Años de educación perdidos

Con la pandemia, los años de escolaridad esperada alcanzaron los niveles más bajos desde que es medido y no hay perspectiva de una pronta recuperación.
1 Junio, 2022

La pandemia no sólo ha costado años de vida. También ha significado un menor aprendizaje en las escuelas.

Tres meses después de iniciada la pandemia en México, el Banco Mundial estimaba que en el país los años de escolaridad efectiva caerían de 8.8 años a 7, es decir de casi secundaria completa a primero de secundaria. Este pronóstico quedó corto. Recientes cálculos de investigadores del Centro de Estudios Espinosa Yglesias sitúan la pérdida de escolaridad efectiva promedio en al menos dos años y dos meses, con lo que el retroceso en la escolaridad alcanza 24%.

Más alarmante es el estancamiento en los años de escolaridad esperados. Aunque antes de la pandemia los estudiantes terminaban con un aprendizaje equivalente a secundaria completa, para ello requerían pasar en las aulas, en promedio, 14 años, sin contar preescolar, es decir hasta el segundo año de licenciatura.

Durante la pandemia, en el ciclo escolar 2020-2021 estos años de escolardad han caído a 13.8, y con ellos el aprendizaje efectivo, y se espera permanezcan en este nivel en el ciclo 2021-2022, de acuerdo a la edición más reciente de las “Principales cifras del sistema educativo nacional” de la Secretaría de Educación Pública.

Los años de escolaridad esperada para los estudiantes muestran de forma indirecta los conocimientos y aptitudes que pueden adquirir y desplegar los miembros de una sociedad en el futuro. Son indicativos de su bienestar y también base de su posible productividad cuando entren al mercado de trabajo. Este indicador ya había sufrido un estancamiento entre 2015 y 2018, para luego retroceder en el ciclo escolar 2018-2019 dos meses. Con la pandemia, el indicador a alcanzado los niveles más bajos desde que es medido y no hay perspectiva de una pronta recuperación.

Los pronosticos del Banco Mundial sobre la pandemia, contenidos en su documento “Simulating the Potential Impacts of the COVID-19 School Closures on Schooling and Learning Outcomes: A set of Global Estimates”, no están tan errados si sólo se considera el primer impacto de la pandemia sobre los años efectivos de escolaridad.

Tanto este documento como el de Monroy-Gómez-Franco, Vélez-Grajales y López-Calva “The potential effects of the COVID-19 pandemic on learnings” publicado en International Journal of Educational Development en mayo de 2022, muestran que el cierre de escuelas tuvo como consecuencia inmediata la pérdida de una escolaridad efectiva superior a un año, pero inferior a dos, ante un escenario de poca eficacia de las clases a distancia.

Las particulares dificultades que tuvieron los alumnos mexicanos para el aprendizaje remoto se observan en que, según las cifras del Banco Mundial desglosadas por el Instituto Mexicano para la Competitividad, México fue uno de los tres países de América Latina con mayor reducción de los escolaridad efectiva, tan sólo detrás de Chile y Trinidad y Tobago, y empatado con Costa Rica y Colombia. Incluso Guatemala, que comparte frontera y algunas características del sureste mexicano, la región más pobre del país, habría tenido menores pérdidas educativas que el país. En el sureste de México, el segundo estudio estima la magnitud de la caída de largo plazo en la escolaridad efectiva en más de tres años.

Para 2022, se calcula que la escolaridad esperada de los estudiantes supere en 3.9 años a la ya alcanzada por aquellos de treinta años o más. Esta medida de movilidad educativa es menor a la que se tenía en 2018, cuando se esperaba que quienes estudiaban llegaran a superar la escolaridad de los de treinta o más en 4.7 años.

Así como se sufrió una reducción en la esperanza de vida con la pandemia, se está padeciendo una reducción en la escolaridad esperada para los estudiantes, en años totales y efectivos, con la diferencia de que esta última será más difícil de recuperar en el tiempo, pues no es una cuestión de un virus que se extingue sino de oportunidades de estar en la escuela que no regresan.

Rodolfo de la Torre Rodolfo de la Torre Actualmente es Director de Movilidad Social del Centro de Estudios Espinosa Yglesias (CEEY). Ha sido coordinador de la Oficina de Desarrollo Humano del Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo, Director del Instituto de Investigaciones para el Desarrollo con Equidad de la Universidad Iberoamericana, y Director de El Trimestre Económico, del Fondo de Cultura Económica (FCE). Fue parte del Comité Técnico para la Medición de la Pobreza en México. Es economista por el ITAM, y maestro en Filosofía de la Economía por la Universidad de Oxford.

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