Con excesivo optimismo en Pre-Criterios, Hacienda se pone el pie

Expertos creen que las estimaciones de ingresos y gastos públicos para 2023 no reflejan adecuadamente la realidad nacional e internacional.
6 Abril, 2022 Actualizado el 6 de Abril, a las 21:33
Se espera que Hacienda ajuste sus expectativas en septiembre para acercarlas al consenso (Foto: Cámara de Diputados)
Se espera que Hacienda ajuste sus expectativas en septiembre para acercarlas al consenso (Foto: Cámara de Diputados)
Arena Pública

La Secretaría de Hacienda y Crédito Público (SHCP) se habría puesto el pie con expectativas económicas tan optimistas hacia 2023. Así lo creen expertos del sector privado.

Recientemente la dependencia federal publicó los Pre-Criterios 2023, un documento preliminar para elaborar el Presupuesto de Egresos y la Ley de Ingresos hacia el próximo año, y en los que actualizó sus perspectivas económicas para 2022 y 2023.

Lo que ha llamado la atención es que muchos de los indicadores económicos clave previstos por Hacienda difieren significativamente de los que pronostican los economistas del sector privado, especialmente para el año entrante.

Para el Producto Interno Bruto (PIB), la dependencia que dirige Rogelio Ramírez de la O prevé un incremento del 3.5% anual a finales del 2023, así como una inflación diciembre a diciembre de 3.3%. El tipo de cambio y la tasa de interés, en cambio, estarían en 20.9 pesos por dólares y 8%, respectivamente.

Pero la más reciente encuesta de expectativas realizada por Citibanamex revela un PIB de 2% para ese año, una inflación de 4%, un tipo de cambio de 21.75 pesos por dólar y una tasa de interés de 8% para finales de 2023, de acuerdo con la mediana del consenso. También hay una diferencia importante respecto a la mediana de estas mismas cifras que reporta la encuesta de expectativas de Banco de México (Banxico), en la que el consenso muestra un crecimiento del PIB de 2%, un dólar a 21.67 pesos y una tasa de interés a 8%.

El optimismo de Hacienda es entendible hasta cierto punto, pues “el Gobierno siempre tiene que estimar variables positivas para sí mismo. Al final de cuentas, es su propio porrista. Y lo necesita para atraer inversiones, generar confianza y movilizar Cetes y cosas por el estilo”, apunta Emmanuel Ramírez Casillas, investigador del programa de Justicia Fiscal en el think tank Fundar.

Pero al mismo tiempo el experto advierte que las cifras de Hacienda en sus Pre-Criterios 2023 reflejan “un optimismo atípico […]. En años más ‘normales’, la diferencia entre las cifras de Hacienda y las expectativas del sector no ha sido tan alta”.

Y aunque el consenso es que Hacienda tendrá que actualizar sus estimaciones para las variables macroeconómicas cuando presente los Criterios Generales de Política Económica en septiembre próximo, el optimismo podría tener un costo muy alto para la política fiscal de 2023.

“El daño muchas veces es invisible, porque al final del día se podrían sobreestimar los ingresos y termines teniendo que aceptar un nivel mayor de endeudamiento […] o que tengas que recortar el gasto […]. Finalmente, el gasto es una máquina de ferrocarril lenta, a la que no es fácil darle un giro. No puedes decir de un día para otro ‘suspendo todo el gasto a partir de mañana’ y se acabó. Si para septiembre quieren hacer las adecuaciones de gasto, podría ya ser muy tarde”, señala Carlos Ramírez, socio consultor de la firma de asuntos públicos Integralia Consultores.

El optimismo de Hacienda en los Pre-Criterios es más peligroso en el lado de los ingresos porque hay tres aspectos en los que sus expectativas difieren de la realidad que perciben los expertos. Para 2023, la Secretaría espera recaudar 4.2 billones de pesos por recaudación tributaria, 11% real por encima de lo que ahora se estima se ingresará por impuestos durante el presente año.

Dos fenómenos parecen motivar a Hacienda a hacer esta estimación para el próximo año: Un mayor dinamismo económico (reflejado en sus expectativas de PIB) y un efecto positivo multiplicador creado gracias a los incentivos del T-MEC.

Respecto al mayor dinamismo económico, en todo el mundo sí hay una expectativa que 2022 y 2023 sean más favorables que los últimos dos años, a medida que se cimiente la recuperación post-COVID. Sin embargo, la economía de México no solo está luchando contra las secuelas de la pandemia.

“Incluso antes del golpe por la externalidad de la COVID-19 y el conflicto entre Rusia y Ucrania, la economía mexicana venía creciendo a tasas muy bajas”, recuerda Andrea Larios Campos, también investigadora de Justicia Fiscal en Fundar. “Es un problema que ya lleva varios años. Entonces esperar un crecimiento tan acelerado sí me parece demasiado optimista […]. No será de la magnitud que plantea Hacienda”.

Respecto al efecto positivo del acuerdo entre México, Estados Unidos y Canadá, en Hacienda “esperan que el T-MEC contribuya de manera positiva en el crecimiento positivo del país nuevamente […].  La economía  mexicana está muy jalada por la economía americana”, reconoce Roberto Colín Mosqueda, miembro de la Comisión de Desarrollo Fiscal del Colegio de Contadores Públicos de México. Pero al mismo tiempo, advierte que “ahora en Estados Unidos se ve una desaceleración”.

Y esta desaceleración es algo que la SHCP parece querer ignorar, cuando en Estados Unidos la reconocen. Mientras que Hacienda estima que la economía de la Unión Americana crecerá 3.6% en 2022 y 3% en 2023, la Reserva Federal consideraba, a mediados de marzo, un avance del 2.8% y 2.2%, respectivamente.

El exceso de optimismo de Hacienda por el lado de los ingresos también se expresa en las perspectivas de ventas petroleras. Aunque la dependencia sí estima una caída en el valor del barril de petróleo, de (-)34.23% frente a la nueva estimación de 2022, así como una caída de (-)13.08% en la plataforma de exportación de crudo frente a lo ahora esperado a finales del año, Hacienda cree que ingresará más por petróleo en 2023 de lo que había aprobado al inicio para 2022.

“Las finanzas públicas otra vez están sustentadas en ingresos petroleros, que son volátiles. Estamos apostando a que van a mantenerse altos los precios del petróleo. Pero la historia nos ha dicho otras veces que no deberíamos confiarnos tanto”, dice José Luis Clavellina, director de investigación del Centro de Investigación Económica y Presupuestaria (CIEP).