Una Navidad históricamente cara por inflación en alimentos y regalos

Preparar las cenas de Navidad y Año Nuevo se encarece con precios 20% más altos en frutas, 10% mayores en carnes e incrementos generalizados en alimentos procesados.
24 Diciembre, 2021 Actualizado el 24 de Diciembre, a las 07:50
El pavo es el platillo estrella de esta temporada (Foto: Pexels)
El pavo es el platillo estrella de esta temporada (Foto: Pexels)
Arena Pública

Desde preparar el pavo hasta los regalos, las tradiciones navideñas saldrán más caras de lo habitual para las familias mexicanas. 

El precio de los alimentos tuvo un alza histórica este año y las cenas navideñas no son la excepción. Según el Índice Nacional de Precios al Consumidor (INPC) para la quincena previa a la navidad, el precio de los alimentos procesados se encontraban 11.7% por encima de 2020, mientras las frutas y verduras frescas se encarecieron 23%. 

El ponche navideño es una de las recetas más castigadas pues varias de las frutas que lo integran han sufrido importantes alzas. Las frutas, como otros productos agrícolas no procesados, sufren alzas estacionales de gran magnitud, sin embargo este año fue diferente pues el alza decembrina de 22% en el caso de la manzana y de 24.4% en la guayaba, registrado por el Inegi, es inédita.

En años anteriores ambos productos solían bajar poco antes de entrar a la época navideña lo que facilitaba a las familias la compra en grandes cantidades para preparar alimentos y bebidas para las reuniones. La manzana es también utilizada en la popular ensalada navideña con crema, que esta navidad es 8% más cara que en la pasada; piña, 6% más cara pero en línea con los años anteriores; y azúcar, el único de los ingredientes que bajó 7.1% respecto a la temporada anterior.  

En el caso de las cenas destaca la carne de cerdo, una de las proteínas más consumidas en este temporada que incluye piezas populares para las cenas navideñas como el lomo o la pierna, que llegó a la primera quincena de diciembre con un precio 10.6% mayor al de hace un año, si bien, es 2% más barata que en julio, cuando el precio alcanzó su pico según el INPC. 

En el caso del pavo, el platillo más icónico de esta celebración, el Consejo Mexicano de la Carne (Comecarne), advirtió que en 2021, los precios promedio del kilo de pavo de importación crecieron 20.8%, pues pasó de 40.95 a 49.97 pesos.

A diferencia de otras proteínas como pollo y cerdo, el precio de la carne de pavo está estrechamente ligado a las condiciones económicas de los Estados Unidos pues del vecino del norte -además de Canadá y Chile- proviene el 95% de todo el pavo que se consume en el país, mientras el 5% restante es de origen nacional.

Al ser un producto de consumo no cotidiano, el precio del pavo no está incluído en el INPC, sin embargo, la Alianza Nacional de Pequeños Comerciantes (Anpec) advierte que según un sondeo entre sus agremiados, el precio del pavo natural es 50% más caro que el año anterior. 

Aunque esto no parece aplicar en el caso de las grandes cadenas de supermercados donde suele adquirirse este productos, pues según los catálogos de Walmart y Soriana el precio del pavo por kilo apenas creció desde los 75 pesos promedio que costaba en diciembre de 2020, a los 76 y 79.90 pesos en los que se vende en estos días.

Además de la cena, los regalos también se encarecieron. La ropa, uno de los bienes más comprados y obsequiados en esta época, subió 5.3%, por debajo del INPC general pero en una magnitud tres veces mayor que en años previos, mientras en el caso del calzado el incremento anual fue de 5%, al doble que en un año normal.

Los juguetes llegan a los árboles de navidad con un alza de 5.6%, un aumento al doble de años previos, a excepción del 2015 cuando subieron 8%. 

En los tres casos anteriores, el principal responsable detrás de la subida atípica es la crisis logística internacional que se vive desde principios de años, pues al ser la mayoría de los regalos de fabricación china, o de algún otro país asiático, el precio de los embarques -alrededor de 200% más caros que en la navidad anterior- repercute en los precios finales de venta.  

Un respiro a pesar de todo

Pese a todo, los precios podrían ser aún más altos si la tendencia ascendente en el precio del gas LP -necesario para hornear los platillos más tradicionales- no se hubiera detenido en la última quincena.

Luego de casi un año al alza, los precios del Gas LP cayeron por primera vez sin considerar la caída de agosto producto del tope de precios gubernamental. Según el INPC, el precio del gas LP bajó 9.63% solo en la primera quincena del mes producto de la rápida caída de los precios del petróleo en el mundo. 

Desde finales de octubre, cuando el Brent y el WTI alcanzaron su último pico, el precio del barril a caído -11.63% y -12.26% hasta los 76.5 y 73.7 dólares por barril, respectivamente, conforme se extendieron las preocupaciones de nuevos confinamientos masivos por la variante Omicron.

La baja del Gas LP no pasó desapercibida, pues incluso llevó a la variación quincenal de la inflación general a su menor nivel para un periodo similar desde 1988. Sin embargo, esto solo se debió al gas LP, pues la inflación subyacente -entre ellos los alimentos- siguieron al alza.

“Al interior del Índice Nacional de Precios al Consumidor, en la 1a quincena de diciembre el componente subyacente subió 0.59% q/q, el mayor incremento para dicho periodo desde 1998; el no subyacente disminuyó (-)1.29%, la menor variación en la historia para esta quincena”, escribió  Julio Santaella, presidente del Inegi, en su cuenta de Twitter. 

Este resultado quincenal mantiene en guardia a los analistas y a los miembros de la Junta de Gobierno del Banco de México (Banxico), quienes esperan que pese a que las mediciones anuales para 2022 comenzarán a caer por mero efecto estadístico, los aumentos quincenales aún no parecen dar tregua.

“Disminuye el componente más volátil de la inflación, mientras que el componente subyacente sigue al alza. Aunque la inflación general logra desacelerarse en el margen, no es buena noticia, ya que persiste el meollo del problema”, advirtió en un tweet Jonathan Heath, subgobernador del Banxico.