Tasas de interés, ¿en pico o en pausa?

Hace no mucho algunos analistas esperaban que las tasas iniciaran su descenso en septiembre, quizá en noviembre; ahora puede ser que hasta fines de año, o quizá en los inicios de 2024.
7 Junio, 2023
Jerome Powell (izq), presidente de la FED, y Ben Bernanke, ex presidente de la FED, el 19 de mayo pasado (Foto: Twitter Federal Reserve)
Jerome Powell (izq), presidente de la FED, y Ben Bernanke, ex presidente de la FED, el 19 de mayo pasado (Foto: Twitter Federal Reserve)
Econokafka

Como decía el beisbolista Yogi Berra, “es difícil hacer predicciones, especialmente acerca del futuro”. Una vez más, esto quedó fehacientemente demostrado en el terreno de la economía y las finanzas en general, y con respecto a las tasas de interés en particular.

 

Pico o no pico

Hace pocas semanas, más bien días, dichas tasas en Estados Unidos (y México, que en mucho espejea a la Reserva Federal) habían, o al menos eso pensaban muchos, llegado a la famosa “tasa pico” (“peak rate”). Esto fue prudentemente presentado por ambos bancos centrales como una pausa y no una decisión definitiva, pero se entendía que lo más probable es que ya no hubiera movimientos al alza, que con el nivel actual sería suficiente para reducir la inflación a los niveles que buscan las autoridades monetarias correspondientes. Esto es, alrededor de 2% en Estados Unidos; cerca de 3% en México.

Las tasas ciertamente han subido dramáticamente con respecto a los mínimos observados durante la pandemia, en que se temía incluso una deflación ante el brutal colapso de la actividad económica (sobre todo en Estados Unidos y la Zona Euro). De 0.25% en Estados Unidos, a 5.25%, esto es, veinte veces el piso original. En México de 4.00% a 11.25%, casi tres veces el nivel, pero además mucho más elevadas que en EE. UU., aunque la inflación en México no llegó a niveles tan altos, gracias al masivo sacrificio fiscal (incluyendo un subsidio) a la gasolina durante 2022 (un monto estratosférico de 397 mil millones de pesos).

Ese ascenso que parecía imparable se interrumpió por el impacto en ciertos bancos regionales importantes en Estados Unidos, con un contagio hacia Credit Suisse en la Confederación Helvética. Todo indica que no habrá mayores problemas en el sector bancario, mientras que las inflaciones (sobre todo en su medición subyacente) siguen elevadas y no mostrando fuerte tendencia a la baja. Por ello, el nivel actual de tasas puede no ser el pico. Nadie espera ya fuertes subidas, aunque un cuarto de punto o hasta medio punto en Estados Unidos, y algo similar en México, se está barajando. Esto es, niveles cercanos al 6% y al 12%, respectivamente.

 

Tiempo en la cima

A eso hay que agregar el tiempo que las tasas estarán en sus respectivos máximos. Por lo menos deben cumplirse dos condiciones:

* Que la inflación se haya reducido a los niveles deseados, o el descenso correspondiente está convergiendo claramente hacia ese nivel.

* Que las expectativas de inflación futura se ubiquen, esto es, se hayan “anclado”, en esos niveles deseados.

Hace no mucho algunos analistas esperaban que las tasas iniciaran su descenso en septiembre, quizá en noviembre. Ahora puede ser que hasta fines de año, o quizá en los inicios de 2024, pero lo primero es que efectivamente se tenga certeza de que se llegó al pico y que no se trata de una pausa antes de un nuevo ascenso.

Hay un elemento adicional que explica que quizá se tengan que subir más las tasas: las economías no se han desacelerado tanto como se esperaba. Esto es, se ha mantenido un crecimiento relativamente fuerte a pesar de la baja inflacionaria, el tan deseado “aterrizaje suave” (soft landing). Sería una maravillosa noticia si no fuese porque quizá ese crecimiento explique, al menos en parte, que la baja inflacionaria no ha sido como se esperaba.

Sobre lo que no hay duda es que los bancos centrales tienen la estrategia o receta perfectamente clara: aumentar las tasas de interés y mantenerlas elevadas lo que sea necesario, sacrificando el crecimiento económico de corto plazo (y el empleo) que esa postura monetaria implique. No es poco, dado que fue una lección que tomó años aprender en el último cuarto del siglo XX. En ese sentido, los banqueros centrales no se tropezarán con la misma piedra en su camino a la cima monetaria y su meta inflacionaria.

Sergio Negrete Cárdenas Sergio Negrete Cárdenas Doctor en Economía por la Universidad de Essex, Reino Unido. Licenciado en Economía por el ITAM. Licenciado en Ciencias de la Comunicación por la UNAM. Profesor-Investigador en el ITESO. Fue funcionario en el Fondo Monetario Internacional (FMI) y en el Gobierno de México.

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