Ventas de autos en su nivel más bajo desde hace una década y puede ser peor

En México, la industria automotriz representa cerca de 3 puntos del PIB, por lo que los problemas a su interior se expresan en un menor crecimiento económico general.
5 Noviembre, 2021 Actualizado el 5 de Noviembre, a las 13:58
Venta de autos de distintas marcas. (Foto: Senado de la República)
Venta de autos de distintas marcas. (Foto: Senado de la República)
Arena Pública

El impacto de la crisis de los chips alcanzó un nuevo nivel de daños en octubre, el mes más bajo en ventas de autos en lo que va del año. 

Esta mañana el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi), reportó que las ventas de vehículos ligeros al mercado interno alcanzaron las 76,640 unidades en octubre, con lo que se suma un nuevo mes por debajo del nivel de 2020, luego que en septiembre las ventas también fueran menores. El número de ventas de este “octubre negro” es apenas mayor a las 75,748 unidades que se vendieron en octubre de 2011.

El menor desempeño de la industria automotriz está directamente relacionado con los paros automotrices que han sido iniciados en distintas empresas del sector, entre ellas Nissan -la mayor marca que se vende al mercado interno- que solo durante el décimo mes del año dejó de producir durante ocho días mientras Volkswagen, la segunda mayor, paró dos semanas. 

“Las ventas al público de vehículos ligeros por parte de la industria automotriz han dejado de aumentar: las ventas en octubre de 2021 (76,640 unidades) son las menores desde julio de 2020” comentó en su cuenta de Twitter Julio Santaella, presidente del Inegi. 

La importancia de la industria automotriz para México es vital. Se calcula que representa cerca de 3.0% del Producto Interno Bruto (PIB) total y el 17.2% del PIB Manufacturero, por lo cual cada mes de disminución representa un paso atrás para la recuperación económica del país, que ha dependido en gran parte del sector manufacturero de exportación, potenciado por el aumento de la demanda en los Estados Unidos.

“Para México la industria automotriz es muy importante porque representa una tercera parte del valor de las exportaciones mexicanas a los Estados Unidos, y la escasez de chips semiconductores ha llevado a la baja las exportaciones automotrices. Con todo esto se estima que las exportaciones totales alcanzaran un incremento de 18%. Si no hubiera escasez de chips probablemente las exportaciones totales crecerían alrededor de 25%” comentó en entrevista Gabriella Siller, directora de análisis económico de Banco Base. 

Si bien, los resultados a niveles exportaciones aún no han sido dados a conocer, se espera que luego de un mes de paro total en las armadoras de General Motors -la mayor marca de exportación en el país- el desempeño de este rubro sea nuevamente negativo para la industria. 

Según la Asociación Mexicana de la Industria Automotriz (AMIA) se espera que la producción caiga 5% en el año respecto de 2020, debido a las afectaciones derivadas de la crisis de los semiconductores. Y Siller cree que aún puede ser peor. 

“Creo que se pueden ver meses peores para la industria sobretodo porque la demanda interna va a continuar débil y se estima que la escasez de chips va a seguir” comentó la economista. 

La AMIA originalmente pensaba que la escasez -iniciada en enero de este año- sería resuelta a finales del segundo trimestre, pero contrario a ello, se recrudeció. Ahora las nueva estimaciones de  la empresa como de otros sectores que ocupan semiconductores apuntan a que la escasez seguirá por lo menos hasta el segundo trimestre del año, lo que para un país maquilador como México se podría traducir en un mucho menor crecimiento económico. 

Mayores precios a un mercado aún en recuperación

La producción automotriz va a la baja desde finales del segundo trimestre del año, lo que ha llevado a las agencias automotrices a vender menos no solo porque hay menores inventarios, sino porque también han tenido que elevar los costos de los vehículos a un mercado de consumidores aún golpeados en su nivel de ingresos por el COVID 19. 

Según el Índice Nacional de Precios al Consumidor (INPC), el precios de los automóviles ha crecido 8.95% interanual, cerca de 50% más en comparación a los años anteriores cuando el crecimiento interanual no superaba el 6%. 

Las razones detrás del aumento no se limitan a la crisis de los semiconductores, sino que atraviesa una serie de insumos que se han visto afectados por el alza internacional de las materias primas, como la industria acerera, eslabón en la fabricación de piezas de carrocería o sistemas mecánicos, entre otras autopartes. 

De manera que podría parecer contradictoria, pese al aumento en el costo de los automóviles, según registró el Índice Nacional de Confianza del Consumidor, la intención de compra en los próximos dos años de un automóvil nuevo o usado se encuentra desde hace tres meses en niveles superiores a los vistos desde 2018. 

Sin embargo, en términos absolutos el valor de este índice (12.4) se encuentra a más de 30 puntos por debajo del umbral de los 50 puntos, que marca una intención positiva o negativa en la intención de compra, además que el valor del índice se ha deteriorado los últimos dos meses desde que alcanzó su pico en agosto.

El caso mexicano no es único. También en los Estados Unidos, uno de los mayores mercados automotrices y donde también se han producido paros generalizados, el incremento en el precio de los autos ha sido de 8.7% interanual, cercano al nivel mexicano, y ni siquiera una mayor recuperación del poder adquisitivo han permitido mayores ventas, pues éstas cerraron el tercer trimestre con una baja histórica, especialmente en marcas como GM que estiman cerrar el año con 200 mil unidades menos vendidas.