Venta de Banamex hará tambalear la competencia del sector financiero
La venta de Banamex será un proceso minuciosamente supervisado debido a que redefinirá la composición de más de una rama en el mercado financiero mexicano.
Luego de un mes que fuera anunciada la venta de uno de los bancos más icónicos de México, varios jugadores del mercado han expresado su interés en evaluar una posible compra del activo que hoy en día representa el 12.43% de participación en los activos totales de la banca múltiple.
Entre ellos están Banorte, Santander, HSBC, Banco Azteca e Inbursa, quienes si bien no han expresado explícitamente su intención de compra, si han afirmado que la analizarán si la operación resulta viable y benéfica para sus intereses. No obstante, de ser adquirido por la tres primeras el mercado financiero tendría un nuevo jugador de enorme participación.
Santander sería el caso más problemático, pues su participación saltaría del 14.81% actual hasta un 27.14%, casi cinco puntos más de participación que el actual banco líder BBVA, que tiene una participación de 22.15%.
El interés del banco español es uno de los más sonados, no solo porque fue la misma presidenta global de Santander, Ana Botín, quién afirmó que analizarían la compra, sino porque es también uno de los bancos que en operaciones de venta similares han adquirido los negocios de Citi, como fue en el caso de Argentina.
En el caso de ser adquirido por Banorte, el cuarto mayor participante del mercado con el 11.16% de los activos bancarios del país según los últimos datos de la Comisión Nacional Bancaria y de Valores (CNBV), su participación llegaría hasta el 23.59%, ligeramente por encima de BBVA.
Banco | Sin Banamex | Con Banamex |
BBVA | 22.15% | 34.58% |
Santander | 14.81% | 27.24 |
Banamex | 12.43% | - |
Banorte | 11.16% | 23.59% |
HSBC | 6.45% | 18.88% |
Scotiabank | 6.11% | 18.54% |
Inbursa | 3.71% | 16.14% |
Banco Azteca | 2.32% | 14.75% |
Además de haber declarado su intención de evaluar la oportunidad de compra, Banorte es una de las instituciones que cuenta con la solidez financieras para realizar la operación y, además, una de las empresas a las que el presidente Andrés Manuel López Obrador ha guiñado el ojo en su deseo de “mexicanizar” Banamex.
El banco de capital inglés, HSBC, el menor de los seis bancos de importancia sistémica en el país, también se ha mostrado interés aunque en su caso el riesgo de concentración sería mucho menor, siendo el único de los tres que con la adquisición del activo no superaría a BBVA.
Los otros dos casos, el de Banco Azteca e Inbursa, también serían opciones que agradarían al deseo presidencial, particularmente en el caso de Carlos Slim. En ambas opciones, con una participación menor al 4%, la participación sería apenas mayor a la de Banorte y Santander.
El gran ausente es Scotiabank, el banco canadiense que ha adquirido cuatro de las antiguas subsidiarias del grupo financiero en América Latina, pues pese a que varios de sus accionistas ha impulsado que se analice la compra, hasta el momento el presidente ejecutivo de la firma, Brian Porter, no ha declarado que exista un verdadero interés.
Cofece estará al pie del cañón
Al ser la más posible de las opciones que sea otro banco quien adquiera Banamex, la Comisión Federal de Competencia Económica (Cofece) tendrá que revisar con minuciosidad esta enorme operación en conjunto a otras instituciones..
“La Cofece tiene que supervisar y autorizar la operación de Concentración de mercado. Es una fracción de todo el proceso en el que también participa el Banco de México, la CNBV, incluso la Secretaría de Relaciones exteriores si el capital [que adquiera Banamex] es extranjero” explicó en entrevista Ana Lilia Moreno, especialista de México Evalúa en regulación y competencia económica.
Al tratarse no solo de la venta de la banca minorista, sino de todo un paquete de negocios de distintas ramas, el organismo autónomo tendrá que revisar una por una las implicaciones que la adquisición de algunos de los negocios del paquete tenga sobre su sector.
Por ejemplo, en el sector de Afore, Banorte sería uno de los actores que pese a las ventajas que mantiene para realizar la adquisición, causaría una concentración del 37.14% en el mercado de Afores, más del doble que su competidor más cercano Profuturo con 16.24% y muy por encima de la concentración que causaría en el mercado de crédito al consumo.
En un caso como éste, la Cofece no autorizaría la concentración al considerar que la integración de los negocios implica menor competencia y afectaciones a los consumidores, denegándola por completo o condicionándola, como puede ser, con limitaciones para invertir más en el sector en conflicto.
No obstante, la especialista advierte que en ocasiones las concentraciones se autorizan en términos de eficiencia.
“Si resulta que esa concentración va a aumentar la eficiencia del mercado, por ejemplo, traer ventajas a los consumidores en materia tecnológica o de información, podría autorizarse la concentración. Aunque lo deseable es que entrara un nuevo actor”, señala Moreno.
Aunque tres de los comisionados de la Cofece aún no han sido nombrados, lo que ha imposibilitado la emisión de resoluciones en algunos casos debido a la falta de los estatutos internos exigen un determinado número de votos, Moreno señala que este no sería el caso.
“En algunas discusiones, como las barreras a la competencia se necesitan por lo menos cinco votos, y la Cofece solo tiene cuatro comisionados. Pero en éstos casos de concentración de mercado solo se necesitan tres”, dice la especialista.