A paso lento, retirada de estímulos fiscales a finales de año: Powell

En su discurso durante el Simposio de Jackson Hole, el presidente de la Reserva Federal adelantó que comenzarán a reducir su compra de bonos desde finales de año, pero no existe prisa para empezar a subir tasas.
29 Agosto, 2021 Actualizado el 29 de Agosto, a las 20:25
Jerome Powell ha dicho que la inflación es preocupante pero transitoria. (Foto: Kansas City Fed)
Jerome Powell ha dicho que la inflación es preocupante pero transitoria. (Foto: Kansas City Fed)
Arena Pública

El simposio de Jackson Hole inyectó calma a los mercados gracias al discurso del presidente de la Reserva Federal (Fed), Jerome Powell, quien adelantó a sus homólogos los próximos planes de política monetaria del organismo. 

El banquero central afirmó en su participación que la Fed probablemente comenzaría a reducir sus compras mensuales de bonos hasta finales de este año, pero insistió en que la Reserva no tiene prisa en comenzar el ciclo restrictivo a través del incremento de las tasas de interés pues la economía está yendo bien a pesar de los efectos de la variante Delta. 

El mensaje de la máxima autoridad de la Fed calmó la incertidumbre en los mercados bursátiles y a la vez a los analistas económicos que temían que una próxima reducción de compras de deuda, o tapering, causara en los mercados una reacción desordenada entre los inversionistas conocida como “Taper tantrum” que podría tener efectos devastadores en la economía. 

La compra de bonos por parte de los bancos centrales es una de las herramientas disponibles para alterar la cantidad de dinero existente en la economía y así poder conservar el valor del dinero en los niveles óptimos que considera el organismo.

El riesgo del taper tantrum fue controlado por la transparencia con que Powell se dirigió a los mercados, a diferencia del episodio original durante el año 2013, cuando el entonces presidente de la Fed, Ben Bernanke, redujo de tajo la compra de nuevos bonos, movimiento inesperado que causó caos. 

Los temores de la Fed sobre las afectaciones de un cambio brusco en la política monetaria están interiorizados en el propio mandato del organismo, que a diferencia de México es dual, es decir que debe proteger el poder adquisitivo de la moneda a la vez que procura el crecimiento económico. 

Por ello Powell ha señalado que no existe prisa alguna para terminar con la política monetaria expansiva mantenida desde el inicio de la pandemia, pues si bien, el PIB estadounidense ya se ha recuperado a niveles previos a la contracción de 2020 con su último aumento trimestral de 6.6%, aún existen riesgos a futuro. 

“Hoy en día, con la considerable holgura que sigue existiendo en el mercado laboral y la continuación de la pandemia, un error de este tipo podría ser especialmente perjudicial” dijo el presidente de la Fed. 

Empleo sigue debajo de su potencial

El empleo en los Estados Unidos (EU), uno de los principales indicadores que la Reserva supervisa con cautela, ha tenido un desempeño favorable pero continúa debajo de sus cifras prepandemia. 

Durante julio se crearon 943,000 empleos nuevos, la cifra más alta desde septiembre de 2020 y que colocó la tasa de desempleo en 5.4 %, su nivel más bajo desde marzo de 2020. Sin embargo, esta tasa sigue estando muy por encima del nivel de 2019, cuando el desempleo oscilaba alrededor de 3.5%, según datos de la Oficina de Estadísticas Laborales de los EU.

Pero no solo el número de desempleados sigue siendo alto sino la brecha entre las vacantes de trabajo disponibles ( un récord de 10,1 millones en junio) y las personas en búsqueda de empleo medidas en la tasa de participación que apenas y ha variado entre 61.4% al 61.7% desde el año pasado, incluso con la reapertura económica y el avance del esquema de vacunación. 

La carencia de trabajadores ha sido particularmente grave en los restaurantes, hoteles, cadenas de comida, supermercados, negocios de comercio minorista y la industria del esparcimiento, espacios que también concentran buena parte del trabajo migrante.

El rezago de este sector se debe a una combinación de factores. Por un lado, se trata del sector que ofrece tradicionalmente las menores remuneraciones en el mercado laboral, lo que hace poco convincente para la fuerza laboral arriesgarse a contagiarse por salir a trabajar o a descuidar a los hijos menores que continúan confinados en sus hogares. 

A ello se ha sumado la persistencia de apoyos al desempleo en varios estados, aunque incluso su retirada parcial o total en varios estados no ha mostrado señales contundentes de estar mejorando el número de nuevas contrataciones señaló un estudio de la Universidad de Massachusetts Amherst.

Inflación transitoria no amerita alza de tasas

Durante su discurso, el presidente de la Fed afirmó que la calma con la que dirigirá la política monetaria estadounidense se debe a que las expectativas de crecimiento económico de EU no han sido modificadas sustancialmente ni siquiera por la tercera ola de coronavirus. 

En julio pasado, el Índice de Confianza del Consumidor en los EU cayó desde el 81.2 de julio hasta 70.3 en agosto, unos de sus peores niveles en tiempo recientes, solo superado por los niveles registrados al inicio de la pandemia y durante la crisis del 2008. 

Además, el gasto del consumidor estadounidense tuvo una fuerte desaceleración al crecer solamente 0.4% en comparación al 1.1% registrado el mes anterior. La caída del indicador estuvo presionada por las intenciones de adquisición de vehículos automotor, idea cada vez menos atractiva para el consumidor debido a los altos precios de los carros y del combustible. 

La inflación, que en julio alcanzó 5.4%, ha estado presionada por el incremento de los vehículos primordialmente los usados, cuyas compras crecieron en meses previos ante condiciones económicas que imposibilitan la compra de vehículos nuevos pero a la vez presionaban a la población conseguir un transporte para volver a las actividades presenciales. 

Estos elementos en conjunto a los signos de desaceleración que ha mostrado la industria estadounidense han alertado a los analistas que temen un escenario en que la alta inflación se encuentre con una economía aún con altas cifras de desempleo y nuevas contracciones económicas. 

No obstante, Powell continúa defendiendo la postura de que la inflación actual será transitoria señalando que no está creciendo debido a un aumento generalizado de las mercancías sino por casos como el de los autos usados, cuyos fuertes incrementos distorsionan la medición del Índice de Precios al Consumidor.

Ante ello aclaró ante el simposio que a diferencias de la compra de bonos, los incrementos a la tasa de interés eran estudiados con una “diferente y sustancialmente más estricta evaluación”, por lo cual nuevos movimientos no están en la agenda próxima del organismo.

“Si un banco central restringe la política monetaria es respuesta a factores que resultarán ser temporales, los efectos de dicha política seguramente llegarán luego de superada la necesidad” dijo Powell.

Mensaje de Powell aclara la ruta al Banco de México

El simposio de Jackson Hole es el mayor evento de banqueros centrales con la presencia de funcionarios de varios países. Es organizado cada año por la Fed de Kansas, una de las 12 que componen la Reserva Federal, que por segunda ocasión decidió realizarlo de manera virtual debido a la persistencia de la pandemia. 

El mensaje de Powell es el punto más importante del evento debido a que la importancia económica de Estados Unidos afecta los flujos de inversión en los demás países conforme la Fed establece su política monetaria.

En su última minuta, el Banco de México señaló “la posibilidad de que muy pronto el Banco de la Reserva Federal normalice su programa de compra de activos, siendo un factor determinante para el comportamiento de los mercados financieros y la reacción del resto de los bancos centrales”.

A nivel regional, México, Chile y Brasil ya han iniciado un ciclo de alzas ante la persistencia de la alta inflación, aunque se han mantenido pendientes de las señales de la Reserva Federal. 

En México, los dos incrementos realizados tomaron en cuenta los efectos sobre los precios internos de la inflación externa -incluyendo EU- debido al intenso intercambio comercial que mantiene el país con el vecino del norte. Las dos decisiones recientes que tomó la Junta se dieron con votos divididos, en contraste con las decisiones en Chile y Brasil, debido a que dos de los subgobernadores defienden la percepción de la transitoriedad inflacionaria. 

En la minuta del 26 de agosto uno de los subgobernadores mencionó que posiblemente el último incremento fuera suficiente por el momento, lo que podría atenuar nuevas alzas de tasas. Marco Oviedo, analista económico independiente, recordó que al cierre del año el gobernador Alejandro Díaz de León, quien ha liderado la corriente hawkish de la Junta, será reemplazado por Arturo Herrera, afín a los dovish. 

Sin embargo, la posición de Herrera dependerá del contexto macroeconómico al que se enfrente al llegar al Banco de México, luego de la reducción de bonos anunciada por Powell. Oviedo pronosticó que si la Reserva Federal comienza a subir las tasas Banxico tendrá que ajustar, pero en caso contrario, la tasa quedaría en 5.50 por un tiempo.