Crisis de confianza aérea ¿suficiente con cambio de director en Seneam?

La salida de Víctor Hernández del Seneam, aunque un buen primer paso, dicen expertos, debe seguirse con acciones contundentes de la mano de la industria aérea.
22 Mayo, 2022 Actualizado el 22 de Mayo, a las 08:55
El primer gran cambio en Seneam sería evaluar el rediseño del espacio aéreo (Foto: Secretaría de Relaciones Exteriores)
El primer gran cambio en Seneam sería evaluar el rediseño del espacio aéreo (Foto: Secretaría de Relaciones Exteriores)
Arena Pública

Sustituir a Víctor Hernández por Ricardo Torres Muela en la dirección general de los Servicios a la Navegación en el Espacio Aéreo Mexicano (Seneam) no significa que los problemas en el espacio aéreo mexicano hayan desaparecido.

La renuncia del último titular del Seneam a inicios del mes, tras una serie de incidentes dentro del Aeropuerto Internacional de la Ciudad de México (AICM) que empezaron a circular en redes sociales horas antes del anuncio, ha sido bien recibida por algunos "jugadores" de la industria.

El Sindicato Nacional de Controladores Aéreos (Sinacta) afirmó que está en la total disposición “para llevar a cabo las adecuaciones necesarias a los procedimientos de navegación aérea” de la mano con Ricardo Torres Muela, quien asumió como el encargado de despacho de la dirección general del Seneam a la renuncia de Víctor Hernández.

La Secretaría de Infraestructura, Comunicaciones y Transportes (SICT), de acuerdo con lo dicho por el subsecretario Rogelio Jiménez Pons, espera una mejor comunicación con el sector comparada con la hostilidad que se tenía contra el anterior titular del Seneam.

Si bien el cambio provisional en la dirección del Seneam trajo algunas buenas reacciones, expertos del sector aéreo del país entrevistados no ven que este sea un paso definitivo para solucionar el entramado de problemas que han surgido en la industria aérea nacional, que va desde un cuestionado rediseño del espacio aéreo mexicano, hasta la degradación a categoría 2, el año pasado, por parte de la Administración Federal de Aviación (FAA) de Estados Unidos, por razones de seguridad aérea en el país. Los cuestionamientos, por lo que se considera una mala planeación y análisis, crecieron con la incorporación del Aeropuerto Internacional Felipe Ángeles (AIFA) a la red de aeropuertos del país.

“Es un riesgo generado, no por la aviación, sino por la agenda política de López Obrador”, escribió Mary Anastasia O’Grady, articulista del Wall Street Journal, el 15 de mayo tras recordar lo publicado por la Federación Internacional de Asociaciones de Pilotos de Líneas Aéreas (IFALPA, por sus siglas en inglés) en el que se señalan varios incidentes aéreos en el Valle de México.

Las mismas condiciones de la renuncia de Víctor Hernández deberían fungir como incentivos para reordenar el sector aéreo mexicano de fondo. “Las quejas internacionales de la Asociación Internacional de Transporte Aéreo (IATA) y de la Federación de Asociaciones de Pilotos de Líneas Aéreas (IFALPA) tienen mucho peso en la aviación internacional, y son sus comentarios los que colman el vaso para remover a Víctor Hernández”, apunta María Larriva, controladora de tráfico aéreo e investigadora de incidentes de aviación.

Por esta razón, aún con un nuevo funcionario al frente de Seneam, “si no cambian y revisan [el actual diseño  del espacio aéreo], la presión va a seguir ahí. Si no hacen nada, no va a cambiar la realidad que el rediseño es ineficiente […] y que hay factores de inseguridad […]. La postura inteligente es revisar [el espacio aéreo], hacer algo que realmente funcione con los parámetros de seguridad que debieron haber respetado desde el principio. Y eso debería calmar el fuego que hay contra la administración aeronáutica del país” afirma la experta.

Problemas de transparencia, presupuesto y política pública

Al mismo tiempo, hay preocupaciones de que la salida de Víctor Hernández y la entrada de Ricardo Torres Muela no basten para atender los desafíos que existen en el sector aéreo. En las últimas semanas se ha destacado el perfil profesional del nuevo encargado del Seneam como el de un funcionario más cercano a las problemáticas y desafíos del espacio aéreo mexicano de lo que solía ser su predecesor. Pero algunos agentes dudan que estas cualificaciones técnicas realmente hagan una enorme diferencia.

“Víctor Hernández, al inicio del sexenio, lucía como el director ideal. Si me hubieran preguntado qué pensaba de su perfil, habría dicho que era muy bueno. Pero se alineó a su jefe, [el presidente de México], que tiene una visión equivocada de la aviación civil. […] Además, [Torres Muela] está puesto como encargado, no ha sido designado como director […]. Lo pueden quitar sin ningún problema […]. Soy escéptico que, aún con este cambio, las cosas mejoren en el corto plazo porque el Seneam es solo un eslabón más en esta cadena que se llama industria aeronáutica mexicana”, dice Juan Antonio José, socio director de la firma de consultoría aeronáutica JJGR Aerobusiness Consulting.

Además, el rediseño del controversial espacio aéreo que motivó el cambio en Seneam no es el único problema dentro de la dependencia. El escándalo dentro de la organización también ha ayudado a resaltar tanto la falta de presupuesto como los errores en materia de capacitación y selección de controladores aéreos de la dependencia, temas que deberían ser abordador por la nueva administración.

“Con [Ricardo Torres Muela] debería empezar una revisión y evaluación de los distintos tomadores de decisiones que están al frente del Seneam para que su operación sea más transparente, como siempre había ocurrido, así como darle cabida al flujo de los recursos y los ingresos que deberían generarse por cada avión que despega y aterriza en todo el país. También deberíamos esperar una revisión de todas estas sospechas de actos de nepotismo y de relación personal, familiar del director anterior con responsables de torre de control en la Zona Metropolitana para verificar si son la gente adecuada o si hay oportunidad de sustitución y mejora”, apunta Carlos Torres, especialista en aviación y ex-director de comunicación corporativa y asuntos públicos de Aeroméxico.

Asimismo, agrega el experto, tendría que pensar en “que los jugadores y operadores aéreos se puedan comunicar con mucha mayor transparencia […] en las oportunidades, riesgos y beneficios que van presentando en la operación diaria. Es algo que debería retroalimentarse todos los días en las tripulaciones, con las aerolíneas y al final con el Seneam para optimizar la utilización del espacio aéreo […]. Elevar la lupa que todo el mundo puso sobre este tema de seguridad debería ser una puerta que debe ser aprovechada por las aerolíneas para que existan estas mejoras en el espacio de la navegación y eso se traduzca en beneficios para aerolíneas y usuarios”.

En este contexto, sugiere Juan Antonio José, la mejor decisión para la industria aeronáutica mexicana podría haber sido un especialista que no estuviera inmerso en la atmósfera e ideas que ya se encuentran profundamente enraizadas dentro de Seneam. Pero eso también luce difícil de conseguir dados los intereses de la actual administración federal.

“Hubiera sido ideal traer una persona conocedora, técnicamente hablando, pero fuera del sistema […]. Más de lo mismo en Seneam no va a ayudar a que las cosas se resuelvan. Se requería un aire fresco […]. Pero no va a llegar una persona así porque quien designa [el puesto] en última instancia es el Ejecutivo federal. Y si el presidente nombra a alguien así, se va a estar peleando con él. Su intención es poner a alguien que no le genere tantas broncas en el Seneam como le generó Víctor, pero que también se alinee con lo que el Ejecutivo mande”, concluye el especialista aéreo independiente.

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