Crecen temores de la Fed por la rápida desaceleración de la economía

Sin usar la palabra recesión todavía, recientes declaraciones de miembros del FOMC señalan que es difícil lograr un “aterrizaje suave” de la economía en medio del combate contra la inflación.
14 Octubre, 2022 Actualizado el 14 de Octubre, a las 13:13
El presidente Jerome Powell y la vicepresidenta Lael Brainard, al centro, en un panel de la Fed el 23 de septiembre pasado (Foto: Twitter Federal Reserve)
El presidente Jerome Powell y la vicepresidenta Lael Brainard, al centro, en un panel de la Fed el 23 de septiembre pasado (Foto: Twitter Federal Reserve)
Arena Pública

A los miembros de la Reserva Federal les comienza a preocupar las crecientes posibilidades de una recesión en Estados Unidos (EU), aunque aún buscan mantener en calma a los mercados. 

El propio presidente de EU, Joe Biden, ha reconocido este miércoles -a tan solo unos días de las elecciones de mitad de periodo- que existen posibilidades de una recesión en la economía más grande del mundo, aunque de suceder esta sería “leve''. 

En sus últimas declaraciones varios de los miembros del Comité Federal del Mercado Abierto (FOMC, por sus siglas en inglés), incluída la vicepresidenta de la Fed, también mostraron signos de preocupación por una desaceleración económica más rápida de lo pensado, si bien sólo uno de ellos utilizó la palabra recesión.

"Con un crecimiento muy por debajo de la tendencia en los próximos dos años, es posible que un shock pueda empujar a la economía de Estados Unidos a la recesión por un tiempo", señaló la presidenta de la Fed de Cleveland, Loretta Mester, durante un discurso en Nueva York.  

Los miembros de la Reserva Federal se habían negado previamente a utilizar la palabra “recesión” dentro de sus discursos, salvo a pregunta expresa de los medios o participantes del mercado, quienes ven una alta posibilidad de que los Estados Unidos entren en recesión el próximo año. 

Si bien, han reconocido que la tasa de desempleo tendrá un considerable aumento el próximo año, el organismo monetario estadounidense ha dicho que no es lo suficientemente grande -ni siquiera con crecimiento negativos o nulos- para poder declarar en recesión a la economía estadounidense.

Subyacente no cede

No obstante, la preocupación en torno a la desaceleración se ha extendido más y más entre sus miembros conforme el ritmo de desaceleración de la economía no está siendo acorde a la desaceleración del alza de precios.

La vicepresidenta de la Fed, Lael Brainard, señaló que la producción se ha desacelerado en lo que va de año más de lo previsto, “lo que sugiere que el endurecimiento de la política está teniendo algún efecto", dijo.

Brainard reconoció que "en otros sectores, los retrasos en la transmisión significan que las medidas tendrán su pleno efecto en la actividad en los próximos trimestres, y el efecto en la fijación de precios puede tardar más", anticipando la convivencia de altas tasas y alta inflación durante un periodo todavía largo de tiempo. 

Este jueves fue dado a conocer el resultado del Índice de Precios al Consumidor (IPC) en septiembre que registró un nivel de 8.2% a tasa anual, una décima por debajo que la medición de agosto y una por encima de lo anticipado por los analistas.  

No obstante, buena parte de la aparente desaceleración del IPC se debe a la estabilización de precios internacionales de la energía, principalmente la gasolina con una disminución de 4.9%, reconoció el comunicado del Buró de Estadísticas Laborales.

Sin considerar este y otros bienes de precios altamente volátiles, el indicador subyacente demostró que la inflación aún no llega a su pico, pues subió el mes pasado hasta el 6.6%, sus máximos de cuatro décadas

Además, a nivel mensual el resultado fue aún menos alentador, pues la inflación general subió un 0.4% después del 0.1% de agosto y al doble que el 0.2% esperado por los analistas.

Para el banco inglés Barclays, el decepcionante último resultado del IPC estadounidense así como resultados de creación de empleo aún “decentes” anticipan que la Fed no solo mantendrá su agresivo programa monetario sino que aumenta la posibilidad de que las tasas pudieran alcanzar el 5%-5.25%

Tope de tasas aún incierto

"Veo la tasa de interés nominal de los fondos subiendo un poco por encima del 4.5% a principios del año que viene y luego permaneciendo en este nivel durante algún tiempo mientras evaluamos cómo nuestros ajustes de política afectan a la economía", dijo el presidente de la Fed de Chicago, Charles Evans, quien tendrá voto en 2023. 

"A pesar de cierta moderación en el lado de la demanda y de los incipientes signos de mejora en las condiciones del lado de la oferta, no ha habido progreso en la inflación", señaló por su parte Mester de la Fed de Cleveland.

Si bien todos los miembros del FOMC aseguran que no se detendrán en su cruzada anti inflacionaria, los gobernadores aún no se encuentran seguros de cuando tocarán techo las tasas. 

Michelle Bowman, miembro de la Junta de Gobierno de la Fed con voto permanente, señaló que "aún no está claro" hasta qué punto la Fed necesitará aumentar la tasa de fondos federales ni por cuánto tiempo se mantendrá alta; sin embargo, dijo que aun cuando los precios comiencen a enfriarse, las alzas no se detendrán solo irán a un “ritmo más lento”.

No obstante, con un panorama aún incierto un nivel excesivo de restricción monetaria se vuelve una sombra que pesa cada vez más sobre la Fed. "Pasarse de la raya también es costoso, y existe una gran incertidumbre sobre el grado de restricción que debe alcanzar la política" dijo Evans.