¿Beneficiaría a México la entrada de China al TPP?

La intención del gobierno de China de adherirse al Tratado Integral y Progresivo de Asociación Transpacífico (TPP-11) abre un debate en Norteamérica.
22 Septiembre, 2021 Actualizado el 8 de Marzo, a las 20:46
México es el segundo socio comercial de China en la región, pero su balanza comercial con el gigante asiático es fuertemente deficitaria. (Foto: Pixabay)
México es el segundo socio comercial de China en la región, pero su balanza comercial con el gigante asiático es fuertemente deficitaria. (Foto: Pixabay)
Arena Pública

La República Popular China (RPC) hizo pública su intención de adherirse al Tratado Integral y Progresivo de Asociación Transpacífico (TPP-11), para gozar de los beneficios del libre comercio entre América y Asia.

No es un secreto que China se está expandiendo por todo el mercado mundial. Desde su entrada a la Organización Mundial de Comercio (OMC) en 2001 la presencia china se encuentra en todo el globo y en América Latina está teniendo un lugar privilegiado mientras Estados Unidos (EU) es desplazado de su mercado histórico más importante. 

Así lo demuestra que en la VI Reunión de la Comunidad Económica para los Estados de América Latina y el Caribe (CELAC), se presentara un mensaje del presidente Xi Jingping en el que aplaudía el esfuerzo de integración regional alternativo a la Organización de Estados Americanos (OEA), liderado por los EU. 

“Desde la creación de la CELAC, en 2010, el gobierno chino ha sido un interlocutor privilegiado; incluso, hemos presenciado reuniones ad hoc China-CELAC, donde el gobierno chino ha presentado proyectos económicos y propuestas políticas de interés para sus contrapartes de la Comunidad” comentó a Arena Pública, Juan José Ramírez, académico del Colegio de México (Colmex) especializado en estudios asiáticos. 

El nuevo intento de China por adherirse al TPP-11 suscrito por Australia, Brunei, Canadá, Chile, Japón, Malasia, México, Nueva Zelanda, Perú, Singapur y Vietnam, está enmarcado en una duradera guerra comercial que los EU declararon al país durante la administración de Donald Trump, país al que calificó como “una amenaza”. Sin embargo, otras de las decisiones del expresidente resulta ahora en un 'tiro por la culata' para los Estados Unidos con China queriendo ocupar el lugar que EU dejó al retirarse del TPP en enero de 2017.

“Fue una estrategia muy inteligente montarse sobre una iniciativa que originalmente fue presentada por Estados Unidos precisamente para tratar de contener a China en el terreno comercial” dijo José Luis León, académico de la Universidad Autónoma Metropolitana (UAM) y miembro de la Red China y América Latina (REDCAEM). 

Actualmente China domina el continente asiático a través de la integración de la Asociación Económica Integral Regional, el tratado de libre comercio más importante de Asia y  el mercado latinoamericano al ser el primer socio comercial de casi todos los países de la región, aunque México aún no está entre ellos. 

México, pocas oportunidades en el corto plazo

Como parte del TPP,  la entrada de China al tratado puede tener efectos sobre el comercio entre México y el gigante asiático, que actualmente es su cuarto socio comercial, aunque muy por debajo de su vecino del norte.

Para China, el interés sobre América Latina tiene que ver con un mercado donde colocar sus productos manufacturados pero, principalmente, un suministrador de materias primas, explicó León.

“La intención china es sobre todo asegurar un abasto de algunos componentes estratégicos en su desarrollo como los recursos minerales sobre todo cobre y hierro que abundan en América Latina, pero también asegurar un acceso a hidrocarburos”. 

En este caso los principales países beneficiados por las adquisiciones chinas son Brasil y Perú con ventas de hierro, así como Chile -y en mucho menor medida México- con las de cobre. En ambos casos, los altos precios a los que cotiza el metal desde el inicio de la pandemia han generado ganancias históricas a las empresas mineras en estos países. 

El académico de la UAM agrega que recientemente creció el interés en participar en proyectos de infraestructura en generación eléctrica como presas en sudamérica pero también en proyectos de movilidad como infraestructura carretera y el Tren Maya, proyecto insignia del presidente López Obrador, cuya construcción del primer tramo está concesionado a una empresa china.

De acuerdo con un estudio del Centro de Estudios China-México (Cechimex) de la Facultad de Economía de la UNAM, durante 2020 México fue el mayor receptor de inversión extranjera directa china en América Latina seguido por Chile y Brasil. Aún así, el estudio señala que de 135 proyectos en la región, sólo 6 están en México.

Pero a nivel comercial México, aún siendo el segundo mayor socio comercial en la región, tiene aún menos posibilidades de aprovechar una hipotética entrada de China al TPP, debido a que -a diferencia de los otros países de la región- el comercio es muy desbalanceado pues por cada 10 dólares que exporta China, México importa solo 1 dólar, explicó José Luis León. 

“Cuando analizamos la relación China-América Latina, sino no consideramos a México hay un superávit para América Latina pero si consideramos a México hay un déficit; así de importante es el peso del déficit mexicano”.

El sinólogo explica que las razones por las cuales es difícil empatar a las dos economía es debido al perfil comercial y productivo que ambas tienen, que incluso podría resultar riesgoso para la principal industria mexicana: la automotriz. 

“El tema es que a diferencia del resto de América Latina que concurre al mercado mundial con materias primas, México es un exportador de productos electrónicos ensamblados en el país y de automóviles que son sectores que entran en franca competencia con los productos chinos”.

Actualmente existen 48 marcas distintas de automóviles chinos por lo que se ha convertido en el mayor productor mundial con 25 millones 225 mil 242 unidades fabricadas durante 2020, muy por encima de los 8.82 millones de EU, el segundo lugar. Pero incluso con su inmensa producción, pocas marcas chinas se venden en México.

Ante la desigual capacidad productiva de México contra el gigante asiático, las oportunidades para ingresar a los mercados chinos se reducen al sector agropecuario, algunas piezas en el ensamblado de autos y a bebidas, como el tequila.

Sin embargo, León explica que aún cuando existen oportunidades los productores mexicanos no encuentran gran interés en tomarlas, principalmente porque tienen el gran incentivo del mercado norteamericano, que pese a que el TMEC es más restrictivo al TLCAN, sigue siendo mucho más atractivo, especialmente en un contexto de vigorosa recuperación pospandemia.

Interés chino, más político que económico

La presencia de China en América Latina ya está consolidada en muchos de los países de la región, por lo que el ingreso o no de China poco cambiaría en la dinámica comercial, opinan los expertos.

“La intención del gobierno chino es sobre todo política: ocupar un espacio abandonado por el gobierno estadounidense, sabiendo que las negociaciones para la adhesión serían prolongadas, ganaría tiempo para reforzar su propaganda como paladín del libre comercio, cualquiera que sea el significado que el otorgue a este concepto” explicó Ramírez.

Durante la negociación del TPP, la administración Obama impuso como condición para sumarse la liberalización de todos los sectores económicos, en ese entonces con el objetivo de obligar al gobierno japonés a abrir su mercado de bienes agropecuarios. Esa política es el principal limitante para Beijing, cuyo compromiso de apertura económica parece difícil.

Para el investigador del Colmex, los gobiernos de Latinoamérica continuarán apostando a China para resolver los problemas económicos que no son capaces de resolver por sí mismos, por lo que el gobierno chino seguirá teniendo una interlocución privilegiada en la región. 

En sintonía con Ramírez, León afirma que, con o sin acuerdos de libre comercio como el TPP, China ya tiene una gran presencia, pues es el mayor socio comercial de los países del mundo. “Ya solo hay unas cuantas zonas como América del Norte, Centroamérica y el Caribe en donde no es el socio hegemónico”, concluyó.