Persisten riesgos inflacionarios para el año, dice Banxico

En su Programa Monetario para 2022 se asoman con mayor peso las presiones de oferta sobre la inflación que ha defendido el subgobernador Esquivel.
2 Febrero, 2022 Actualizado el 4 de Febrero, a las 10:10
Fachada del Banco de México. (Foto: Gobierno de México)
Fachada del Banco de México. (Foto: Gobierno de México)
Arena Pública

2022 será un nuevo año de riesgos inflacionarios, afirma el Banco de México, aunque en su Programa Monetario para 2022 que entregó al Congreso deja ver que en la Junta de Gobierno gana peso el argumento de una inflación transitoria por presiones debido a choques de oferta globales.

El documento presentado al Congreso es la espina vertebral del actuar del Banxico durante el año en curso en medio de una alza de precios no vista desde hace más de 20 años. Se trata del primer documento firmado por la nueva gobernadora Victoria Rodríguez Ceja, quién asumió el cargo el pasado 1ro de enero, sucediendo a Alejandro Díaz de León.

Hasta la fecha, la gobernadora Rodríguez Ceja no ha dado mayores detalles sobre su posición frente al fenómeno inflacionario, aunque la adición de nuevos renglones al programa monetario desnuda la vigencia de las discusiones que mantuvieron los cinco integrantes de la Junta de Gobierno del banco central durante 2021. Sin embargo, como presumen algunos analistas, la salida de Díaz de León incidiría en la discusión sobre el proceso inflacionario y su respuesta.

Uno de los elementos que destaca Alonso Cervera, economista en jefe para América Latina de Credit Suisse, sobre el documento de Banxico es la diferenciación que se hace en las presiones de inflación, tanto por el lado de la demanda como de la oferta. Cervera resalta el mayor énfasis de Banxico en las presiones de oferta. 

Estas presiones de oferta es uno de los argumentos más recurrentes del subgobernador Gerardo Esquivel para criticar la pertinencia y efectividad de la política monetaria frente al fenómeno inflacionario pospandemia, tal y como lo detalló en una entrevista con Arena Pública en octubre pasado.

Según Esquivel, subir las tasas de interés para hacer frente a presiones desde el lado de la oferta -como las disrupciones logísticas y los altos precios internacionales de las materias primas- podría resultar ineficaz y hasta contraproducente. El programa monetario deja ver cierta moderación al señalar las responsabilidades del banco central cuando, como argumenta Esquivel, las presiones provengan del lado de la oferta.

“Cuando dichas presiones son generalizadas y provienen del lado de la demanda, es conveniente que el banco central restrinja la postura monetaria [...] Cuando las presiones inflacionarias provienen del lado de la oferta, el reto para la política monetaria es procurar que dichas perturbaciones no afecten la formación de precios y el anclaje de las expectativas de inflación, principalmente las de mayor plazo, y lograr un ajuste ordenado de precios relativos”, se lee en el documento de Banxico.

Es sobre este punto que radican las principales preocupaciones del banco central, al destacar la persistencia de los choques en las cadenas de suministro y la “recuperación heterogénea entre sectores”.

Si bien el programa monetario publicado por el banco central añade que la magnitud y duración de las presiones inflacionarias han superado las expectativas iniciales, también señala que las expectativas de inflación provenientes de encuestas, solo se han incrementado considerablemente en las de corto plazo, mientras que las de mediano plazo se movieron de forma reducida durante la segunda mitad del año, mientras que las de largo plazo quedaron sin cambios. Una apreciación reiterada por Esquivel.

En este sentido el banco central reafirmó en el documento su pronóstico de un descenso de la inflación general a lo largo del año, convergiendo a la meta de 3% hacia el segundo semestre de 2023, mientras que la inflación subyacente comenzaría a bajar a partir del segundo trimestre de 2022.

Alfredo Coutiño, economista en jefe para América Latina de Moody´s Investors, crítica que el programa monetario 2022, no incluya el plan de acción de la autoridad para lograr su objetivo de inflación. “El verdadero programa de acciones monetarias específicas detrás de los estimados de inflación está totalmente ausente. Por lo que esos estimados de inflación se reducen a ser unos más en el mercado”, escribió en Twitter

De hecho, el nuevo programa elimina en uno de los párrafos el renglón en el que menciona que junto a los estimados de inflación, se dará justificación a la postura monetaria adoptada.

Preocupación por el crecimiento económico

Si bien, no es parte de sus responsabilidades constitucionales, el banco central hace notar su preocupación por la recuperación económica en 2022, en especial ante una recuperación fuertemente heterogénea.

“A partir del tercer trimestre de 2021 la economía mexicana frenó su recuperación [...] Según la información disponible, la debilidad de la actividad económica continuó en el cuarto trimestre. Respecto del mercado laboral, diversos indicadores mostraron cierta mejoría durante el año, aunque persistieron afectaciones y heterogeneidad entre los sectores de actividad y los distintos grupos de la población” señaló el banco central. 

En las páginas iniciales del documento, la Junta de Gobierno del banco central dedica espacio a señalar cómo la política monetaria “es ineficaz por sí misma para estimular o influir permanentemente en las variables reales como el crecimiento y el empleo”.

Algunos analistas, como Coutiño, consideran que un desempeño negativo de la economía, como el que se ha dado en los últimos meses, podría “tentar” a Banxico a mantener una postura acomodaticia en un intento por no interferir con la recuperación económica.

¿Al paso de la Fed?

La Reserva Federal estadounidense (Fed) y sus tan esperadas acciones para este año, fue la gran ausente en el Programa Monetario de 2022 del banco central mexicano, hizo notar Cervera. Al ser el banco central más influyente del mundo y al ser el protagonista de la política monetaria del mayor socio económico de México, las decisiones tomadas por la Fed tienen un impacto “extraterritorial” principalmente en las economías emergentes.

Si bien Banxico sí menciona a la Fed en su programa monetario, sólo le dedica unos cuantos párrafos enfocados a la narración de cómo ha ido paulatinamente retirando el estímulo monetario que aplicó sobre la economía estadounidense hace dos años, incluyendo su intención de incrementar el rango objetivo de la tasa de fondos federales

“El retiro del estímulo monetario en economías avanzadas, en caso de suceder de forma desordenada, podría resultar en episodios de volatilidad y condiciones financieras más astringentes para las economías emergentes, con presiones sobre sus tipos de cambio y aumentos en las tasas de interés a lo largo de la curva de rendimientos”  advierte Banxico sobre los potenciales escenarios para los meses próximos.

De cara a la primera reunión de política monetaria del año, y a la primera de Victoria Rodríguez como gobernadora, los analistas han debatido qué tanto influirá la Fed sobre el ritmo del ciclo de alzas del Banxico; especialmente cuando la gobernadora mantiene una postura poco clara al respecto.

El subgobernador Jonathan Heath dejó ver su posición en una entrevista reciente con Banorte. Heath dijo que las decisiones de alza de tasa del banco central mexicano deberá "ir en conjunto con ellos (Fed), precisamente a ese mismo paso" y añadió en otro momento de la entrevista que la inflación tocará su techo entre febrero y marzo próximo por lo que Banxico debe "mandar un mensaje de contundencia de que sí estamos preocupados por esta burbuja inflacionaria".

El próximo 10 de este mes la Junta de Gobierno decidirá si sube la tasa de referencia en 25 o 50 puntos base; mientras que la mayor parte de los analistas ya se decantan por una nueva subida de 50 puntos base.