Perspectivas temerosas detrás de las sólidas cifras del consumo al inicio del año
Detrás de las optimistas cifras de consumo en México en los primeros meses del año, se asoman inquietudes sobre la verdadera fortaleza del apetito de compra interno.
Entre enero y febrero se registró un incremento real, con cifras desestacionalizadas, de 1.3% en el Indicador Mensual del Consumo Privado en el Mercado Interior (IMCPMI), de acuerdo con el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi); la octava alza mensual consecutiva. En una escala anual, el crecimiento fue de casi 10%.
La cifra fue reconocida como un “punto brillante” en una economía mexicana que se ha visto duramente golpeada por la inflación. Este sólido consumo interno también parece ser parte de los pilares que permitieron un avance del 1% trimestral, real y desestacionalizado, del Producto Interno Bruto (PIB) para los primeros tres meses del 2022.
Incluso la última Encuesta Nacional sobre Confianza del Consumidor (ENCO) muestra una tendencia al alza tanto en el indicador general como en la mayoría de sus componentes a partir de febrero pasado. Pero al mismo tiempo, también hay cierto temor de que aún no se esté observando el panorama completo. La Asociación Nacional de Tiendas de Autoservicio y Departamentales (ANTAD) informó que las ventas nominales a tiendas iguales en abril crecieron 14.2% en comparación anual, mientras que a tiendas totales lo hicieron en 16.4%.
“Estos datos hablan de un consumo robusto en México durante los primeros meses del año, lo que refleja una resiliencia en el mercado interno […]. Es alentador ver que el consumo interno en México ha sido resiliente al entorno inflacionario creado por la guerra en Ucrania. Pero aún hay que ver más datos para corroborar si esta alza de precios no afectará el consumo en el mercado interior”, afirma Adriana García, coordinadora de análisis económico en el think tank México, ¿cómo vamos?
No solo es posible que los datos posteriores a febrero demuestren que el consumo en México no es tan resiliente como se está suponiendo ahorita. Las mismas condiciones económicas actuales y del año pasado podrían estar creando números poco fiables.
“Tanto las empresas de consumo frecuente como las del sector retail presentaron un aumento fuerte en sus ingresos durante el primer trimestre. Pero las ventas de las compañías de alimentos estuvieron parcialmente explicadas por mayores precios […], y en el caso de las empresas retail, el resultado positivo responde también a una baja base de comparación, especialmente en el caso de tiendas departamentales que el año pasado, en el primer trimestre, experimentaron cierres por Ómicron”, explica Marisol Huerta, analista senior de Grupo Financiero Bx+ para el sector consumo.
Conforme se obtengan cifras del segundo trimestre del año, y también si se siguen presentando condiciones económicas similares a las que se han vivido los últimos meses durante la segunda mitad de 2022, tanto la base baja de 2021 como las presiones en precios podrían deteriorar las cifras del consumo interno.
Aún si el consumo se mantiene firme por el resto del año, no necesariamente significa que la situación económica de México sea del todo positiva. “Hay que hacer un análisis más detallado del consumo privado. [El IMCPMI de Inegi] es un agregado de la economía. En periodos de alta inflación, las familias que más sufren son las de menores ingresos, y las que deben limitar su consumo a productos esenciales, como alimentos”, señala Adriana García.
Sin embargo, explica la especialista, aún si se presenta esta situación es posible que no se refleje una caída del consumo privado en el agregado, porque “las familias de los deciles más altos tienen una mayor participación en el consumo interno […]. El 10% más rico compra mucho más que los primeros tres o cuatro deciles. Si los primeros cuatro se quedan sin comida, no necesariamente veremos que eso afecte el indicador del consumo interno proporcionalmente al aumento de vulnerabilidad de las personas pobres, o al incremento del índice de pobreza en México”.
Por su lado, Marisol Huerta apunta que también hay formas en las que pueda incrementar el consumo interno entre las familias más pobres del país sin que eso necesariamente indique una fortaleza económica generalizada.
“Hacia el segundo trimestre y el resto del año podríamos ver un consumidor más cauteloso. Las empresas están notando ya consumidores que están buscando productos de menor precio […]. Se va a ir notando una preferencia hacia marcas libres, porque ya no pueden consumir su marca preferida en alimentos, en jabón, así que las van sustituyendo por algunas que sean más baratas. Y ya no abarca solo la canasta básica, sino categorías como alimento para mascotas”, explica.
Hay algunos indicios de que estas situaciones podrían estar presentes en el país. En la más reciente Encuesta Nacional de Ocupación y Empleo (ENOE) de Inegi, se puede observar que la cantidad de personas ocupadas con un nivel de ingresos de hasta un salario mínimo creció sustancialmente, tanto en términos nominales como relativos, entre el último trimestre del 2021 y los primeros tres meses de este año. A pesar del efecto del incremento de 22% al salario mínimo al inicio de 2022, creció la población con ingresos en rangos inferiores.
4T21 (total de personas ocupadas con ese nivel de salario) | 1T22 (total de personas ocupadas con ese nivel de salario) | 4T21 (% respecto al total de personas ocupadas) | 1T22 (% respecto al total de personas ocupadas) | |
Hasta un salario mínimo | 13,661,940 | 19,174,266.0 | 24.1 | 34.2 |
Más de 1 hasta 2 salarios mínimos | 19,940,225 | 18,327,341.0 | 35.2 | 32.7 |
Más de 2 hasta 3 salarios mínimos | 7,742,940 | 5,759,790.0 | 13.7 | 10.3 |
Más de 3 hasta 5 salarios mínimos | 3,552,820 | 2,307,686.0 | 6.3 | 4.1 |
Más de 5 salarios mínimos | 1,299,638 | 826,267.0 | 2.3 | 1.5 |
No recibe ingresos | 3,235,154 | 2,893,470.0 | 5.7 | 5.2 |
No especificado | 7,178,494 | 6,790,303.0 | 12.7 | 12.1 |
Fuente: Inegi
Perspectivas de consumo para el Hot Sale
Algunas señales más claras de las verdaderas dinámicas de compra en México en un contexto económico inflacionario podrían verse en estos días, en el contexto del Hot Sale. La celebración comercial en línea, que inició el pasado 23 de mayo y terminará a finales de mes, espera lograr ventas que al menos superen los 18 mil millones de pesos (MP) observados durante la edición del año pasado. Al mismo tiempo, participantes del sector ecommerce reconocen algunos desafíos.
En los primeros días del Hot Sale ya se han notado algunas cifras que sí indican un consumo más moderado. En datos de la plataforma de venta en línea directa Tiendanube, el ticket promedio ha sido de 1 mil 230 pesos, frente a los 1 mil 474 pesos de la edición 2021. “No sé cómo la economía se va a comportar en los próximos meses. Lo que sí vemos es muchísimo crecimiento para nosotros. Tal vez si la economía de México estuviera mejor, estaríamos creciendo por 10 […]. Pero no sabría decir algún dato sobre el estado de la economía”, dice Juan Martín Vignart, country manager para México de Tiendanube
Otros agentes involucrados en el Hot Sale también reconocen un panorama más complejo para la edición de este año. “Vamos a ver tickets promedio más bajo, porque las personas van a tomarse más tiempo en comparar y decidir qué promoción aprovechar. Y a lo mejor, en lugar de diversificar su consumo en más categorías, van a hacer compras más puntuales. En ese sentido, sí podríamos ver una caída en las compras de impulso y mayor atención a productos que son fundamentales para la vida de la familia o la persona”, apunta Daniel del Palacio, head de Growth Marketing para Adobe Latam.
Y estas expectativas también se extienden, en parte, al desempeño esperado para el consumo por ecommerce el resto del año. “El ecommerce va a seguir creciendo en México, sí, pero tal vez de una forma más moderada que en los últimos dos años. Y lo que va a pasar es que el cliente va a ser más consciente de dónde gasta su dinero […]. Las marcas deben prepararse para momentos de gasto más apretado, y el cliente va a ser mucho más consciente, lo que va a impactar en la forma que van a consumir los clientes”, concluye Daniel del Palacio.