Estadios de sangre, mil 228 mueren en trabajos para cuatro Copas Mundiales

La FIFA prometió contar con requerimiento de derechos humanos para la selección de futuras sedes, probablemente por los casos de muertes de trabajadores dados a conocer en Rusia y Catar.
28 Julio, 2017 Actualizado el 28 de Julio, a las 14:29
Se pierden vidas para poder celebrar uno de los eventos internacionales más importantes: la Copa del Mundo
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Arena Pública

¿Cuánto cuesta llevar a cabo un Mundial de Futbol?

Económicamente Brasil 2014, el más caro de la historia, costó lo equivalente a 147 mil 878 millones de pesos. En cantidad de trabajadores la respuesta es nueve.

Durante la construcción de los estadios que albergaron al evento más importante del futbol siete trabajadores fallecieron debido a accidentes laborales y dos por condiciones extenuantes, sus familias reportaron jornadas de semanas completas.

En los dos últimos mundiales, Sudáfrica 2010 y Brasil 2014, murieron 11 trabajadores en el proceso de preparación de estos eventos.

Sin embargo, Rusia 2018 y Catar 2022 suman ya mil 217, una cifra 110 veces mayor que los dos mundiales anteriores y aún no se llevan a cabo.

 

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La preocupación por el número de fallecidos no es menor, pues un reporte del gobierno catarí deslindó de responsabilidades al gobierno al señalar que no había forma de asegurar que las muertes estaban expresamente relacionadas con la construcción de los estadios.

A pesar de que organizaciones como Human Rights Watch y la Confederación Sindical Internacional (ITUC por sus siglas en inglés) fueron quienes presentaron las cifras.

No existen estadísticas transparentes del gobierno de Catar que clasifiquen las muertes de acuerdo con sus causas, además se desconocen las investigaciones y autopsias post-muerte para la toma de medida preventivas.

La ITUC aseguró que hasta marzo de 2014 mil 200 trabajadores habían muerto en la construcción de estadios como el Al Wakrah, uno de los nueve a 12 estadios que serán construidos y/o remodelados para la Copa Mundial de Catar, y que para 2022, año del mundial, podrían llegar a 4 mil decesos.

 

Los preparativos para festejar la Copa del Mundo dejan una alta suma de muertes.

 

Las 17 muertes restantes fueron reportadas por Human Rights Watch en su investigación Tarjeta Roja, sobre las condiciones laborales de los obreros que construyen los estadios para Rusia 2018, publicada el 14 de junio de 2017.

Estas muertes fueron informadas con anterioridad por la Organización Internacional de Trabajadores de la Construcción y la Madera, acompañadas de comentarios sobre sus preocupaciones ante el incremento en el número de muertes de trabajadores de los estadios de la Copa Mundial, así como de sus condiciones laborales.

Tanto los trabajadores de Catar como los de Rusia tienen un perfil específico: son en su mayoría migrantes de bajos recursos de países como Bielorrusia, Tayikistán, Kirguistán, Uzbekistán y Ucrania en el caso de Rusia; de Nepal, India, Bangladesh y las Filipinas para Catar.

Estos trabajadores son vulnerables al abuso, la explotación y a trabajos sin contratos y pagos retrasados, problemas que también fueron reportados por Human Rights Watch.

 

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El papel de la FIFA

La Federación Internacional de Futbol Asociación (FIFA) en colaboración con las autoridades rusas establecieron un programa para monitorear las condiciones laborales en los espacios deportivos que serán sedes de la Copa Mundial Rusia 2018.

Las muertes, la falta de contratos y los pagos irregulares demuestran el trabajo que aún falta por hacer.

Ni la FIFA ni las autoridades rusas han hecho públicos los resultados de los monitoreos de seguridad o las precauciones que se toman para lugares con climas extremos como Ekaterimburgo, al oeste de Rusia, donde los trabajadores construyen una arena en medio de un clima entre -25C° y -30C°, afirma el reporte de Human Rights Watch sobre Rusia.

En mayo de 2016 la FIFA anunció que el respeto por los derechos humanos sería parte de los requerimientos para seleccionar las próximas sedes de la Copa Mundial, lamentablemente ni Rusia, ni Catar fueron objeto de estos requerimientos.

 

Construcción del estadio de Ekaterimburgo, Rusia. 

 

Ser la sede de un evento de clase mundial como lo son la Copas Mundiales de futbol o los Juegos Olímpicos implica inversiones y ganancias de miles de millones de dólares.

Lo que incrementa el predecible riesgo de coartar los derechos humanos de los trabajadores, asegura John Ruggie, profesor en Derechos Humanos y Asuntos Internacionales en la Escuela Kennedy de Gobierno, en Estados Unidos.

Tan solo Brasil 2014 tuvo un ingreso turístico de 28 mil 111 millones de pesos durante los dos meses del mundial y Sudáfrica un total de 4 mil 950 millones de pesos en 2010.

 

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Los juegos olímpicos no se quedan atrás

Sólo los juegos de verano de Sydney 2000 hasta Río de Janeiro 2016 cobraron la vida de 32 trabajadores y en marzo de 2017 Tokio 2020 ya tuvo a su primera víctima, un joven de 23 años que se suicidó tras 200 horas de trabajo extra en dos meses, cuando el límite permitido por el gobierno japonés es de 80 horas.

Sólo Londres 2012 estuvo exento de muertes y la construcción del parque olímpico recibió un premio de la Real Sociedad de Prevención de Accidentes por haber sido la construcción olímpica más segura de la historia.

Hecho que demuestra que es posible llevar a cabo un evento de este calibre sin tener que pagar con una sola vida humana. 

 

 

MÁS INFORMACIÓN: El caso contra Catar, ITUC, 2014. 

MÁS INFORMACIÓN: Trajeta roja, explotación de obreros en los estidios del mundial Rusia 2018. Human Rights Watch, 2017. 

MÁS INFORMACIÓN: Trabajadores migrantes en el sector de la contrucción en el estado de Catar, DLA Piper, abril 2014.

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