¿Democracia o autoritarismo?

A cinco años y medio de gobierno ya es posible entender y evaluar a este gobierno y su llamada Cuarta Transformación, para decidir si queremos más de lo mismo.
29 Mayo, 2024
¿Democracia o Autoritarismo?
¿Democracia o Autoritarismo?

En esta elección nos estamos jugando el país. Sólo hay dos opciones: el autoritarismo o la democracia. Los electores deben tener plena conciencia de la disyuntiva que enfrentan, porque los votos de los desinformados valen tanto como los de los informados. Votar sin conocimiento de causa, sin memoria o no votar, nos pone en riesgo a todos. Hay que votar este 2 de junio y hay que hacerlo informadamente. 

El autoritarismo de Morena ha consistido en una restauración del presidencialismo de los tiempos del PRI-gobierno del siglo pasado, en donde el poder giraba en torno al Presidente quien lo ejercía sin contrapesos. El proceso de democratización del país que se vivió de 1977 a 2000, consistió en la “desconcentración” del poder vía el establecimiento de una efectiva división de poderes -incluido un Poder Judicial Independiente- y la creación de órganos autónomos. También a través de procesos electorales competidos y participativos organizados por un organismo autónomo y ciudadano. Todo esto, fue lo que permitió a López Obrador y a Morena ganar la Presidencia de la República en 2018.

El proyecto de gobierno de la 4T ha sido uno de concentración de poder a fin de reconstruir el hiperpresidencialismo del pasado, pero ahora con atributos militaristas y de amplia permisividad al narco. Esa posible reconstrucción del viejo régimen de gobierno -pero en una peor versión- es por demás preocupante, especialmente considerando la personalidad de Claudia Sheinbaum, la candidata de Morena, y puntera en las encuestas. En los debates presidenciales y en la entrevista en la mesa de análisis del programa Tercer Grado del 21 de mayo pasado, se mostró soberbia, amenazante a sus interlocutores, intransigente, ideológica, sin respeto a la verdad, ni a la División de Poderes y Estado de Derecho. Además, se vio muy sumisa ante el presidente López Obrador, lo cual prendió aún más las alertas ante la posibilidad de un Maximato. 

¿Cómo jugará esa personalidad en un contexto presidencialista? Claudia Sheinbaum ha declarado constantemente que su intención es construir el segundo piso de la Cuarta Transformación iniciada por AMLO. Pero a cinco años y medio de gobierno ya es posible entender y evaluar a este gobierno y su llamada Cuarta Transformación, para decidir si queremos más de lo mismo. De acuerdo con el CEESP, este ha sido un gobierno con un crecimiento del 1.1% en promedio. El más bajo desde los años treinta con el presidente Cárdenas. 

Es un gobierno que ha impuesto récord en materia de homicidios. En lo que va del sexenio, de acuerdo con cifras del Secretariado Ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad Pública, ha habido alrededor de 185 mil homicidios. En el sexenio de Peña Nieto, la cifra fue de 137 mil, en el de Calderón de 120 mil, en el de Fox de 60 mil y en el de Zedillo 80 mil.

En materia de salud, de acuerdo con el CONEVAL, la población sin acceso a esta capacidad pasó de 16.2% a 39.1%. Esta pérdida de acceso a la salud, sumado al inepto manejo del gobierno de la pandemia, hizo que murieran alrededor de 850 mil personas por el COVID y 215 mil niños quedaran huérfanos (Ver comisioncovid.mx). Por otra parte, en este gobierno se interrumpió el esquema de vacunación en general y las consecuencias las veremos en el tiempo.

El mayor logro de la Cuarta Transformación ha sido la disminución de la pobreza, la cual, de acuerdo con el CONEVAL, bajo de 43.9% a 36.3%. Pero esta reducción se hizo a partir de transferencias monetarias universales y no a través del fortalecimiento de las capacidades de salud y educación que permitan a las personas funcionar en el mercado laboral, lo cual hace previsible la insostenibilidad de estos logros. Además, de acuerdo con ese mismo Consejo, la pobreza extrema se ubicó en 7.1%, con lo que se estima en México hay 9.1 millones de personas en esta condición.

Ante estos pésimos resultados de gobierno es claro que la elección no es un mero trámite, como lo quieren hacer creer el Presidente y su candidata, para desincentivar el voto. Saben que, en un contexto de baja participación electoral, con los votos de sus clientelas electorales del Bienestar, ellos ganan. Pero en un escenario de participación electoral arriba del 65%, no les alcanzaría, considerando que su voto duro, exhibido en la consulta popular de revocación de mandato, es de alrededor del 18% del padrón (16 millones de votos). Por eso no sorprende que en un par de ocasiones Sheinbaum ha declarado que condicionará su aceptación de los resultados de las elecciones. 

La estrategia del gobierno a lo largo de este sexenio ha sido la de polarizar y dividir el voto opositor, a fin de asegurar su triunfo con el voto duro de sus seguidores. Lo que no esperaba AMLO, es que la oposición del PRI/PAN/PRD se mantuviera unida pese a las diferencias ideológicas y a sus cuestionables dirigencias. Sin embargo, a AMLO/Morena lo que si le ha resultado eficaz, es el engaño a un segmento considerable de jóvenes a través de Movimiento Ciudadano. Ese partido, es un auténtico esquirol del poder, que les ha sido muy útil para evitar la unión del voto opositor y así exorcizar el riesgo de que la elección se convierta en una elección plebiscitaria: a favor o en contra del gobierno de la 4T.

Lo que tampoco esperaba el gobierno, era la resistencia del poder judicial, encabezada por la ministra Norma Piña, ni tampoco el surgimiento de una potente sociedad civil que se ha organizado para salir por cientos de miles a las calles, a defender la democracia y sus instituciones. La Corte ha resuelto sobre la inconstitucionalidad de diversas reformas legales de AMLO para controlar las elecciones y al poder judicial. La ciudadanía, conformada principalmente por las clases medias que tanto ha atacado este gobierno, inundó las calles en noviembre de 2022, febrero de 2023, 5 de mayo de 2023 y, recientemente, el pasado 17 de mayo. Esta ciudadanía es la que ha arropado a las instituciones de la democracia -incluidos los partidos políticos y sus candidatos- y que pudiera lograr en estas elecciones devolvernos los contrapesos de la democracia, severamente golpeados en este sexenio.

Por lo anterior, este 2 de junio yo votaré por los partidos de la coalición opositora PAN/PRI/PRD, para defender la democracia de México, que está en gran riesgo de ganar Morena y aliados. También votaré por esa oposición para castigar el mal gobierno de López Obrador. Votar, es el momento en que los electores podemos pasar factura a los malos gobiernos. Ha llegado la hora de castigar a la 4T en las urnas, no votando por ninguno de los candidatos de Morena ni de sus partidos aliados, incluidos MC.

 

*Académico de la Facultad de Derecho de la UNAM. Opinión a título personal.

@ediazinfante 

Enrique Díaz-Infante Enrique Díaz-Infante Director de Sistema Financiero del Centro de Estudios Espinosa Yglesias (CEEY). Es licenciado en Derecho por la UNAM y maestro en Políticas y en Desarrollo, ambas por la London School of Economics. Ha publicado un libro sobre “Regulación Financiera y Competencia Económica” y dos en coautoría por el CEEY: “El Sistema Financiero Mexicano” y “El México del 2018, Movilidad Social y para el Bienestar”. Periódicamente publica en el periódico Reforma y en Arena Pública.