Avanza Netflix en planes con publicidad, mientras aún falta claridad en la regulación
La integración de publicidad en servicios de streaming está dando buenos resultados. Así lo demuestra Netflix, el gigante del streaming, que registró 40 millones de usuarios activos mensuales en su nivel con publicidad en todo el mundo, lo que representó un incremento importante desde los 5 millones del año anterior.
Esta cifra es producto de su estrategia para atraer nuevos suscriptores mediante un plan más económico, y llega en un momento en el que la regulación de la publicidad en este ámbito todavía no se encuentra bien delineada, sobre todo de la propaganda política en un contexto en el que el mundo vivirá su más grande periodo electoral.
El plan con publicidad de Netflix fue lanzado en noviembre de 2022, pero su crecimiento no fue tan evidente hasta ahora. Apenas el mismo año, la tendencia en la distribución de contenido apenas suscitó la necesidad de regulación por parte de los gobiernos, con el objetivo de proteger la competencia justa, los intereses de las audiencias y generar ingresos fiscales para los países.
En el último año, los servicios de streaming han incrementado los precios de las suscripciones sin publicidad, ya que más usuarios optaron por abandonar el cable. Al mismo tiempo, introdujeron niveles de suscripción con publicidad más económicos, los cuales están atrayendo a consumidores que no desean pagar hasta $18 al mes por una suscripción sin anuncios.
Sin embargo, la publicidad en estas plataformas no tiene un marco claro. Recientemente la Unión Europea puso en marcha la Ley de Mercados Digitales, junto con la orientación de anuncios personales en redes sociales con la Ley de Servicios Digitales, pero esta regulación aborda a gigantes tecnológicos como Google y Meta.
Lo que buscan cuidar este tipo de normas es tomar medidas contra la desinformación y el discurso de odio, prohibiendo la publicidad online dirigida basada en características personales sensibles. Google y Meta ahora están sujetos a auditorías anuales, y Amazon debe cumplir con nuevas reglas para frenar la venta de productos ilegales, por ejemplo.
El caso de las plataformas de streaming, al menos de plataformas de entretenimiento y contenido audiovisual, está exento. Esto representa un riesgo, por ejemplo, al aparecer publicidad política, debido al enfoque en los ingresos publicitarios por parte de los servicios de streaming.
Aunque Netflix y Amazon Prime Video no han aceptado este tipo de publicidad para sus anuncios, existen otros riesgos por regular, como el acaparamiento de mercado, puesto que en 2023 Netflix ya era la principal plataforma de streaming de video con aproximadamente 261 millones de suscriptores en todo el mundo, mientras que Amazon Prime Video y Disney Plus se situaron en segunda y tercera posición, respectivamente, según datos de Statista.
Con este negocio de publicidad, podría continuar en el mismo camino, e incluso ha anunciado planes para lanzar una plataforma de tecnología publicitaria interna para fines de 2025. Además, Netflix se ha asociado con empresas líderes como Trade Desk, Google Display & Video 360, Magnite y Microsoft para acelerar la compra automatizada de anuncios.
El plan de nivel publicitario de Netflix, con un costo de $6.99 al mes, ofrece una alternativa a los planes más caros de otros servicios de streaming como Warner Bros Discovery y Disney+.
Este plan ahora representa ahora el 40% de todas las nuevas suscripciones en los países donde está disponible. Además, en el cuarto trimestre, la mayoría de las nuevas incorporaciones de suscriptores para la industria del streaming provinieron por primera vez de planes con publicidad, según datos de la firma de investigación Antenna.
Sin embargo, los consumidores podrían continuar en esta línea, debido a que, según el informe anual de Hub Entertainment Research, "Publicidad televisiva: realidad versus ficción", revela un cambio en la actitud de los consumidores estadounidenses hacia las opciones de transmisión más económicas que incluyen publicidad, con el fin de controlar sus gastos mensuales en entretenimiento, por lo que esta tendencia podría mantenerse como una alternativa para el consumidor.