"El regreso seguro a las aulas no basta": CEEY

El gobierno federal debe atender los rezagos y las desigualdades educativas generadas por la pandemia, ante los graves riesgos educativos y la ampliación en las desigualdades de oportunidades que enfrentan millones de niños, advierte el centro de investigación.
20 Junio, 2021 Actualizado el 20 de Junio, a las 13:46
“La educación a distancia no puede reemplazar la realizada en la escuela. Todas las métricas de aprendizaje empeoran drásticamente bajo este esquema”, dice el CEEY (Foto: Gobierno del Edo de Morelos)
“La educación a distancia no puede reemplazar la realizada en la escuela. Todas las métricas de aprendizaje empeoran drásticamente bajo este esquema”, dice el CEEY (Foto: Gobierno del Edo de Morelos)
Arena Pública

La pandemia amplió aún más los rezagos educativos y la desigualdades de oportunidad, amenazando el futuro de millones de niños en México.

Un documento de análisis del Centro de Estudios Espinosa Yglesias (CEEY), que evalúa el impacto de la pandemia del coronavirus sobre el sistema educativo del país, concluye que los riesgos educativos se exacerbaron en las zonas del país con mayores rezagos preexistentes", de allí que el centro apunta a que "los costos potenciales de la pandemia debería llevar a ir más allá de la simple reanudación de clases presenciales, y concentrarse en atender los rezagos educativos acumulados y las mayores desigualdades generadas".

Las consecuencias sobre la educación de millones de niños y jóvenes por el cierre presencial de las escuelas en el país durante ya más de un año, aún se desconocen. Debido a la pandemia del Covid-19, el 16 de marzo del año pasado el gobierno federal determinó suspender las clases presenciales en todas las escuelas del país, reemplazándolas por clases virtuales a través de la televisión e internet. Sin embargo los especialistas advierten sobre los graves impactos sobre el aprendizaje y la desigualdad de oportunidades futuras de esta irrupción educativa que se acumuló a los rezagos históricos en algunas regiones del país.   

"El regreso seguro a las aulas no basta", sentencia el documento La educación ante la pandemia de COVID-19. Vulnerabilidades, amenazas y riesgos en las entidades federativas de México, elaborado por Rodolfo de la Torre, director de Desarrollo Social con Equidad del CEEY, en momentos en que la respuesta del gobierno federal ante las consecuencias educativas por el Covid parece limitarse al regreso presencial a clases.

Para el CEEY, un centro especializado en el análisis de las políticas de movilidad social en México, "el gobierno federal debe centrar la reactivación del sistema educativo en la recuperación del rezago en aprendizaje que ha generado la pandemia de COVID 19. El regreso seguro a las aulas no basta. Las sencillas condiciones para volver a impartir clases en las escuelas son insuficientes. Compensar los daños por la disrupción en la enseñanza requiere creatividad, como la desplegada en algunas entidades federativas", apunta.

Riesgos educativos y educación a distancia, lastres

El análisis presentado la semana pasada expone la desigualdad con la que la pandemia afectará el desarrollo educativo de los estudiantes en los distintos estados de la república, haciendo énfasis en los efectos a mediano y largo plazo sobre la movilidad educativa de la población.

De acuerdo al maestro en Filosofía de la Economía por la Universidad de Oxford y responsable del estudio, Rodolfo de la Torre, el riesgo educativo en los estados se ve potenciado por el estado de vulnerabilidad -identificado por altas tasas de abandono, relación entre número de alumnos y maestros, bajo gasto en educación per capita, entre otros; junto al nivel de amenaza debido a la agresividad de la pandemia en cada una de las entidades federativas. Así, los estados en mayor riesgo son aquellos que combinan condiciones preexistentes de pobreza y falta de infraestructura educativas, junto a un gran número de contagios o de muertes por la enfermedad.

En esa condición de alto riesgo educativo se encuentran estados como Guanajuato, San Luis Potosí y Tabasco, mientras la Ciudad de México y Chiapas son los de menor riesgo, debido a que la primera goza de baja vulnerabilidad, mientras que la segunda de un bajo nivel de amenaza.

Según el Censo Nacional de Población y Vivienda 2020, en el país 48% de la población no cuenta con internet y el 55.7% no tiene computadora, por que los efectos de la adopción de esquemas de educación a distancia repercutieron en la creación de rezagos educativos entre aquellos alumnos que podían tomar clases desde la comodidad de su hogar y aquellos que tienen dificultades de acceso a los contenidos educativos.

El riesgo educativo sumado a los efectos de la educación a distancia supone un lastre a la movilidad educativa intergeneracional en cuanto intensifica la estamentación de los estudiantes según el quintil educativo de sus padres. El 44% de los estudiantes cuyos padres no superaron el primer quintil no saldrá de este nivel. San Luis Potosí es un claro ejemplo, pues además de ser uno de los estados con mayor riesgo es también uno de los estados con mayor desigualdad de oportunidades derivada del nivel educativo, espacio en el que también se incluyen Jalisco, Colima, Estado de México, Chihuahua y Querétaro.

Según De la Torre, “la educación a distancia no puede reemplazar la realizada en la escuela. Todas las métricas de aprendizaje empeoran drásticamente bajo este esquema”, ejemplificando el caso de la pobreza de aprendizaje -cuando un niño no puede comprender lo que lee- que podría incrementarse a dos de cada tres niños ante la ausencia de educación presencial.

El estudio concluye que el proceso de reanudación de las clases presenciales debe considerar antes la necesidad de remediar los rezagos educativos derivados de la pandemia en la educación de los estudiantes para no profundizar la ya alta desigualdad en la movilidad educativa intergeneracional.

El 19 de mayo el gobierno de la Ciudad de México determinó el regreso voluntario a las clases presenciales en las escuelas de la capital del país ante la eventualidad de un cambio en el semáforo epidemiológico del color amarillo a verde, que finalmente ocurrió con el anuncio del 4 de junio. Sin embargo dos semana después, el viernes pasado, se anunció el regreso al semáforo amarillo y la nueva suspensión de las clases presenciales en las escuels de la capital del país. Los críticos han señalado a razones políticas y electorales en estas decisiones del gobierno en materia de salud y de la operación de las escuelas. 

Necesario esquema de aprendizaje permanente: OCDE

La Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE) amplió el llamado a resarcir las brechas educativas generadas para el coronavirus no solo en los niveles escolares tradicionales sino hacia esquemas de aprendizaje permanente.

Según señala la organización en su reporte Perspectivas OCDE de las competencias: Aprendizaje para la vida, la pandemia del COVID 19 aceleró la necesidad de la población adulta para mantener una tendencia de actualización

En 2019 la encuesta del Programa Internacional para la Evaluación de las Competencias de la Población Adulta mostró que el rápido desarrollo tecnológico de la última década, principalmente en las Tecnologías de la información y comunicación (Tics) así como en la robótica e inteligencia artificial, ponen en riesgo los empleos de hasta 14% de los trabajadores, además que 32% de ellos verá afectado su modelo de trabajo.

Con el distanciamiento social derivado de la pandemia, los esquemas de teletrabajo se impusieron en distintas empresas del sector forzando a los trabajadores a adaptarse a Tics muchas veces desconocidas para ellos anteriormente y/o adquirir nuevo equipamiento.

En México, producto del choque con el nuevo esquema laboral en línea, se aprobó la modificación a la Ley Federal del Trabajo en materia de Teletrabajo que establece en su Artículo 330 E, párrafo VIII la obligación del patrón para capacitar a los empleados en el uso de las Tics que se utilizaran.

Sin embargo, el aprendizaje permanente está estrechamente ligado al nivel de educación previo de la población. Dentro de los países que forman parte de la OCDE, únicamente dos de cada 10 adultos con bajo nivel educativo participan en actividades de formación formal o capacitación en el trabajo, en comparación con seis de cada 10 adultos con alto nivel educativo.

En México la cifra empeora, pues menos del 25% de los adultos participa en formación permanente para el trabajo, cifra similar a países como Italia, Grecia y Turquía y contrastante con más del 55% en los países nórdicos como Dinamarca, Finlandia, Noruega, y Suecia, así como en Nueva Zelanda.

 

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