Se anticipa repunte de materias primas por reapertura en China
Este año se perfila para una nueva oleada de incrementos en las materias primas conforme China, el gigante económico global, consolide la reapertura de su economía.
Luego de presentar importantes rebrotes de infecciones por coronavirus en los últimos meses, el gobierno de la República Popular China ha decidido levantar la mayoría de las estrictas restricciones sanitarias de su política de COVID cero, incluídas aquellas sobre la movilidad, restricciones portuarias y manufactureras que mantenía desde hace poco más de tres años.
Como el mayor importador mundial de muchas de las materias primas, el nuevo despertar de China ha traído consigo presiones al alza en los precios internacionales de algunos insumos industriales como los metales, que luego de que a finales de 2020 y la primera mitad de 2021alcanzaran niveles récords, se habían mantenido a la baja durante casi todo el 2022 ante la desaceleración de la economía.
Si bien la economía china continuó desacelerando con fuerza en el cuarto trimestre desde 3.9% en el 3T a 2.9% en el 4T, el resultado fue mucho mejor al esperado por los analistas quienes estimaban un freno hasta 1.8% de crecimiento interanual debido a los efecto del COVID cero.
El resultado del 4T, el anuncio del fin de las restricciones, así como la contratendencia monetaria del Banco Popular de China -que está aplicando una política acomodaticia a diferencia de la actual restricción monetaria occidental- causó que la tendencia de caída de algunos de estos metales se rompiera en el último trimestre del año pasado.
El hierro, por ejemplo, alcanzó en diciembre los 122 dólares por tonelada -un incremento de 32.6% respecto a octubre- luego de 10 meses previos de caídas desde su pico en 2022 cuando alcanzó los 214 dólares por tonelada en febrero. El avance de este mineral se ha debido principalmente a la expectativa de reactivación de los masivos hornos siderúrgicos chinos, pues el país es el mayor productor mundial de acero.
El cobre ha sido el otro metal protagonista de la reactivación china, pues tan solo en la última semana subió un 7.84% hasta 9,185 dólares por tonelada, impulsado por la expectativa de que el consumo de este metal crezca conforme la industria manufacturera y de construcción china tome un nuevo aire luego de las restricciones del coronavirus, pues incluso con ellas en 2022 las importaciones crecieron 6.2%.
Esta expectativa se complementa con los anuncios del gigante inmobiliario chino Evergrande Group, que se comprometió a pagar sus pasivos para reanudar sus trabajos en obras luego de que a finales de 2021 se hiciera público que podría entrar en bancarrota ante la imposibilidad de pagar sus deudas.
Adicionalmente, otro metal industrial de relevancia como el aluminio también ha elevado sus precios recientemente hasta alcanzar los 2,602 dólares por tonelada, mismo que según los analistas podría alcanzar una media de 3,125 dólares la tonelada, su mayor precio desde el pico de 3,500 dólares alcanzado en febrero del año pasado.
Este año, según los economistas de Goldman Sachs -quienes creen que incluso se podría superar el anterior pico- el repunte se vería impulsado debido a la caída en las reservas que se encuentran en su nivel más bajo desde 2002 y se enfrentarían al incremento de la demanda en China, pero también en Europa.
Combustible para el “dragón”
También el precio de los energéticos está sufriendo debido a las presiones del "hambre" de combustibles por parte del “dragón chino”.
La semana pasada el petróleo WTI subió un 8.81% y el Brent 8.66%, incluso después que el Departamento de Energía de EU diera a conocer un aumento de los inventarios de crudo de prácticamente 19 millones de dólares, algo que en condiciones normales hubiera arrastrado a la baja el precio del petróleo.
Aunque los precios del barril aún se sitúan lejos de las cotas máximas alcanzadas en el inicio del 2022 con la invasión rusa a Ucrania, ambos precios de referencia se mantienen en un suelo en torno a los setenta y cinco a ochenta dólares, mismo que se afianzaría ante la reapertura del gigante asiático con una aún incierta estimación en el aumento de la demanda global.
La movilidad en el país de 1,412 millones de habitantes había decaído en su consumo conforme la movilidad fue restringida, pero tan solo en diciembre ya con medidas más laxas del COVID cero y rumbo al fin de las mismas, el aumento en la movilidad trajo consigo un mayor uso de transporte que demandó un incremento en las importaciones de crudo de casi 4% solo en diciembre.
Según el Secretario General de la Organización de Países Exportadores de Petróleo, Haitham al-Ghais, se espera que la demanda petrolera se incremente en 500 mil barriles al día luego de que las restricciones sanitarias chinas fueran derogadas, aunque algunas otras estimaciones privadas apuntan hasta 800 mil barriles extra al día.