El caso Khashoggi en Arabia Saudita: cuando la violencia espanta a la inversión tecnológica

La desaparición del periodista Jamal Khashoggi, presuntamente causada por el gobierno saudí, ha ocasionado la fuga de capitales extranjeros que estaban encaminados a proyectos tecnológicos.
17 Octubre, 2018 Actualizado el 17 de Octubre, a las 08:56
Compañías como Uber y Y Combinator se han distanciado de negocios en Arabia Saudita debido a la desaparición del periodista Jamal Khashoggi (Foto: @Woodinho97)
Compañías como Uber y Y Combinator se han distanciado de negocios en Arabia Saudita debido a la desaparición del periodista Jamal Khashoggi (Foto: @Woodinho97)
Arena Pública

Si existe un ejemplo reciente de cómo la violencia gubernamental puede poner en riesgo la inversión y el desarrollo tecnológico, ese es Arabia Saudita.

A pesar de los constantes señalamientos en contra del gobierno saudí por parte de organizaciones defensoras de derechos humanos como Amnistía Internacional y Human Rights Watch, el país había logrado atraer inversiones de tecnológicas como Uber y la incubadora de startups Y Contributor.

No obstante, la desaparición de un periodista saudí parece haber sido la gota que derramó el vaso y que echó a andar una serie de rechazos por parte de tecnológicas y empresas de medios hacia el gobierno del país árabe.

 

Te puede interesar: En riesgo proyecto saudí de megaciudad futurista por desaparición de periodista, 12 de octubre de 2018

 

El 3 de octubre de 2018, el Washington Post reportó la desaparición de Jamal Khashoggi, un reconocido periodista de Arabia Saudita que contribuía como columnista para el diario.

Khashoggi fue visto por última vez entrando al consulado saudí en Estambul, Turquía. El hecho levantó sospechas debido a que el periodista era conocido por ser crítico de la realeza saudí, particularmente del príncipe Mohámed bin Salmán.

Las sospechas aumentaron cuando oficiales turcos contactaron a las autoridades estadounidenses con presunta evidencia -audio y video- de que Khashoggi fue torturado y asesinado en el consulado, reportó el Post el 11 de octubre.

Hasta el momento no se ha aclarado el paradero de Khashoggi, y tampoco se han hecho públicas pruebas contundentes que vinculen a las autoridades de Arabia Saudita con su desaparición. Sin embargo, la noticia no tardó en hacer efecto  en los planes e inversiones del país árabe.

Dara Khosrowshahi, presidente ejecutivo de Uber, anunció  el 12 de octubre que no asistiría a la Iniciativa de Inversión Futura  -un fórum para inversionistas auspiciado por la realeza saudí y que tiene como uno de sus principales enfoques el desarrollo tecnológico sustentable- como protesta contra la desaparición de Khashoggi.

A este se le unió Bob Bakish, el CEO del conglomerado mediático Viacom. No tardaron en seguirle  Jamie Dimon, CEO de JPMorgan Chase; Steve Case, co-fundador de la proveedora de internet AOL; Diane Greene, jefa ejecutiva del servicio Google Cloud; y  Zanny Minton-Bedoes, editor en jefe de The Economist, reportó la prensa internacional.

Cabe señalar también que el Washington Post pertenece a Jeff Bezos, fundador y dueño de Amazon.

El foro auspiciado por la realeza de Arabia Saudita no es el único proyecto de la realeza del país que ha sufrido fugas.

Figuras de peso en el sector tecnológico como Sam Altman (presidente de la incubadora Y Combinator) y Dan Doctoroff (CEO de la subisidiaria de Alphabet, Sidwalk Labs) se han retirado de sus puestos como consultores e inversionistas de NEOM, el proyecto de ciudad futurista del gobierno saudí.

Al 16 de octubre de 2018, son 21 las personas que se han desvinculado del foro de inversión saudí en protesta por la desaparición Khashoggi, informó el portal Axios.

 

El costo de la violencia gubernamental

No extraña que la mera percepción de violencia gubernamental en Arabia Saudita haya sido suficiente para espantar capitales extranjeros que habrían sido un apoyo crucial para proyectos de investigación y desarrollo en el país.

“La guerra y la violencia no solo cuestan vidas. Tienen un impacto económico también”, señala Foro Económico Mundial en su página oficial en una publicación del 25 de junio de 2018.

Según el último reporte del Índice de Paz Global -publicado en junio de 2018-, la violencia tuvo un costo aproximado de 14.8 billones de dólares en la economía mundial en 2017.

 

MÁS INFORMACIÓN: Las compañías que han alejado de negocios en Arabia Saudita por el caso Khashoggi, Axios, 12 de octubre de 2018