¿Qué les preocupa y cómo invierten los ricos del mundo, ese famoso “top 1%”?
La desigualdad en la distribución del ingreso aumentó en el presente siglo en prácticamente todo el mundo, y se tomó una mayor conciencia de ello a partir del influyente libro de Thomas Pikety (Capital en el Siglo XXI).
La prensa le ha dado seguimiento al fenómeno de manera ya cotidiana, y los gobiernos de los distintos países han mostrado su preocupación de distintas maneras. Uno de los elementos más interesantes del análisis de Pikety es que arrojó información acerca del 1% más elevado en la distribución del ingreso de un país.
Ahora bien, más allá de la distancia con el resto de la población, ese 1% toma decisiones con relación a su fortuna que puede arrojar distintas lecciones importantes. Primero, desde el ámbito financiero, conocer cómo invierten su capital las familias más ricas, representa una oportunidad de apreciar sus visiones del futuro del mundo; segundo, saber en qué instrumentos invierten arroja información de qué tan aversos al riesgo son y, más generalmente, se puede inferir qué les preocupa; tercero, uno puede estimar el efecto sobre la distribución del ingreso que tiene la política monetaria. Finalmente, puede arrojar información para el diseño de política pública, en particular la tributaria.
Así, ¿cómo toman sus decisiones de inversión los más ricos (ese famoso “top 1%”)? Lo primero que tiene que reconocerse es que una buena parte de ese “top 1%” utiliza las llamadas financieras familiares, que son firmas (generalmente pequeñas) que se encargan de administrar la riqueza de estas familias. Estas oficinas familiares se diferencian de las casas de bolsa y otras financieras en el sentido de que ofrecen una personalizada solución integral de inversión y financiamiento de los activos de la familia. Esto incluye una planeación financiera diseñada exclusivamente para cada una de ellas. Por ejemplo, una familia puede o no tener descendencia y eso implica un diseño diferente de inversión. Es decir, hay que adaptarse a las necesidades y objetivos de cada una de ellas.
Las estrategias, al ser integrales incluyen activos diversos, sean financieros y/o inmobiliarios con el propósito de maximizar inter-generacionalmente los recursos, incluyendo el aspecto fiscal. Más aún, algunas incluyen la planeación testamentaria, entre muchos otros servicios.
Dicho esto, el banco internacional UBS (Union Bank of Switzerland) desde hace pocos años realiza un reporte de cómo invierten esas familias. El reporte del último año acaba de darse a conocer la semana pasado (Global Family Office Report1) y da respuesta a varias de las interrogantes planteadas arriba.
El reporte aglutina 320 financieras familiares en todos los continentes del orbe. La fortuna de las familias en el reporte representa un valor promedio neto de 2.6 billones de dólares estadounidenses, que representan un total de más de 600 billones.
Con respecto al 2023, en este año 2024 hubo un rebalanceo de los portafolios, destacando una reasignación hacia instrumentos de renta fija (con duración corta), por una cantidad no vista en los últimos 5 años. Al mismo tiempo, las inversiones inmobiliarias (real estate) en propiedades comerciales disminuyeron sensiblemente, como respuesta a una reducción de los precios de dichos activos en la mayoría de las regiones.
Esto refleja que la erupción de los conflictos geopolíticos es una de las mayores preocupaciones en el corto y en el mediano plazos. La expectativa es que la composición de estos portafolios formados en 2024 no cambiará en el corto plazo. Asimismo, para los siguientes 5 años, las financieras familiares ven a las consecuencias del cambio climático como uno de los riesgos más apremiantes, en compañía de los altos niveles de deuda pública y privada.
En el corto plazo, para los siguientes 12 meses, la inflación es la mayor preocupación. Regionalmente, los activos se concentran en Estados Unidos, aunque la región Asia Pacífico es significativa también (excluyendo China). El reporte señala además un sesgo nacional, donde las familias adineradas de Estados Unidos prefieren quedarse en su país, y las europeas en su continente. Esto, nuevamente, insinúa una preocupación de la retracción de la globalización.
Todo lo anterior sugiere una incertidumbre más elevada que requiere y requerirá una administración muy activa por parte de las administradoras de fondos familiares, pronunciada por la divergencia de desempeños de las acciones. Por último, el reporte enfatiza la instrucción de las familias hacia inversiones sustentables.
Ahora bien, ¿en qué se diferencia la estrategia de inversión de estas financieras de las tradicionales? Una de las principales diferencias es que por naturaleza una familia que busca preservar la fortuna inter-generacionalmente es más conservadora y cautelosa a la hora de realizar inversiones. Por ello, estas estrategias nos sugieren que existe mucha cautela debido a que perciben riesgos futuros importantes. Hay que escuchar a “las inversiones” de este segmento de la población.