¿Ya alcanzó su techo la inflación?

Economistas y mercados piensan que la inflación en Estados Unidos ha tocado su techo, aunque los riesgos persisten. En México, el banco central cree que la inflación tiene un "considerable" sesgo al alza.
14 Agosto, 2022 Actualizado el 15 de Agosto, a las 08:21
Los precios de los alimentos no han parado de crecer en el año (Foto: Gobierno de Jalisco)
Los precios de los alimentos no han parado de crecer en el año (Foto: Gobierno de Jalisco)
Arena Pública

La estabilidad de los precios al consumidor en julio (0%) en Estados Unidos (EU) y la disminución de (-)0.5% en los precios al productor en ese mismo mes, a tasa mensual, ha planteado la posiblidad de que la inflación en aquel país ya alcanzó su techo el mes pasado.

El miércoles 10, la oficina de Estadísticas Laborales de EU dio a conocer que la inflación al consumidor de julio a tasa anual fue de 8.5%, por debajo del pronóstico de 8.7%, y seis décimas menor que la de junio (9.1%). Con este dato, la inflación a tasa mensual no tuvo variación respecto a junio, después de que en ese mes la tasa mensual fue de 1.3%.

La inflación al consumidor de julio se vio impactada positivamente por la moderación en el encarecimiento de los precios de la energía (-)4.6% mensual, mientras que la inflación en alimentos siguió al alza con 1.1% a tasa mensual y 10.9% a tasa anual. La inflación subyacente, o básica, fue de 0.3% mensual y 5.9% a tasa anual, la misma que en junio.

Al día siguiente que se dio a conocer el dato, Paul Krugman publicó un artículo en el New York Times en el que dice, "esto no es el fin de la inflación. Ni siquiera es el principio del fin. Pero tal vez sea el final del principio". Y añadió el premio Nobel de Economía, "por desgracia, un mes de inflación cero no significa que el problema de la inflación esté resuelto... Desde que los precios se dispararon el año pasado, a las autoridades de la Reserva Federal les preocupa que la inflación se enquiste... La buena noticia es que no parece haber ningún enquistamiento", escribió Krugman, argumentando que las expectativas sobre la inflación futura están disminuyendo y los mercados lo están anticipando.

Ese mismo jueves 11 la oficina de Estadísticas Laborales de EU dio a conocer que la inflación al productor cayó (-)0.5% en julio, a tasa mensual, rompiendo los pronósticos de una alza de 0.2% y alejada del 1.0% de crecimiento en junio. El dato vino a reforzar la idea de que la inflación pudo alcanzar un techo en la inflación estadounidense, para iniciar un descenso en los próximos meses, provocando que los inversionistas redujeran sus apuestas por un incremento de tres cuartos de punto en la tasa de referencia de la Reserva Federal.

"Los inversores tomaron la noticia de la inflación de julio como una señal de que el banco central puede detener antes su ciclo de ajuste, y una subida de tipos de 75 puntos en septiembre ya no se descuenta en los mercados. Es posible que la inflación haya tocado techo en junio. Pero es mejor que la Fed ignore estas esperanzadoras expectativas del mercado", publicó el Wall Street Journal en un editorial el jueves 11.

La buena noticia sobre la trayectoria de la inflación en EU no pasó desapercibido para los economistas en México. El subgobernador del Banco de México (Banxico), Jonathan Heath, se preguntó si acaso el dato de la inflación al productor en EU, "¿podría ser el inicio ya de una nueva trayectoria descendiente para su inflación?". El pasado jueves Banxico anunció el segundo incremento de 75 puntos base a la tasa objetivo hacia 8.50%, su mayor nivel histórico, después del 8.25% que se mantuvo durante los primeros 8 meses del gobierno del presidente Andrés Manuel López Obrador.

Techo frágil, con riesgos latentes

Con todo y la buena noticia sobre la inflación de julio en Estados Unidos, los desafíos son evidentes. Existen buenas noticias derivadas del retroceso en el precio de los energéticos, tendencia a la baja en los precios de las materias primas en general, algunos precios relevantes que se afectaron con los cierres por la pandemia y que están mostrando mejoras -como el alquier de vehículos, tarifas de hoteles y precios de autos usados-, además de mejoras en los problemas de las cadenas de suministro, con efectos positivos sobre los costos de transporte y logística, entre otros.

Pero también hay desafíos en los precios de los alimentos que siguieron escalando, los alquileres de viviendas, los aumentos salariales con tasas de desempleo relativamente bajas y, claro, la guerra rusa con Ucrania continúa acumulando riesgos.

En fin. La perspectiva aún es incierta, aunque los mercados parecen estar observando más allá de la desaceleración económica y con cierto alivio en el frente de la inflación. Los rendimientos nominales de los Bonos del Tesoro a 2 y 10 años son más bajos desde que alcanzaron su punto máximo a mediados de junio, mientras que los rendimientos de las acciones cíclicas son superiores a las de primera necesidad, en signos de que no esperan una aceleración de la inflación que obligue a la Fed a realizar incrementos agresivos a la tasa de referencia.

La encuesta de la Universidad de Michigan muestra retrocesos en la inflación esperada. "La tasa de inflación promedio esperada para el año siguiente cayó al 5.0%, su nivel más bajo desde febrero, pero aún muy por encima del 4.6% registrado hace un año".

Mientras que en México la inflación de 8.15% de julio, superior a los pronósticos, provocó que el banco central elevara sus pronósticos para los próximos trimestres, por que estima que el "pico" inflacionario se alcanzará en julio-septiembre, con 8.5% en promedio, pero con perspectivas de mantenerse elevada en el resto del año, con 8.1% promedio para el último trimestre, de acuerdo con sus pronósticos.

Sin embargo, para el banco central mexicano el balance de riesgos para la inflación se mantiene "con un considerable sesgo al alza", mientras que el el balance de riesgos para el crecimiento siguió con un sesgo a la baja. Así, la lectura de varios economistas locales es que el banco central continuará incrementando la tasa, pero a un menor ritmo en la próxima decisión de política monetaria, en septiembre.

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