La visión de largo plazo del país: una revisita

26 Abril, 2023

Hace 5 años escribí un artículo en el portal Animal Político (Visión de Largo Plazo: México, penúltimo lugar) en la que comenté los resultados del Índice Despierta 2050, que realiza la Fundación “Wake-up 2050 Index”. Infortunadamente no se actualizó dicha estimación.

No obstante, conviene revisar cómo vamos en los renglones que involucró el cálculo de ese índice. Para ello, recuerdo al amable lector de qué iba el indicador. Este trata de medir qué países tienen visión de corto plazo y cuáles de largo plazo. Bajo esta perspectiva, el indicador arroja qué políticos y sus respetivos gobiernos planean en un horizonte de largo plazo, y cuáles planean solamente considerando la siguiente elección.

En otras palabras, el índice nos sugiere qué naciones estarán mejor preparadas para lidiar con las fuerzas que golpearán a la mayor parte de los países durante las siguientes tres décadas, y qué pueden hacer aquellos que no lo han hecho, para así poder emularlos.

El índice va más allá de las estadísticas de variables que han ocurrido en el pasado o en el presente y se concentra en intentar detectar posibles mediciones de las cargas futuras que tendrán los países, así como la productividad de sus factores, especialmente de sus habitantes. Esto es, se trata de evitar indicadores que proveen una fotografía instantánea del pasado reciente, y se concentra en aquéllos que pueden proveer una trayectoria futura exitosa.

Por ejemplo, el índice considera que los niveles de obesidad son indicativos de una carga al presupuesto público futuro en materia de salud; asimismo, que la participación laboral de adultos mayores a 65 años es una sugerencia de modificación de impuestos futuros y carga en costos de financiamiento de pensiones, pero afectando el presupuesto en salud también. ¿Qué está haciendo el país en este sentido?

De esta manera se consideran 25 medidas para clasificar a 35 países de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE), dentro de la cual se encuentra México, y así construir el índice. Las variables se clasifican en 5 áreas que tratan de capturar qué tan preparado está el país para enfrentarlas: 1) demografía; 2) innovación tecnológica; 3) sociedad del conocimiento; 4) globalización; 5) resiliencia para enfrentar choques exógenos inesperados. Ver la gráfica de abajo.

Como se aprecia, México fue el penúltimo lugar en 2018 lo que para entonces sugería que el país atiende solamente lo inmediato, sin mirar al futuro. ¿Cómo luciríamos cinco años después?

Como mencioné anteriormente, la obesidad es uno de los elementos a considerar en el índice. Según el ISSSTE, para 2022 en México el 72% de los mexicanos padece sobrepeso y casi una tercera parte sufre de obesidad. (https://www.gob.mx/issste/articulos/la-obesidad-en-mexico), el mismo nivel del 2018. Es decir, no hemos reducido el problema. México ocupa el quinto lugar en obesidad en el mundo.

En cuanto a solución al problema de las pensiones, si bien es loable el esfuerzo para dotar de recursos a los adultos mayores, esto se ha financiado con reasignaciones presupuestarias, que más allá de si esto es lo adecuado, muestra una falta de previsión a futuro, porque lo hace financieramente inviable. En otras palabras, esta loable acción social, patea el bote para la siguiente administración, mostrando que iríamos en descenso en el índice de wake up, al no considerar la demografía.

En cuanto a innovación tecnológica y sociedad de conocimiento. Pues creo que hay poco que comentar. El sector ha sido golpeado presupuestalmente (este es uno de los sectores en el que sus recursos se reasignaron para el programa de adultos mayores) y normativamente. Claramente la variable iría en descenso en el cálculo del índice.

Por último, la capacidad para enfrentar choques exógenos. En este renglón, pues tuvimos un evento adverso de magnitud inimaginable con la pandemia del 2020, y fuimos el país con una de las tasas de crecimiento negativas más altas en el orbe y con alta tasa de mortalidad. Institucionalmente no se trabajó en los instrumentos para enfrentarlas, pues incluso el Fondo para la Estabilización se vació. Solo revise que este fondo pasó de 0.8% del PIB para 2017 a 0% (sí, leyó bien, CERO) para 2021 (Fuente: SHCP).

En suma, en caso de que el índice se actualizara, es muy probable que pasaríamos del penúltimo al último lugar. Debo aclarar, que parece que es la constante en la historia de México, independientemente del partido político en el poder.

Fausto Hernández Trillo Fausto Hernández Trillo Investigador y académico del Centro de Investigación y Docencia Económicas (CIDE). Experto en finanzas públicas, macroeconomía y sistema financiero. Investigador Nacional Nivel III. Doctor en Economía por la Universidad Estatal de Ohio, EU, y profesor visitante en universidades de México y Estados Unidos. Autor de 3 libros y de decenas de artículos académicos. Conferencista y consultor de organismos internacionales y del gobierno mexicano y galardonado con el Premio de Economía Latinoamericana "Daniel Cosío Villegas".