Fed respira, momentáneamente, con inflación abajo de expectativas

Para analistas, citados por el WSJ, la leve reducción inflacionaria de agosto, a 5.3% anual, podría ser engañosa si se cree que quedaron atrás las presiones inflacionarias.
14 Septiembre, 2021 Actualizado el 14 de Septiembre, a las 14:56
La Oficina de Estadísticas Laborales de los Estados Unidos dio a conocer que la inflación de agosto aumentó 0.3% a tasa intermensual, después del 0.5% de julio (Foto: Pixabay)
La Oficina de Estadísticas Laborales de los Estados Unidos dio a conocer que la inflación de agosto aumentó 0.3% a tasa intermensual, después del 0.5% de julio (Foto: Pixabay)
Arena Pública

La Reserva Federal de Estados Unidos (Fed) tendrá más tiempo para considerar sus movimientos en la política monetaria gracias al nuevo dato de inflación.

La Oficina de Estadísticas Laborales de los Estados Unidos (BLS) dio a conocer que, en el octavo mes del año, el Índice de Precios al Consumidor para toda la Población Urbana (CPI-U) aumentó en 0.3% a tasa intermensual. Se trata de una desaceleración para la inflación con respecto al dato que se dio a conocer en julio pasado, de 0.5% intermensual. En el acumulado de 12 meses, la tasa fue de 5.3%, también un retroceso frente a la variación de 5.4% al séptimo mes del 2021.

Esta cifra está ligeramente por debajo de las expectativas de analistas consultados por Bloomberg. El consenso entre los economistas era de un incremento intermensual del 0.4% para agosto. Si se excluyen los bienes más volátiles de la economía (combustibles y agropecuarios), se registró una tasa de inflación del 0.1%, la más baja registrada desde febrero pasado. A una tasa anual, el incremento “base” de precios fue de 4% en la comparación anual.

Los componentes que más aumentaron de precio en agosto, según la misma BLS, son gasolinas (con un aumento intermensual de 2.8%), electricidad (1%) y gas transportado en pipas (1.6%). Del otro lado de la moneda, la reducción más significativa en el CPI-U se dio en servicios de transporte (-2.3%), seguida de caídas en los precios de automóviles y vehículos usados (-1.5%) y combustóleo (-2.1%).

Las cifras significarían un respiro para la política monetaria de la Reserva Federal estadounidense. En una entrevista con CNBC, Thomas Hayes, managing member de la firma de inversión Great Hill Capital LLC, asegura que “el hecho que [la inflación] haya llegado justo debajo de las expectativas da a la Fed la oportunidad de posponer la implementación de una política monetaria más estricta de septiembre hasta noviembre”.

Sin embargo, las presiones inflacionarias no solo no se han diluido, sino que los analistas creen que se mantendrán por un tiempo. "Es probable que hayan pasado las presiones máximas de la pandemia, pero siguen existiendo presiones significativas", dijo Aichi Amemiya, economista senior estadounidense de Nomura Securities, al diario The Wall Street Journal (WSJ).

Para el diario estadounidense si bien la inflación se enfrió levemente en agosto, las presiones derivadas de la escasez de mano de obra y de la cadena de suministros continuó elevando los precios. Este último factor ha sido clave en mantener el incremento de precios y lo seguirá por varios meses más, apunta el diario.

"La moderación de las presiones sobre los precios en agosto frente a julio no es necesariamente una señal de que el estallido de la inflación de los últimos meses esté disminuyendo para siempre, dijo Rosner-Warburton.Laura Rosner-Warburton, economista senior de MacroPolicy Perspectives. "Existe un riesgo creciente de que una mayor inflación agravada por las continuas fricciones en la cadena de suministro pueda hacer mella en la demanda el próximo año", dijo Rosner-Warburton, citada por el WSJ.

¿Por qué importa una lectura de la inflación menor?

Las estadísticas compartidas por la BLS parecen reforzar el discurso de la Fed, que ha defendido por varios meses que la inflación que se percibe ahora en Estados Unidos es un fenómeno transitorio.

La inflación en Estados Unidos, en la comparación anual, empezó a dispararse a partir de marzo de este año, cuando pasó a un incremento del 2.7% en los últimos 12 meses desde el 1.7% registrado en febrero del 2021. La tasa continuó subiendo hasta 5.4% anual en junio, y se mantuvo igual al mes siguiente.

De acuerdo con Adriana García, coordinadora de análisis económico en el colectivo de investigación México, ¿Cómo Vamos?, la situación de la inflación en Estados Unidos es particularmente delicada porque la Fed, al contrario de contrapartes como el Banco de México (Banxico), tiene una misión dual. Es decir, no solo se encarga de cuidar el poder adquisitivo de los ciudadanos. La Fed también “tiene un mandato para promover el pleno empleo. Y es en este segundo objetivo donde se ha  centrado su política monetaria, para reactivar el mercado laboral”.

En este sentido, el líder de la Fed, Jerome Powell, reafirmó a finales de agosto su convicción que las presiones sobre los precios al consumidor serían temporales.

Incluso comentó que subir las tasas para responder a esta inflación podría ser un error “particularmente dañino”, puesto que una decisión de este tipo podría parar en seco la recuperación económica del país.

Sin embargo, García hace notar que “en la última reunión  [de la Fed] vimos que empezó a haber menos fuerza en la recuperación, sobre todo en el sector servicios, por los golpes de las nuevas variantes de la COVID-19”. Desde entonces, apunta, Powell había dado a entender que adoptaría una posición más cautelosa, no solo con un posible aumento de tasas sino también con una disminución en la compra de activos de riesgo.

Ahora, con una lectura de inflación más favorable, la especialista concuerda que se podría postergar el inicio de las medidas de “tapering”, potencialmente hasta el año que entra si no se ven nuevas lecturas de inflación muy altas por varios meses seguidos.

Inflación en México

Con todo y el resultado de agosto, no solo en Estados Unidos se está percibiendo un aumento significativo en los niveles de precios. La inflación también muestra una tendencia persistentemente ascendente en México. Banxico ha reconocido que el componente subyacente (que engloba alimentos, mercancías y servicios cuyos precios son más estables en el tiempo) sigue mostrando crecimientos importantes en lo que va de 2021.

Pero al contrario de la Fed, la mayoría de los analistas esperan que la Junta de Gobierno del banco central mexicano tenga una respuesta proactiva ante el incremento de precios. El consenso de los analistas sobre el nivel de las tasas de interés para finales del año ha crecido rápidamente en los últimos meses y esa expectativa se mantiene para 2022,

La Secretaría de Hacienda y Crédito Público (SHCP) a través de su documento Criterios Generales, incluído en el Paquete Económico 2022, prevé que Banxico maneje una tasa de interés por arriba del 5% hacia finales del próximo año, significativamente más alta que la que existía previo a la crisis sanitaria. El consenso de los analistas es que la tasa objetivo cierre el año en 5.13%, mientras que para finales de 2022 prevén 5.50%, según la más reciente encuesta Citibanamex del 7 de septiembre.