Imparable encarecimiento de autos usados, signo de la inflación post pandemia en Estados Unidos

La inflación de mayo llegó hasta 5%, cifra no vista para ningún mes desde agosto de 2008, año de la crisis financiera mundial.
14 Junio, 2021 Actualizado el 14 de Junio, a las 17:15
Los autos usados en Estados Unidos se encarecieron 29.7% en el último año; solo en mayo subieron 7.3%
Los autos usados en Estados Unidos se encarecieron 29.7% en el último año; solo en mayo subieron 7.3%
Arena Pública

Comprar un auto usado podría parecer una opción más barata que adquirir uno nuevo, pero la alta demanda y un suministro limitado están encareciendo esta opción para los consumidores estadounidenses.

Los automóviles usados volvieron a incrementar su precio en 7.3% a nivel mensual en mayo, hilando su tercer mes de aumentos, mismos que se intensificaron en abril pasado cuando fueron del 10%. A nivel interanual, los vehículos usados son 29.7% más caros que en mayo de 2020, resultado que sigue bajo la influencia de una baja base de comparación pero que tiene su origen principal en un desequilibrio del mercado.

En los Estados Unidos (EU), el Índice de Precios al Consumidor (IPC) registrado en mayo llegó hasta 5%, su mayor incremento interanual desde agosto de 2008 - año de la crisis financiera global- hasta el 5.37%. Así, el precio de los autos es seis veces mayor que la inflación general.

La presión inflacionaria de los vehículos de segunda mano se debe a un choque entre la oferta y la demanda enclavado en un proceso de rápida recuperación de la economía estadounidense, pero también de la crisis de los semiconductores.

Hace un año, cuando la economía se contrajo como efecto de la adopción de medidas sanitarias contra la pandemia de COVID 19, la tasa de desempleo en la Unión Americana alcanzó 14.8%, su máximo histórico.

Ante la pérdida del ingreso de muchas familias y la poca o nula necesidad de un auto ante el encierro, las ventas de autos en la unión americana se desplomaron 30%, su peor caída desde la gran recesión.

Ahora, ante la recuperación parcial del empleo -que alcanzó el 5.8% en mayo- en conjunto al aligeramiento de las medidas de distanciamiento social, los trabajadores norteamericanos volvieron a necesitar autos para transportarse a sus centros de trabajo, sumado a una mayor capacidad adquisitiva derivada del alza salarial presentada en varios estados donde la renacida industria exige aumentar su planta laboral.

Sin embargo, el mercado de automóviles no ha logrado satisfacer la demanda, pues la capacidad productiva de la industria automotriz se vio severamente dañada luego de un periodo de bajas ventas y la estocada final que fue la crisis de semiconductores iniciada desde principios del 2021.

En México, uno de los países más importantes en la cadena internacional de producción automotriz, la producción automotriz cayó también durante febrero producto de los cierres parciales y/o totales derivados de la crisis del gas así como de los semiconductores, si bien se ha recuperado desde entonces.

Pero el peligro para la industria continúa pues el repentino repunte de contagio de COVID 19 en Taiwán -país que concentra la producción mundial de microchips- amenaza nuevamente el suministro mundial de tan ansiados insumos.

 

Fed pide calma mientras la inflación toca puerto

 

El nivel de inflación registrado ya ha excedido el objetivo de 2.00% de la Reserva Federal (Fed) -organismo monetario central de los EU- manteniendo en vilo a los inversionistas estadounidenses.

Sin embargo el presidente de la institución, Jerome Powell, ha mantenido su postura de que éste es un repunte de precios transitorio que será superado los próximos meses conforme la oferta se adapte y la demanda se estabilice.

Pero aún si se supera el factor automotriz, el temor ante el “sobrecalentamiento” de la economía estadounidense, originalmente motivado por la magnitud histórica del paquete fiscal aprobado en enero, ahora se ve ampliado ante la inesperada llegada de inflación desde el oriente.

Desde inicios de junio, los analistas voltearon la mirada hacia China, donde la inflación de precios productor llegó hasta el 9% derivado del aumento internacional del precio de las materias primas, fenómeno que está impactando en el coste de  importación a Estados Unidos.

Además, la reapertura del comercio internacional que exige una mayor movilidad de mercancías trajo consigo un escarpado repunte del costo logístico para enviar contenedores desde China, pues el Shanghai Containerized Freight Index (SCFI) -el índice más importante para calcular tarifas de flete marítimo desde China- ha crecido desde 852.7 puntos en en mayo 2020 hasta 3703.9 durante la última semana, lo que podría traducirse en un incremento aún mayor de los costes de importación desde el gigante asiático el mayor socio comercial de EU.

No obstante, los temores inflacionarios, Jannet Yellen, así como Powell, continúa defediendo la postura acerca de la naturaleza transitoria de la inflación actual, idea que mantuvo ante los líderes financieros del G7 a los que instó a mantener estímulos fiscales para ayudar en la reactivación económica en su última reunión.