agentes del gobierno le llaman el “Hex[x]”. Hay indicios o se intuye que Wanda está bajo la influencia de algún villano, pero no ha aparecido aún. El capítulo 5, que los fans llaman hibrido, va de la “realidad”, al show televisivo y viceversa. El opening parodia una serie familiar de los ochenta, Growing Pains (1985-1992) (Cómo duele crecer). Los bebés se transforman en niños de cuatro años, y luego estos a su vez en niños de diez años. Al final de este episodio se rompe completamente la estética televisual, pues Visión ha tenido experiencias que lo alertan sobre lo que ocurre en el pueblo, y la participación de Wanda. La comedia cede al drama y los personajes comienzan a complejizarse. Aparece el hermano de Wanda, Pietro alias Quicksilver, en tono adolescente.

El capítulo 6 inicia con el opening parodia a Malcolm el de en medio (2000), lo que le da a Pietro el papel o el carácter de Francis (Cristopher Masterson). En paralelo, la trama de la realidad es muy emocionante, y la serie ha quedado hasta el momento en un punto climático muy alto, trepidante. Al momento de escribir esto, se han publicado 6 episodios[xi]. Resta pues el último tercio de la temporada. El llamado tercer acto. El lenguaje televisivo de la serie integra avisos comerciales, que tienen al parecer, una relación metafórica con el contenido. Esta obra es una pieza de alta relojería, que hasta el momento, muestra un perfecto ensamblado, con materiales de la más alta calidad. Es frescura pura, en un género -el de los superhéroes- que está muy desgastado. Es original e innovador en su contexto, aunque tiene muchos y muy variados antecedentes en la literatura, los comics, el cine y la propia televisión, revisemos estos antecedentes.
El tópico del pueblo secuestrado mágicamente está en diversos mitos. En la literatura de la Ciencia Ficción aparece en la novela de John Wyndham Los Cuclillos de Midwich (1957) en clave de terror. En la propia serie se hace referencia a Shangri-La[xii], la ciudad edénica y utópica de James Hilton en su novela Horizontes perdidos (1933), versionada magistralmente al cine por Frank Capra en 1937. Pero Westview dista de ser un Shangri-La, pues esta última es una sociedad utópica, mientras que Westview es una sociedad secuestrada, como en la novela de Wyndham. Otro referente importante sería el de la divertida serie Once Upon a Time (2011-2018) donde los personajes de los cuentos infantiles viven en el pueblo de Storybrooke, Maine, que también tiene su propio perímetro mágico.
La diferencia fundamental es que Westview parece estar al servicio de Wanda, el pueblo solo sirve para cumplir las necesidades emocionales de Wanda. Así como el planeta Solaris[xiii], reescribe la realidad para adecuarla a las necesidades emocionales de los astronautas que están bajo su influencia, la realidad de Westview se acomoda al capricho síquico de Wanda. En este sentido se emparenta más con un episodio de Twilight Zone muy célebre, el número 73 titulado It’s a good life (1961), que luego se utilizó también en la película (1983) reescrito por Richard Matheson, y dirigido por Joe Dante, en la que un niño super poderoso que manipula la realidad, utiliza su poder para someter a todo un pueblo y ponerlo a su servicio. Un relato siniestro, terrorífico, pues las personas se transforman en marionetas, y su rebeldía es castigada de forma draconiana.
WandaVision es frescura pura, en un género -el de los superhéroes- que está muy desgastado. Es original e innovador en su contexto.
El tópico de un personaje de ficción que sale a la realidad o de un personaje real que se sumerge en el mundo ficcional, es también antiguo. En teoría literaria se le denomina metaficción[xiv]. La obra más bella de la literatura trabaja metaficcionalmente: Don Quijote es un hidalgo que pierde la razón y considera que el mundo real se ha transmutado en el mundo de las novelas de caballerías: en la primera parte una campesina se vuelve una princesa de ensueño: Dulcinea del Toboso, las ovejas que pastan en el campo son ejércitos, y los molinos de viento son gigantes. En la Segunda Parte, el mundo se trasviste, se adapta a esta ensoñación del Quijote.
En el cine, Buster Keaton filmó en 1924, Sherlock Jr., un mediometraje de 45 minutos, en el que un cácaro, un proyeccionista de películas, se mete en la película de detectives que está proyectando. Woody Allen en tono de comedia filmó en 1985 La Rosa Púrpura del Cairo, una bellísima fantasía donde una mujer es seducida por el personaje de una película que decide salir de la pantalla para conocer a su fan. En 1993, John McTiernan estrena la muy divertida El último gran héroe con Arnold Schwarzenegger -el gobernator- que es un héroe de cine de acción que se escapa de la película. En 1998 se estrenó una película que es referente más próximo a nuestra serie: The Truman Show (1998) de Peter Weir, película avanzada a su época, que ironiza el tema de los reality shows, y que versa sobre un reality llevado a un extremo tal que sigue la vida de una persona desde que nace hasta su vida adulta; pero Truman (Jim Carrey) no sabe que es el protagonista de un show de televisión, y que toda su vida ha sido guionizada. Ese mismo año se estrenó Pleasantville (1998) (Amor en colores) bellísima película, en la que dos jóvenes son abducidos a un programa de televisión ñoño, como los que cita Wandavision en sus primeros episodios, en código Hays[xv] y en Blanco y Negro. Los jóvenes “corrompen“ o “contaminan” ese pueblo acartonado y mojigato, con una dosis de realidad conductual, psicológica, y conforme el pueblo despierta a una conducta real se va coloreando[xvi].

The Truman Show (1998)
En cuanto a historietas, también han sido usuales estos recursos metaficcionales. En el número 441 de la historieta The Adventures of Superman, llamado The Tiny Terror of Tinseltown escrito por John Byrne y dibujado por Jerry Ordway, Superman es transformado en historieta por su enemigo tradicional Mister Mxyzptlk. Una historieta que se transforma en historieta. Es el juego de espejos metaficcional.
Esto es lo que pasa en Wandavision, pues Wanda -o quién mueva los hilos- han convertido en un show de televisión, lo que es de facto un show de televisión. Y como los prisioneros de la cueva, Wanda está dispuesta a matar para preservar esta ilusión de felicidad, ese statu quo. Wanda está atrapada en su fantasía, y le da la espalda a la realidad, pero ¿y nosotros? ¿Quiénes somos nosotros en esta trama? ¿Qué papel jugamos? ¿Acaso no somos también otros prisioneros de la cueva contemporánea, pandémica, que nos sentamos a ver estas sombras televisivas y las pasamos por verdad y realidad? ¿No seremos parte de un show televisivo cósmico?
ADENDA

Recuerdo como anécdota que mientras publicaba Karmatron organizaba excursiones a la Comic-con de San Diego. Aprovechaba su comic para difundir sus excursiones y al mismo tiempo crear comunidad y redes sociales, en una época en la que eso se hacía interpersonalmente. Su buena disciplina, constancia y tesón, lo llevo a alcanzar su sueño, dibujar historieta industrial americana. Algunos años dibujó en Bongo Comics la serie The Simpsons. Su buen trabajo le valió un Will Eisner, la máxima presea en el mundo de las historietas industriales, un logro extraordinario. Realmente un mexicano brillante, que alcanzó sus sueños con esmero y trabajo. Ahora el maestro kundalini ésta dibujando nuestra realidad en otro plano.
[i] Matrix (1999) surge a partir del movimiento cyberpunk, motivado principalmente por la publicación de la novela Neuromante (1984) de William Gibson, y de la película Blade Runner (1982) de Ridley Scott.
[ii] Es quizá una de las preguntas importantes que hace Stanilaw Lem en Solaris (1961) y sus versiones cinematográficas.
[iii] Bajo el cargo de corromper a la juventud fue sentenciado a muerte, por enseñar su método socrático, conocido hoy como dialéctica, que según los griegos volvía rebeldes a los jóvenes, y le confería una actitud crítica frente al gobierno y la sociedad.
[iv] El excelente personaje de Salma Hayek es una especie de acumuladora callejera en el mundo ilusorio, y una eminente científica en el mundo real, pero que parece adicta a sumergirse en estas simulaciones pues hay diálogos que indican que ha vivido diversos escenarios (distopías, postapocalípticos) y ha compartido el juego con distintos usuarios. En algún punto de la película su dealer le pregunta “quién es el nuevo”.
[v] Algo muy similar a la adicción a las drogas y sus justificaciones hedonistas.
[vi] Leer Generation Me: Why Today's Young Americans Are More Confident, Assertive, Entitled - And More Miserable Than Ever Before de Jean Twenge.
[vii] Las series Marvel de Netflix, han sido de excelentes a muy buenas, y con buena producción. Sobre todo pondero Jessica Jones 2015-2019, Daredevil 2015-2018, The Punisher (2015-2019), Luke Cage (2016-2018), Iron Fist (2017-2018) y The Defenders (2017).
[viii] Nos referimos a la realidad ficcional, lo que en el universo de la serie se podría considerar la realidad, en contraste con la ficcionalidad del programa televisivo.
[ix] Recordar que en el Universo Cinematográfico de Marvel, Wanda pierde a su hermano primero en Avengers: Era de Ultrón (2015) y luego a Visión en Avengers: Infinity War (2018), quién no resucita como los demás en Avengers: Endgame (2019), en el llamado blip.
[x] Por hexágono. Gran creatividad.
[xi] Se lanza un programa, vía streaming, por Disney+ cada viernes.
[xii] ¿Por qué luces diferentes? Le pregunta Wanda a su hermano a lo que responde “Si yo encontrara mi propio Shangri-La, tampoco querría recordar el pasado”, en alusión a que este mundo fabricado de Wanda es su Shangri-La, su sitio utópico.
[xiii] El planeta Solaris manipula a los astronautas, creando personas y escenarios que necesitan emocionalmente: tanto en la novela de Stanislaw Lem (1961), como en la versión cinematográfica de Tarkowsky (1972) y en la de Steven Soderberg (2002).
[xiv] Según el maestro Lauro Zavala “La metaficción cinematográfica, como en el caso de la metaficción literaria, abarca muy diversos mecanismos de autorreferencialidad. En todos los casos se trata de mecanismos que cuestionan las fronteras entre realidad y representación. Cuando un actor dirige la mirada a la cámara se habla de un mecanismo de Reflexividad (que puede provocar un efecto de Distanciamiento Brechtiano, verfremdungseffekt). Por otra parte, el Cine en el Cine surgió desde que nació el cine (el caso paradigmático es Ocho y medio, de Federico Fellini, donde se narra el proceso de creación de la película que estamos viendo). La estrategia más radical de metaficción es la metalepsis, donde se yuxtaponen diversos planos narrativos (el caso paradigmático es La Rosa Púrpura del Cairo, de Woody Allen, donde el personaje de la película sale de la pantalla y tiene una relación amorosa con la espectadora)” Narratología y Lenguaje Audiovisual, pp. 10-11
[xv] El cógido Hays fue un código censor que establecía las normas de lo que era moralmente correcto poner en pantalla en cuanto a la conducta de los personajes. Por ejemplo, cuando se veía la habitación de un matrimonio debía tener dos camas individuales, y no una matrimonial, para que la audiencia no infiriera que había prácticas sexuales en dicha habitación. Esto ocurría tanto en los seriales infantiles, como en The Flintstones (1960-1966) (Los Picapiedra), como en cualquier serie o película para adultos, como las que Wandavision parodia en sus primeros episodios.
[xvi] Hay muchas otras películas y programas de televisión que podrían mencionarse, por poner ejemplos rápidos en ¿Quién engaño a Roger Rabbit? (1988) de Robert Zemeckis, los cartoons habitan nuestra realidad; algo similar pasa en American Esplendor (2003) de Shari Springer Berman y Robert Pulcini; y la producción Disney Enchanted (2007) de Kevin Lima. Disney estrenó también en 2013 Teen Beach Movie de Jeffrey Hornaday donde un par de muchachos se meten a una película musical.
