Cambios por el nuevo aeropuerto, detrás de los mayores retrasos en el AICM
Los cada vez mayores retrasos de los vuelos que salen y llegan al Aeropuerto Internacional de la Ciudad de México (AICM) serían producto del controversial rediseño del espacio aéreo para "acomodar" al Aeropuerto Internacional Felipe Ángeles (AIFA) que será inaugurado el lunes 21 por el presidente Andrés Manuel López Obrador.
Entre el 13 y el 16 de marzo pasados, al menos 300 vuelos diarios llegaron o partieron de las instalaciones después de lo planeado, de acuerdo con las estadísticas diarias de la plataforma FlightAware. El jueves 10 de marzo, esta cifra se incrementó a poco más de 511 rutas de llegada o de salida que presentaron retrasos en el AICM. Tomando en cuenta las estadísticas de solo estos cinco días, en promedio el 33% de los vuelos de salida y el 42% de los de llegada sufren de atrasos.
AICM | Salidas retrasadas | % retrasos respecto al total de salidas | Llegadas retrasadas | % de retrasos respecto al total de llegadas | Total de retrasos |
10/03/2022 | 215 | 39 | 296 | 55 | 511 |
13/03/2022 | 159 | 31 | 211 | 41 | 370 |
14/03/2022 | 187 | 33 | 252 | 45 | 439 |
15/03/2022 | 139 | 28 | 178 | 35 | 317 |
16/03/2022 | 186 | 34 | 182 | 34 | 368 |
Fuente: Elaboración propia con datos de FlightAware
Para los expertos consultados, la incorporación del Aeropuerto Internacional Felipe Ángeles (AIFA) al espacio aéreo del Valle de México estaría detrás de estos retrasos. Desde marzo del 2021 el Gobierno de México, a través de la Secretaria de Comunicaciones y Transportes (SCT), implementó la primera fase de modernización y reestructura de las rutas de navegación de aeronaves sobre la zona, con la intención expresa de implementar nuevos sistemas tecnológicos avanzados basados en satélite.
Sin embargo, “la razón escondida era alejar lo más posible los procedimientos de vuelo del AICM de la base de Santa Lucía, que se iba a convertir en un aeropuerto civil”, dice María Larriva, controladora de tráfico aéreo y asesora en aviación.
La implementación de este plan, argumenta Larriva, tuvo varias fallas, incluyendo “rutas que son mucho más largas que antes del rediseño […] las llegadas están más cerca de la orografía, lo que hace que los procedimientos de control y la operación de aviones se vuelve inflexible […]. Es decir, si van llegando dos aviones y no tienen una separación de al menos cinco millas [por el espacio más restringido], a uno de los dos lo van a mandar al aire. No caben […].Entonces hay demoras en el aeropuerto de origen, luego en vuelo, y luego en el destino”.
Lo retrasos son un problema que históricamente han afectado al Aeropuerto Benito Juárez. Desde 2019, previo a la pandemia de COVID-19, la SCT trabajaba arduamente para incrementar la capacidad de servicio a las aeronaves que llegaban a las instalaciones, solicitando inversiones adicionales para expandir el espacio de almacenamiento de aviones para dinamizar el movimiento de unidades en la pista.
Sin embargo, no se podría explicar este alto nivel de retrasos en los vuelos del AICM solo con el caos histórico y la constante necesidad de expandir operaciones que ha tenido el aeropuerto por años.
“El AICM siempre ha tenido problemas de casi saturación. Cada que hay un problema económico, que la demanda se cae, le dan un respiro al aeropuerto. Así ha ocurrido desde hace varias décadas”, señala el capitán Carlos Smith Picco, director de la Unidad de Inspección y socio fundador de la firma de auditoría aeroportuaria Amezcua Lozáyaga Smith y Asociados (ALSA).
El mismo fenómeno se ha observado con la pandemia de COVID-19. De acuerdo con estadísticas del mismo AICM, a enero pasado (la última cifra registrada por las autoridades del aeropuerto), se llevaron a cabo 30 mil 434 operaciones. En enero de 2019, cuando la pandemia estaba a más de un año de presentarse en el país, el número de operaciones era de 38 mil 161.
De todas formas, la situación de retrasos en el AICM no solo es grave, sino que parece estar empeorando. El 26 de diciembre del 2021, también con datos de FlightAware, el 26% de los vuelos de salida planeados para ese día estaban demorados, aún cuando se tenía 15% menos viajes programados que en las mismas fechas de dos años antes.
“La idea original del Gobierno federal, desde la administración anterior, era aumentar la capacidad de vuelos de llegadas y salidas, para que México tuviera una mejor conectividad con el resto del mundo […]. Y en esta primera fase lo que estamos viendo es un tema de complementariedad”, dice Carlos Torres, especialista en la industria de la aviación.
A su parecer, “con la limitación en el AICM y la baja operación del AIFA, no veremos un aumento de capacidad […]. Solo estás trasladando pasajeros y vuelos de un aeropuerto al otro, de una manera indirecta. Y no es lo ideal", dice Torres, exdirector de comunicacion corporativa y asuntos públicos de Aeroméxico.
"La intención debería ser aumentar la capacidad de vuelos y que la Ciudad de México y su sistema aeroportuario sean más atractivos para las aerolíneas, los pasajeros y la carga”, concluye Torres.