Entrevista | Las historias detrás de 'De Osos', un diamante en bruto de la escena mexicana

"Siempre me ha gustado que un disco tenga un tema central, que las canciones sean capaces de contar una historia", nos platica Arturo Luna, fundador y compositor principal de De Osos, uno de los diamantes en bruto mejor guardados de la escena nacional.
21 Septiembre, 2020 Actualizado el 23 de Septiembre, a las 08:44
De Osos.
De Osos.
Arena Pública

Los viajes son capaces de romper con nuestra zona de confort, nuestros puntos de vista y preconcepciones. Son factores fundamentales dentro del cómo nos definimos como humanos.

No obstante, existen otro tipo de travesías que, en nuestra propia virtud, tienen efectos similares: la gente que llega a nuestras vidas, su impacto, su permanencia en nuestros actos; los sueños, los deseos, el impulso por trascender y llegar a espacios que no conocemos, y que al final construimos a partir de nuestra imaginación y que, ante todo, deseamos plasmar.

Para conocer más a fondo las historias, viajes y demás travesías contenidas en su trabajo, tuvimos la oportunidad de platicar con Arturo Luna, líder, compositor principal y creador de De Osos, un grupo originario de la Ciudad de México que destaca por explorar texturas sonoras por medio de un particular acercamiento, en el cual combina elementos electrónicos heredados de estilos como el EDM, riffs de guitarra masivos, percusiones potentes, muros de sonido y una visión narrativa con la que busca compartir historias únicas con cada nuevo lanzamiento.

Siendo uno de los diamantes en bruto mejor guardados de la escena nacional, De Osos ha sido seleccionado para tocar en festivales de talla internacional como el SXSW (en Austin, Texas), Dunk! Festival (en Bélgica) y el Arctangent Festival (del Reino Unido).

En un vaivén espectacular, Arturo compartió con Arena Pública cómo entró al mundo de la música, el proceso de cómo se conformó el proyecto, los artistas, situaciones y personas que le han inspirado a través de los años, las historias que acompañan sus lanzamientos más importantes y sus planes a futuro.

 

¿Cómo surgió el proyecto?

Hace unos años tenía una banda con un amigo e invitamos a un par más; se llamaba Hoax Empire. Le tirábamos más al rock psicodélico, pero siempre era un problema ponernos de acuerdo para ensayar, para empezar a componer, para determinar nuestro estilo o lo que queríamos hacer… todo era demasiado abierto.

Todos tenían ideas diferentes, algunos no se presentaban. Siempre había que esperar a alguien y me desesperaba que no éramos un “grupo” en sí; no siempre se consideraban las ideas de todos, de repente ya había algo hecho, yo hacía mis cosas aparte y así siguió, hasta que me harté y decidí grabar lo que yo hacía. 

 

Hice un EP que no publiqué hasta mucho después. Al principio creía que podía hacer todo yo solo, con puro piano y cello, pidiendo ayuda de unos amigos para complementar lo que, en sí, era algo muy sencillo. Pero después fui a Lollapalooza y vi a Nine Inch Nails y dije: “No, necesito eso. Necesito hacer una banda en serio.”

Justo en ese viaje aproveché para comprarme una computadora y un sintetizador más en forma, y decidí tomarlo como el instrumento base, en lugar del piano, lo que al final formó el sonido de lo que es De Osos: Similar al post-rock, pero no tan enfocado a las guitarras, sino basado en lo que el “sinte” puede hacer. 

 

¿Cómo surgió el nombre?

“De Osos” lo empecé por mi papá. Mi papá falleció cuando yo tenía 17, hace10 años. A él le gustaba un chingo el blues. Su artista favorito era John Mayall, quien tiene una canción que se llama “El Oso”.

“El Oso” [Bob Hite] también era el vocalista de Canned Heat, entonces John Mayall hizo esta canción en homenaje a Canned Heat. Aparte mi papá se llamaba igual que yo, Arturo, que significa “Cuidador de Osos”. Por si eso fuera poco, el animal favorito de mi papá era el oso polar.

Entonces, no tenía de otra: o le ponía “De Osos”, o le ponía “De Osos”. 

 

¿Cómo fue tu primer acercamiento a la música?

La familia de mi papá siempre ha sido muy “bluesera”. Les gusta muchísimo el blues, siempre han tenido el radio prendido y siempre que hay reuniones hablan de música. Además, tenía una vecina que era maestra del conservatorio, así que desde que tenía 5 años mi papá me llevó y me preguntó: “¿De verdad te gusta esto?”, le respondí que “sí”, a lo que contestó: “Ya, vas a venir a clases.”

Iba diario de lunes a lunes y la maestra era bien estricta. Por ejemplo, un día llegué con un libro del “Dark Side” [Dark Side of the Moon - Pink Floyd] y nada más me dijo: “No… aquí no tocamos eso.” Sí fue súper clásica mi enseñanza. Ese fue mi primer acercamiento formal a la música.

 

¿Cómo fue que llegaste a la música electrónica? 

Cuando empecé la prepa, cuando tenía 15 más o menos, me empecé a volver adicto a descargar música y a escuchar y escuchar cosas. Descubrí a Explosions in the Sky, a Sigur Rós y dije: “¿¡Qué pedo?! Esto es lo mejor que he escuchado en mi vida”.

Me abrí al post-rock y entre todas las bandas que descubrí, encontré a 65 Days of Static. Siempre que los escucho, siento que estoy escuchando el futuro. Siempre tienen algo “innovador”. Tienen elementos de drum & bass, de EDM, a veces siento que estoy escuchando a Aphex Twin.

Leía las entrevistas que les hacían, veía sus influencias que ponían en Myspace, y todo era muy parecido al cómo yo escuchaba música.

Tampoco me encanta toda la música electrónica, hay cosas que realmente no me enganchan, pero finalmente esta “metamorfosis" que se ha dado en años recientes, entre usar los beats (que a veces significa sacrificar la batería para llegar a meter simples) es lo que me llama mucho la atención.

Un pianista islandés que también he seguido mucho es Ólafur Arnalds. Casi casi le prendo una vela todas las noches.

Espero equivocarme, pero muchas veces pienso que no hay más de donde “rascar”, muchas veces sólo queda lo que ya hay en el entorno y a partir de eso uno tiene que hacer ese “emblema” propio. Ólafur Arnalds lo hace en cada uno de sus discos, todos sus discos suenan a él y no hay nadie más que suene igual. Igual que Trent Reznor y otros.

Mientras estos grupos iban expandiéndose, yo iba explorando esos horizontes que ellos trataban, hasta que poco a poco fui metiéndome más en la música electrónica, los drum machines y los sintetizadores. 

 

¿Qué es lo que te influye actualmente, qué es lo que te mueve?

La verdad es que ya no he buscado tanto como antes. La verdad creo que me he estancado.

Una de las pocas que he encontrado últimamente es Rolo Tomassi, que me abrió un lado medio “emo” o hardcore sin ser tan duro. No sé cómo llamarlo, porque me cuesta trabajo el metal, todo ese estilo donde gritan y como que ladran -sin querer ofender- lleno de odio, no puedo. Pero Rolo Tomassi tiene de eso, además de que se parte en secciones mucho más tranquilas.

Ahorita, este tipo de guitarras fuertes y baterías sólidas, ese enojo contenido, esa ira, es algo que me está ayudando mucho para crear nuevas cosas. 

También tienes piezas bastante complejas como Campo de Terror Absoluto, que están separadas del resto. ¿Cómo han evolucionado tus canciones? 

A mí siempre me han gustado los lados B que sacan las bandas. El disco y después estos sencillos ligeramente diferentes. Ahora es algo totalmente diferente, ahora necesitas primero los sencillos antes del disco para intentar darle la mayor difusión al proyecto, porque la verdad es que el mundo está en friega.

En Todo el Ruido Entre Nosotros saqué primero el disco porque se acercaba el SXSW, y tenía un par de proyectos guardados, entonces “Campo de Terror” lo trabajé con un amigo encargado de la parte visual, pero no podíamos relanzar la canción porque ya teníamos el video, entonces a partir de éstos salieron estos primeros “lados B” como “Leve Distorsión en el Aire”. 

A la par me estaban ayudando en el contacto con Nordic Giants, porque soy muy fan del grupo y quería hacer un remix o más bien un “rework” de “Together”. Nos lanzamos a la aventura, fui al festival Arctangent (Reino Unido) donde les platiqué más de lo que tenía en mente, hicimos el contacto y finalmente se logró. 

 

 

Poco después de estas canciones sacaste “Titan” y “At least be human”. Al ver los títulos, cada uno posee una carga narrativa propia, ¿qué estabas pensando cuando las creaste?

Siempre me ha gustado que un disco tenga un tema central, que las canciones sean capaces de contar una historia.

Mi tema en Todo el Ruido Entre Nosotros es “cómo suena el espacio.” Así que conformé mi propia versión de cómo suena este lugar, aventurándome mucho a crear distintas atmósferas con los sintetizadores. Tenía que imaginar este mapa de mi viaje espacial, de qué lunas iba a encontrar, qué planetas iba a visitar, por donde iba a orbitar. 

Titán, esta luna de Saturno que sale en videojuegos, cómics, series y películas, siempre presenta esta posibilidad de que ahí hay vida. Y me gusta mucho, me gusta esta idea de hacerle una canción a esa luna, de imaginar un viaje pensando en qué habría ahí, a dónde llegaría en ese astro; con esa fuerza de decir: “Aquí puedo encontrar algo.” Al final estos fueron mis viajes espaciales. 

Después de “Todo el Ruido”, “Titán” y “Campo de Terror Absoluto” termina el viaje espacial. Y sí, soy fan de Evangelion, muchas veces tomo ideas de ese anime porque a la hora de componer, además de todos los grupos que me han gustado, me guío mucho por lo que veo.

Evangelion, Legión, Interestelar, que me gustaron muchísimo, están más presentes en “At Least Be Human” o “Lonely Brain Cells”, porque ahora el viaje es algo mucho más íntimo. Ahora quiero ir a este viaje de la memoria, de la nostalgia, el viaje del sentimiento y de las cosas que uno añora. En especial con Legión parece que le di al clavo, principalmente con la primera temporada en donde abarca la búsqueda de los recuerdos, su niñez y la identidad del protagonista.

Quiero repasar los años que he vivido, quiero acordarme de ellos, no quiero perderlos y hasta cierto punto los extraño. 

 

 

 

De estos viajes, tienes uno más que quisiera abarcar y es el de “Under These Restless Skies”.

Con Under These Restless Skies justo llegó la sensación de estar en blanco, acaba de terminar mi viaje espacial y fue este momento en el que tenía mil cosas en la cabeza, tenía mil ideas y quería hacer todo, pero me dije: “No, espérate.” Necesitaba tener algo claro, tenía que aterrizarme para hacerlo. Me tuve que decir: “No corras”, date tiempo, primero acaba de componer.

Este EP fue un llamado de atención para mí mismo, para poder enfocarme, tranquilizarme y dar el espacio necesario de sentar las bases de lo que iba a venir. 


 

 

Hace poco colaboraste con Ian Urbina [renombrado escritor del NY Times y The Atlantic] para un proyecto muy especial. ¿Cómo es que se dio? 

Fue muy gracioso, estaba cenando y me llegó un mail de Ian, pero el asunto decía: “No es SPAM. Por favor no vayas a creer que esto es SPAM”.

Lo abrí y justo hablaba del proyecto de “The Outlaw Ocean”, decía: “Hola, Arturo. Soy Ian Urbina, soy periodista del New York Times, este es mi perfil…” La verdad sonaba a SPAM, hay que decirlo.  “Me gustaría trabajar contigo, he escuchado a De Osos y me gusta mucho el proyecto.”

Al final se dio. Resultó que sí era él, tuvimos una llamada y me contó sobre este libro, que realmente abarca varios años de su carrera, en el que trata el caos y diversas faltas que suceden en altamar, de las que muchas veces no estamos informados y son situaciones muy pesadas que realmente… sorprenden.

Cuando leí el libro me afectó. Me hizo sentir que realmente estoy fuera de la realidad, que no sé nada del mundo, que estoy tan metido en mi vida y en mi cotidianidad que ignoro un montón de cosas durísimas. Y precisamente el océano es algo que muchos ignoramos, siempre lo asociamos con la playa, el sol, el ir por unas chelas, pero esto se rompe con todas estas historias que son muy muy fuertes.

Ian me platica en ese momento que tiene este proyecto y decide hacerle un soundtrack al libro, entonces me comentó que trabajaría con muchos artistas para complementar una parte diferente de éste, dejando que cada uno de los músicos invitados plasmara lo que se imaginaba. Compartió muchas cosas conmigo: el libro, videos, audio… y todo giró en torno a crear a partir de estas cosas. 

Algo muy interesante de esta experiencia fue que tuve que cambiar un poco mi estilo de componer porque quería hacer algo “más sucio”, “más descuidado”; no al aventón, pero… imagina el tener que vivir ese tipo de experiencias en un barco, escuchando las olas, todo sucio, todo deshecho; ni sé bien cómo expresarlo con palabras.

Al final quería transmitir esa imagen como algo mucho más ruidoso: con guitarras distorsionadas, samplers más agresivos, música con ese estilo y así es como surgió este EP.

 

Como mencionas, son varios artículos trabajados a través de varios años acompañados de música creada por cientos de artistas a nivel internacional. 

Fue sorprendente, la verdad no tenía ni idea de todo hasta que salió y el impacto fue enorme. Te enteras de que es un periodista que ganó un Pulitzer, que es alguien que ya vendió parte de los derechos de su proyecto a Netflix y a Leonardo DiCaprio y que dices: “Ay Güey”. Esto cambia un poco el cómo afrontas y abordas el proyecto.

Fue muy divertido, fue la primera vez que no sólo compuse para mí, o hasta que yo estuviera contento, sino que había otra persona escuchándolo, que además me daba de donde agarrar, que compartía su experiencia a partir de lo que había vivido, compartiendo entrevistas, dando material para poder alimentar la idea que yo tenía para crear la música. 



 

Con respecto a tu último sencillo, ¿cómo se han afectado los planes que tenías para tu nuevo material a partir del encierro por la pandemia? 

Teníamos una invitación para tocar en el Dunk!festival (Bélgica), pero el tema de la pandemia hizo que todo eso se frenara. Por lo mismo yo detuve estos lanzamientos, porque parte de esta música la íbamos a estrenar en el festival y entonces aproveché para tomar una pausa y reestructurar las canciones, hacer cambios y tener todo listo para que, dentro de un año o ya un poco menos, podamos tocar todo lo nuevo.

Por ahora estoy planeando lanzar unos cuantos sencillos para el resto del año, siguiendo con el que realicé apenas en agosto, para poder sacar el álbum a principios del 2021 o a finales de este. Dependiendo de cómo vaya cambiando la situación. Hay muchas cosas por ver. 

Me emociona muchísimo este nuevo material porque es bien “Post”, bien escandaloso. Pronto llegará y esperamos que guste. 

 

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