Las instituciones para una economía de mercado

El economista Dani Rodrik acaba de plantear en México los cuatro tipos de instituciones que promueven la economía de mercado incluyente. De los cuatro tipos, en tres andamos medio mal.
19 Mayo, 2022

El pasado 20 de abril la Facultad de Economía de la UNAM organizó un coloquio donde participó el economista Dani Rodrik, profesor de la escuela de gobierno de la Universidad de Harvard.

El profesor hizo una buena síntesis para delinear la tipología de las instituciones que promueven una economía de mercado incluyente. Aseveró que en la medida en que se cuente con ellas, las posibilidades de lograr un crecimiento económico sostenido y sostenible aumentan, aunque insistió que no hay recetas, y puso el ejemplo de China.

Para ordenar la discusión nos recuerda que la definición más acabada de institución es la que proveyó décadas atrás, el economista Douglas North; este Nóbel la define como las “reglas del juego”. Dicho esto, acá los cuatro tipos de instituciones.

El primer grupo de instituciones que de hecho posibilita la formación de una economía de mercado es la referente a la definición y protección clara de los derechos de propiedad, que incluye además una gobernanza corporativa que promueva la innovación y eficiencia. Con éstas se deriva la creación de instituciones que puedan hacer valer los contratos. Como se observa estas se pueden asociar a la existencia de leyes y un poder judicial que las haga valer. En mi opinión, México se encuentra muy atrasado sobre todo en cuanto a un poder judicial eficiente y que provea justicia para todos por igual. El acceso a la justicia debe permear a toda la sociedad, característica que no pasa en México infortunadamente, y considero el talón de Aquiles del sistema capitalista en el país.

El segundo grupo de instituciones son aquellas que regulan el mercado. Acá se incluyen instituciones que promuevan la competencia económica; que se orienten a una supervisión prudencial (sobre todo en el sector financiero); que garanticen un medio ambiente saludable; las que proveen seguridad laboral, así como aquellas que corrijan las fallas de mercado. México había trabajado muy duro en ellas en los últimos 20 años, con todo y sus fallas de diseño y con cierto compadrazgo en el nombramiento de su personal de mando, el que incurrió en ocasiones en corrupción, pero ahí la llevábamos. La alternativa era simplemente ajustar y corregirlas. La solución, debe quedar claro, no pasa por debilitarlas o cerrarlas. Esto desalienta la inversión y crecimiento.

En el tercer grupo se encuentra las Instituciones que garanticen estabilidad macroeconómica, las que incluyen aquellas que logren un manejo prudente de la macro. Entre estas se incluyen la monetaria, la fiscal y la de tipo de cambio. México sale bien librado en estas, y uno puede afirmar que es lo que ha sostenido al país, incluso ante las calificadoras de riesgo.

Finalmente, se encuentran las instituciones que legitiman el mercado. Estas son de fundamental importancia ya que son las que permiten lograr un equilibrio social. En otras palabras, acá las instituciones son aquellas que deben diseñarse para lograr la justicia social, que se manifestaría en una apropiada redistribución de ingreso y oportunidades, una protección social universal y eficiente (salud, trabajo y pensiones principalmente), así como una democracia política y participativa. En este renglón, México ha dado tumbos a lo largo de la historia contemporánea. La protección social universal ha sido tema que cada administración se compromete a atender, y nunca la ha cumplido; la redistribución, a la vez se enfrenta constantemente a grupos de interés, los que han sido ciegos en la importancia que tiene para el crecimiento y paz social el lograr una redistribución en el país; y finalmente, la que provee la garantía de la democracia, si bien perfectible, está ahora bajo amenaza. No debiera debilitarse pues sería un retroceso.

Este economista, Dani Rodrik, no es precisamente uno identificado con las derechas en el mundo, más bien es etiquetado de “liberal”1 en los EE. UU. (con la connotación americana y de AMLO). Hay que leerlo y escucharlo.

De los cuatro tipos de instituciones que sugiere para el buen funcionamiento de una economía de mercado, en tres andamos medio mal. En algunas habíamos avanzado algo, y ahora se ven amenazadas; sin embargo, en otras andábamos muy mal (sobre todo las que dan legitimidad al sistema) y ahora hay un intento de promoverlas. Mi opinión, es que el objetivo de esto último (las sociales) es el correcto; no obstante, los instrumentos utilizados son inadecuados y no rendirán frutos, infortunadamente.

 

[1] Liberal en los EEUU es considerado de “izquierda”, mientras que libertario es aquella que profesa las libertades de todo tipo. La traducción al español siempre es motivo de confusión. Baste ver la mañanera para darse cuenta de ella.

Fausto Hernández Trillo Fausto Hernández Trillo Investigador y académico del Centro de Investigación y Docencia Económicas (CIDE). Experto en finanzas públicas, macroeconomía y sistema financiero. Investigador Nacional Nivel III. Doctor en Economía por la Universidad Estatal de Ohio, EU, y profesor visitante en universidades de México y Estados Unidos. Autor de 3 libros y de decenas de artículos académicos. Conferencista y consultor de organismos internacionales y del gobierno mexicano y galardonado con el Premio de Economía Latinoamericana "Daniel Cosío Villegas".

Archivado en