Elecciones 2018 y tipo cambiario debilitan a México en renegociaciones del TLCAN
México es débil y por eso le toca ceder.
La sexta ronda de renegociaciones del Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN) iniciarán el próximo 23 de enero y el equipo mexicano ya está torciendo el brazo ante las solicitudes de Estados Unidos.
Principalmente por el apremio que representa terminar las negociaciones antes de las elecciones de julio 2018, así como la debilidad del peso ante la posible salida de EU del mismo tratado.
La muestra está en el cambio de perspectiva del equipo mexicano ante la modificación de las reglas del contenido de los automóviles y otros productos del sector automotriz tengan una mayor cantidad de piezas creadas en la región que corresponde a los tres países.
Pues lo que primero era un enérgico “No” en relación con el aumento de las partes de origen regional automotriz, ahora se ha tornado en un “tenemos que ser sensibles” por parte del secretario de economía Ildefonso Guajardo.
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Ildefonso Guajardo en Reunión de Embajadores y Cónsules 2018.
Durante su participación del 9 de enero en la Reunión de Embajadores y Cónsules 2018, el secretario aseguró que la solución para que cada uno de los tres países gane alguno de sus objetivos se encuentra en la regla de origen fortalecida en el contenido regional automotriz.
Una regla que Estados Unidos propuso modificar para que ya no fuera el 62.5% de un auto lo que estuviera producido en la región, sino el 85%, de lo cual el 50% debería ser hecho en EU y el 35% restante en Canadá o México.
Si bien, el secretario no habló en relación con la cuota nacional que le tocaría producir a México, aceptar este trato iría en contra de los reclamos de los representantes del sector automotriz en el país.
El presidente de la Asociación Mexicana de la Industria Automotriz (AMIA), Eduardo Solís declaró al periódico El País, que aceptar una regla así “no solo es inaceptable, también es inalcanzable”.
Asegurando que esa clase de propuestas “fueron elaboradas en el escritorio de alguien que no sabe cómo se fabrican los vehículos en un mundo globalizado”.
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La meta es no depreciar el peso
La debilidad del peso es latente, tan solo basta con observar los 25 centavos que subió el precio del dólar tras la publicación de declaraciones de funcionarios canadienses no identificados sobre su convencimiento de la salida de EU del tratado.
Medios como Reuters y The Wall Street Journal publicaron el 10 de enero que dos fuentes gubernamentales habían comentado que EU pretendía retirarse del TLCAN en los próximos días de enero, presionando el tipo de cambio.
La depreciación del peso es ya uno de los riesgos que mayor temen los funcionarios del Banco de México por el efecto que tiene en la inflación, de cuerdo con la más reciente minuta de política monetaria publicada por la institución en diciembre de 2017.
Con las elecciones y la negociación del TLCAN por delante incertidumbre se convertirá en una palabra popular.
Y la salida de Estados Unidos del TLCAN es uno de los factores que podrían incidir fuertemente en el tipo cambiario, aunque no el único.
También están las elecciones de julio 2018, asegura Banxico, por lo que no es conveniente tener dos espadas colgando sobre la cabeza de la moneda mexicana.
En suma, de cruzarse las elecciones y las renegociaciones, se complicaría la aprobación de cualquier propuesta para el tratado debido a los intereses políticos.