Banxico, de la encrucijada al callejón sin salida

En su Informe Trimestral, Banxico pudo modificar su guía prospectiva para plantear que hará una pausa en sus recortes a la tasa hasta que el panorama inflacionario sea favorable; al no hacerlo, pasó de una encrucijada a un callejón sin salida.
29 Mayo, 2025
Banco de México.
Banco de México.

Ayer Banxico presentó su Informe Trimestral enero-marzo 2025. En dicha presentación el banco central mantuvo su guía prospectiva de que recortará su tasa de interés de política monetaria en 50pb en su reunión de junio. Con ello habrá recortado en 4 decisiones consecutivas su tasa de referencia en esa magnitud. 

Al respecto, conviene señalar que los dos recortes previos (marzo y mayo) fueron anticipados por los analistas y los mercados como resultado de la guía prospectiva que el banco central dio a los mercados en su decisión de febrero en la cual anunció que en las próximas decisiones de política monetaria continuaría recortando la tasa de referencia en una magnitud similar. 

Sin embargo, a pesar de haber sido anticipado el anuncio de recortar la tasas de referencia en 50pb en mayo, esa decisión no fue bien recibida por los analistas y los mercados por varias razones. Entre ellas destacan las siguientes:

(a) El proceso de desinflación ha venido mostrando desde diciembre signos de haberse interrumpido desde diciembre pasado y el dato de la inflación anual de abril había mostrado un ligero repunte de la inflación, incluida la inflación anual del subíndice subyacente;

(b) El reconocimiento del banco central de que el balance de riesgos para la inflación se mantenía sesgado al alza; y

(c) la revisión al alza de los pronósticos de inflación del propio banco, la cual incorporó una aumento significativo de su previsión de inflación subyacente promedio anual para el segundo trimestre del año en curso. 

Para los “Banxico Watchers”, el recorte de la tasa de referencia de 50pb en mayo no fue congruente con diagnóstico del panorama inflacionario, el balance de riesgos sobre la inflación y la revisión al alza de los pronósticos. 

Por otra parte, ayer el Banco de México volvió a mencionar en la presentación de su Informe Trimestral su confianza en el que el debilitamiento que viene mostrando la actividad económica desde 2024 y que se espera se acentúe en 2025, contribuiría al combate a la inflación. Sin embargo, la evolución de la inflación y de las expectativas de inflación indica que aún no hay señales claras de que así sea. La inflación anual y la inflación subyacente volvieron a mostrar un repunte en el dato de inflación correspondiente a la primera quincena de mayo. En particular, la inflación general anual subió a 4.22% y la inflación subyacente anual se elevó a 3.97%. 

La última encuesta de expectativas de Citi del 20 de mayo confirma que todos los participantes anticipan que el siguiente movimiento en la tasa de política monetaria sea en junio 2025. El consenso espera otro recorte de 50pbs en anuncio del 26 de junio. De 32 participantes, 29 esperan un recorte de 50pbs mientras que sólo 5 analistas esperan un recorte de 25pbs. Por otra parte, la encuesta indica que los participantes revisaron al alza sus proyecciones para la inflación general para el cierre de 2025 a 3.85% (desde 3.80% de la encuesta de la quincena anterior). Para la inflación subyacente anual de cierre de 2025, sus proyecciones se incrementaron a 3.90% (desde 3.81% en la encuesta previa). En pocas palabras, a pesar de que también anticipan un debilitamiento de la actividad económica, los especialistas no parecen estar contemplando que ello contribuya a moderar las presiones inflacionarias. 

A pesar de ello, la Junta de Gobierno reiteró que continuará recortando su tasa de referencia en una magnitud similar y que ello le permitiría reducir el grado de restricción monetaria sin comprometer el objetivo de que la inflación converja hacia la meta de 3% dentro del horizonte en que opera la política monetaria. En pocas palabras, se reafirma la guía prospectiva del banco central de que en junio la tasa de referencia volverá a reducirse en 50pb. 

Los analistas y los mercados parecen haberse percatado que la junta de gobierno de Banxico se siente relativamente cómoda con una inflación general ligeramente inferior al 4%, lo que conlleva el riesgo de que la volatilidad del subíndice subyacente la pueda ubicar por encima de ese porcentaje. Si bien el Banco de México ha reiterado en múltiples ocasiones su compromiso con la convergencia de la inflación a la meta de 3%, pareciera que lo que realmente cuenta es cómo son percibidas las acciones de política monetaria y sus resultados. 

Los analistas también parecen estar hastiados de las frecuentes revisiones al alza en los pronósticos de Banxico. En la práctica, estas revisiones han llevado en varias ocasiones a posponer el trimestre de convergencia a la meta de 3% dentro de un horizonte de pronóstico que no es estático, sino que se mueve cada trimestre hacia un futuro que parece cada vez más lejano.

En mi opinión, el mayor error en la instrumentación reciente de la política monetaria radica en la guía prospectiva sobre las decisiones sobre la tasa de referencia. Esta guía sólo ha servido para enfocar las expectativas sobre la tasas de interés de la política monetaria. Esto genera más problemas que beneficios si la guía prospectiva no es congruente con el mandato del banco central de procurar un entorno de inflación baja y estable, entendido como una tasa de inflación promedio de 3% dentro del intervalo de variabilidad de +/-1% por un periodo prolongado. Esto último requiere la percepción de una política monetaria congruente con un proceso de desinflación sostenible hacia la meta de 3% y su consolidación. 

Ayer Banxico se encontraba en una encrucijada. El banco central debió haber aprovechado la presentación del Informe trimestral para anunciar una pausa en los recortes, señalando que esperaría a tener nueva información sobre los datos de inflación de las próximas dos o tres quincenas, especialmente cuando las expectativas de inflación para el cierre de 2025 se encuentran por encima de los propios pronósticos de inflación del banco central. Además, aún no hay indicios claros de que la desaceleración económica efectivamente este contribuyendo o vaya a contribuir a paliar las presiones inflacionarias. Tampoco se conoce la velocidad y la magnitud con que este efecto pudiera materializarse. Desafortunadamente, Banxico desaprovecho la única oportunidad que tenía para modificar su guía prospectiva hasta que el panorama inflacionario fuera más favorable. 

Me temo que ceñirse a la guía prospectiva anunciada desde febrero, confirmada en la presentación del Informe trimestral, no será bien recibida por los analistas y los mercados, poniendo en riesgo los avances hasta ahora alcanzados en el combate a la inflación y, sobre todo, la credibilidad del banco central. Esto último dificulta aún más el abatimiento de las expectativas de inflación de corto plazo y la efectividad de las acciones de política monetaria. Banco de México se ha metido a un callejón sin salida.

Abraham Vela Dib Abraham Vela Dib Economista por el Tecnológico de Monterrey, maestro en Economía por el Colegio de México y doctor en Economía por la Universidad de California en Los Ángeles. Fue presidente de la Comisión Nacional del Sistema de Ahorro para el Retiro (CONSAR) desde 2018 hasta 2021. Antes, trabajó en el Banco de México y la Secretaría de Hacienda y Crédito Público. Actualmente es profesor en el Instituto Tecnológico Autónomo de México (ITAM).