El recorte a la hoja de balance, la otra estrategia monetaria de la Fed

La Fed incrementó su hoja de balance de 3.9 billones de dólares en 2020 hasta casi 9 billones en la actualidad; ahora quiere reducirla en un periodo tres veces menor que durante el último recorte.
15 Abril, 2022 Actualizado el 15 de Abril, a las 16:39
Fachada de la Reserva Federal. (Foto: The Federal Reserve System)
Fachada de la Reserva Federal. (Foto: The Federal Reserve System)
Arena Pública

Retirar liquidez de la economía con mayor celeridad, restringiendo aún más el crédito, es una vuelta de tuerca adicional junto al alza de las tasas, que está implementando la Reserva Federal en su lucha contra la inflación. 

La primera alza de tasas de la Reserva Federal (Fed) estadounidense captó la atención de mercados y autoridades económicas, sin embargo un proceso más discreto de recorte de la hoja de balance no debe pasar desapercibido en su plan de endurecimiento monetario.

El inicio del ciclo de alzas de la tasa de fondos federales inició el 16 de marzo pasado y las últimas minutas de la reunión de política monetaria del Comité Federal del Mercado Abierto (FOMC por sus siglas en inglés), anticipan que la próxima alza se dará el próximo mes de mayo en una magnitud, debatida entre los analistas, inclinada hacia los 50 puntos base. 

El comunicado así como los argumentos de los miembros del FOMC, añaden un toño hawkish -o restrictivo- sobre la ruta monetaria, la que no solo se basará en las alzas sino también en una decisión clave: la reducción de la hoja de balance de la Fed a un ritmo de 95 mil millones de dólares mensuales; lo que supondría una restricción adicional al crédito en la economía. 

La hoja de balance, es el estado de los activos y pasivos de la Reserva Federal que se conforma con compras de valores del gobierno, créditos otorgados a bancos y otras instituciones financieras y pasivos, los cuales incluyen saldos de reservas bancarias y del Tesoro depositados en la Fed, así como moneda estadounidense en circulación.

Es otra de las herramientas de política monetaria de la que dispone la Reserva Federal para hacer frente a la inflación en estos momentos, pero también -como sucedió a principios del 2020- una de las herramientas con las que el emisor central estadounidense buscó darle más liquidez al mercado inyectando dólares con la compra de distintos activos financieros.

Como medida para contrarrestar los efectos económicos de la pandemia de COVID-19, la Fed inició la estrategia conocida como Expansión Cuantitativa (Quantitative Easing, QE) en la que la hoja de balance pasó de un valor inicial de 3.9 billones de dólares hasta los casi 9 billones en la actualidad.

No es la primera vez que la Fed recurre al QE. Desde la crisis financiera del 2008, la hoja de balance ha crecido considerablemente con un incremento inicial de 925 mil millones a 2 billones 250 mil millones al año siguiente y un incremento paulatino pero considerable de 2 billones 850 mil millones en 2012 a 4.5 billones para 2015.

Por el contrario, los dos años previos a la pandemia fue un periodo en el que se aplicó la política monetaria contraria al adoptar un Ajuste Cuantitativo (Quantitative Thightening o QT), en la que la hoja de balance se redujo cerca de 750 mil millones de dólares. Bajo este precedente, el nuevo ritmo de desarme de la hoja podría alcanzar en tan solo 8 meses, lo que tomó dos años, tres veces más rápido. 

"El impacto combinado de las subidas de tipos y la reducción del balance llevarán la política monetaria a una posición más neutral a finales de este año" adelantó Lael Brainard, una de las gobernadoras de la Fed y próxima vicepresidenta del organismo.

Según las minutas del emisor central, los participantes de la última reunión de política monetaria “concordaron en su mayoría” en reducir hasta 60 mil millones sus tenencias en bonos del Tesoro y 35 mil millones de su tenencia en activos respaldados por hipotecas, por mes.

"Los participantes también acordaron en general que los objetivos podrían implementarse gradualmente durante un período de tres meses o un poco más si las condiciones del mercado lo justifican" señalan las minutas. 

¿Qué implicaciones tendrá para la economía?

Cómo una medida de política monetaria complementaria, se espera que la reducción de la hoja de balance sirva como artillería adicional para combatir a la creciente inflación en los Estados Unidos, que en marzo alcanzó 8.5% anual. 

El viraje hawkish de la Fed se dió meses después de que fuera rebasada la lectura inicial del máximo organismo de política monetaria de la transitoriedad inflacionaria.

Un agresivo ciclo de reducción de activos dentro de su hoja de balance genera preocupación a Wall Street debido al tamaño actual de la misma. Según datos de Bank of America (BofA), la hoja de balance de la Fed acumula un valor total cercano al 42% sobre el PIB de EE.UU. y es el más alto de su historia siendo más del doble que en todo el periodo entre 2015 y 2019.

"El QTserá negativo para los activos financieros" señalaron los analistas de BofA en una nota a sus clientes, y quienes proyectaron que el S&P500 se desplomará un 11% para finales de 2022, ante la posible recesión que el endurecimiento de la política monetaria podría provocar en los EU. 

No son los únicos ni los primeros en pronosticar una recesión en la economía más grande del mundo. Deutsche Bank fue el primer banco de inversión global en predecir una recesión en EU para finales de 2023 y desde entonces el sondeo de economistas elaborado por el Wall Street Journal incrementó su probabilidad de recesión en los próximos 12 meses a 28%, desde el 13% del año anterior.

La Fed ha respondido a las preocupaciones negando la posibilidad de un escenario de ese tipo. El presidente de la Fed de Filadelfia, Patrick Harker, aseguró recientemente en ese sentido que pese al ritmo planeado para el recorte la hoja de balance, no sería tan agresivo para empujar a los EU a una recesión.