Alza de tasas en México no creará un "freno excesivo" a la economía

La reciente advertencia de Agustín Carstens, gerente general del BIS, no parece aplicar para el caso mexicano, aunque no excluye riesgos leves, dicen expertos.
3 Abril, 2022 Actualizado el 3 de Abril, a las 22:54
Los efectos de una tasa de interés alta no se verían hasta por lo menos un año después. (Foto: Senado de la República)
Los efectos de una tasa de interés alta no se verían hasta por lo menos un año después. (Foto: Senado de la República)
Arena Pública

Para hacer frente a una inflación galopante y ante el inicio de alza de tasas por la Reserva Federal estadounidense, se prevé que el Banco de México (Banxico) siga subiendo las tasas de interés en los próximos meses.

La pregunta es hasta dónde y, de hacerlo a un ritmo acelerado, si ello pone en riesgo la escasa recuperación económica del país, asunto que debaten los economistas en México y en otras latitudes. 

Y es que a la inflación desbocada que se vive en el mundo, ahora se suma la desaceleración económica luego de la pandemia, lo que plantea un doble reto para las economías. Mientras los pronósticos inflacionarios de los organismos internacionales han crecido, las expectativas de crecimiento mundial apuntan a una tasa mucho menor a la alcanzada en 2021 y que en el caso de Latinoamérica será más tres veces menor, al pasar de 6.8% a solo 2.4%. 

En este difícil contexto, Agustín Carstens, actual gerente general del Banco de Pagos Internacionales (BIS, por sus siglas en inglés) -conocido como el banco de los bancos centrales- advirtió que contener la inflación sin agravar el estancamiento económico de la región sería uno de los mayores retos de los emisores centrales del mundo. 

Hay que tener cuidado de no provocar un frenazo excesivo” advirtió durante una conferencia con motivo del centenario del BPI, quién también fuera gobernador de Banxico de 2010 a 2017.

Para Marco Oviedo, analista económico independiente, el temor que tiene todo el mundo es si las acciones monetarias de los emisores centrales de dos de los centros económico mundiales, la Reserva Federal (Fed) estadounidense y el Banco Central Europeo, van a llevar a sus naciones a una recesión en 2024 o incluso antes. 

Aunque la mayoría de las grandes economías latinoamericanas actualmente ya han recuperado su PIB prepandemia, siguen enfrentando fuertes alzas de precios que amenazan la capacidad adquisitiva de su población lo que a la vez ha mermado el consumo, factor fundamental para el dinamismo económico y de gran peso en Sudamérica, donde el mercado interno es mucho más importante que en México. 

“Los mercados emergentes ya saben que tienen que reaccionar bastante rápido. Las tendencias de inflación son aceleradas en comparación con las economías avanzadas. Por tanto, no pueden quedarse a la zaga” dijo el gerente general del BIS.

Pero a diferencia de las economías comparables de la región, el caso mexicano no solo enfrenta inflación excesiva -que en marzo cumplió un año por encima del rango de tolerancia del Banxico- sino una recuperación que todavía está incompleta y donde el riesgo de una tasa de interés alta puede extenderla aún más.

Gerardo Esquivel, subgobernador del Banxico, ha sido uno de los miembros de la Junta de Gobierno más insistentes en dicha polémica desde que el banco central inició su ciclo alcista. 

“Se debe considerar el costo asociado a una tasa más alta, ya que existe el riesgo de llegar demasiado pronto a una postura restrictiva que afecte a la recuperación económica. Ello generaría mayor aversión al riesgo e inestabilidad macroeconómica, lo que podría traducirse en presiones cambiarias y sobre los precios”, argumentó Esquivel durante la reunión monetaria previa al primer alza de la Fed.

Los analistas señalan que el impacto de una tasa de interés alta sobre la economía se presenta cuando el valor de la tasa entra al llamado “terreno restrictivos”, mismo que en el caso de México no se alcanzaría hasta un nivel de alrededor de 7.5% por lo que, actualmente, el país se encuentra en la frontera entre las condiciones laxas y neutrales.

No obstante, incluso cuando se alcance el terreno restrictivo y si bien habrá efectos económicos, un “frenazo excesivo” no parece un escenario que podría darse en México debido a la política monetaria, ni por la velocidad ni por la fuerza del movimiento.  

Para Joel Virgen, analista económico independiente y ex economista en jefe para México de BNP Paribas, en el caso de México los efectos más relevantes comenzarían a hacerse sentir con un retraso que podría llegar a ser de 12 a 18 meses, es decir, si el Banxico alcanza el terreno restrictivo a finales de 2022, como espera el consenso de los analistas, el efecto sobre la economía no se vería hasta el 2023-2024.

Pero incluso cuando estos efectos se den, diversos expertos consultados por Arena Pública creen que la poca bancarización de México -de sólo 38%- no facilita la transmisión de los efectos de las decisiones sobre las tasas, pues el canal crediticio es uno de los más relevantes a partir de los cuales funciona la política monetaria.  

“El alza de tasas puede afectar el crecimiento a largo plazo, pero son otros factores los que están deteniendo el crecimiento. En México las alzas funcionan por el canal de expectativas y no por la demanda agregada porque la bancarización es baja” señaló Gabriela Siller, directora de análisis económico de Banco Base. 

¿Adelantarse a los EU?

Pero no solo la política monetaria que se implemente en México será la que afectará la economía del país, también la que se de en su vecino del norte impactará de forma indirecta. 

En el caso de los Estados Unidos, un país con tasas que se mantienen históricamente bajas y mantienen una gran penetración bancaria, el alza de tasas de fondos federales comenzará a afectar el consumo e inversión cuando se alcance el terreno restrictivo.

El menor dinamismo económico afectaría el canal tradicional de las exportaciones que sufriría el mayor efecto debido a la importancia del comercio entre México y Estados Unidos, es su mayor socio comercial.

Sin embargo, además de ello, el ciclo restrictivo estadounidense generaría presiones adicionales sobre el Banxico para aumentar su tasa de interés, aumentando el efecto restrictivo al crecimiento económico volviéndose un elemento más de riesgo a la baja. 

El inicio del ciclo de alza de tasas de la Fed era un fenómeno ampliamente esperado por lo que Siller considera que los efectos económicos de ésta ya están incluidos dentro de los pronósticos.  

No obstante, la mayoría de los analistas creen que la Fed subirá a 3% antes del cierre del año, la velocidad y magnitud de las alzas sigue siendo objeto de debate, incluso dentro del propio Banxico que comenzó a subir las tasas antes, por lo que existe la posibilidad de que la tasa mexicana suba de manera adicional y demasiado rápida ante las nuevas alzas de la Fed. 

“¿Cuál es el spread que implica con la tasa de EU? Supongamos que la Fed sube su tasa en 3%, entonces Banxico tendría que dejar su tasa alrededor de 9-9.5%, que parece excesivo. Va a depender de cómo se comporte la inflación en México independientemente de la Fed y de qué implicaciones tiene para el tipo de cambio y actividad económica”, comentó Oviedo, quien fuera economista en jefe para México de Barclays. 

El que Banxico lleve muy rápido la tasa de interés a un terreno que se considere restrictivo puede dejarlo sin margen de maniobra mientras la inflación podría seguir subiendo pues la inflación pospandemia no responde a fenómenos del lado de la demanda sino de la oferta, donde la política monetaria es poco efectiva, explica Siller.

Aún así, “al menos al principio tendría que seguirle el paso [a la Fed], sino el diferencial de tasas podría incentivar la salida de capitales, afectando el tipo de cambio lo que ocasionaría más presiones a la inflación”, añade la experta de Bano Base.

En los próximos meses, señalan los economistas consultados, será este diferencial de tasas o spread lo que será el principal objeto de análisis, en especial porque el Banxico inició antes el ciclo y la Fed aún no se sabe dónde terminará.

“No es trivial ni automático ¿Dónde tendría que detenerse México? Quizás podría seguir subiendo y en algún punto parar en una tasa suficientemente sólida aunque la Fed siga subiendo” plantea Oviedo.