Tráfico de animales, un capítulo pendiente entre México, Estados Unidos y China
México es paso y origen del tráfico de animales.
Su condición geográfica y colindancia con Estados Unidos lo hacen el puerto de embarque del 70% de los cargamentos ilegales de animales de toda América Latina hacia ese país.
Sin embargo, también es el traficante número uno de China para la obtención de animales marítimos, especialmente del totoaba, un pez de casi dos metros que habita en el Golfo de California y que se encuentra en peligro de extinción.
El tráfico de animales es uno de los negocios ilegales más lucrativos a nivel mundial, después de las armas, las drogas y las personas. Sus ingresos se estiman en 5,000 y 23,000 millones de dólares anuales, de acuerdo con la organización Global Financial Integrity.
De los 13,325 cargamentos de vida silvestre que se decomisaron en las fronteras de Estados Unidos entre 2005 y 2015 provenientes de América Latina, 70% o 9,386 se intentaron cruzar por la frontera con México, asegura la organización “Defensores de la Vida Silvestre”.
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Los principales puertos por donde se intentaron cruzar fueron El Paso, Texas; Nogales, Arizona; Laredo, Texas; y San Diego, California.
54,886 animales vivos iban en 6% de los cargamentos de todos los decomisados, junto con ellos se encontraron 1.5 millones de libras de aletas, 1.3 millones de libras de carne, 163,149 especímenes de conchas de mar y 136,506 especies de animales muertos.
Si bien el documento de la organización no especifica todas las especies animales que fueron encontradas, sí señala que el 50% de estos cargamentos contenía al menos un animal o un producto de un animal dentro de la lista de especies protegidas contra la explotación excesiva de la Convención sobre el Comercio Internacional de Especies Amenazadas de Fauna y Flora Silvestres.
Esto significa que, de estas especies sólo una cierta cantidad pueden ser comerciadas y para ello deben de contar con un permiso tanto del país que exporta como del que importa. México es miembro y parte del comité permanente de esta convención.
De los 13,325 cargamentos que se decomisaron en las fronteras de Estados Unidos, 50% contenía al menos un animal o un producto de un animal dentro de la lista de especies protegidas.
La normatividad de Estados Unidos y los resultados mexicanos
En Estados Unidos el tráfico de animales y plantas silvestres es un crimen de igual gravedad que el tráfico de armas y drogas desde 2016, por considerarlo un delito relacionado con el lavado de dinero. El valor del tráfico ilegal de vida silvestre se valoró en 2,000 millones de dólares en 2014, de acuerdo con la organización Defensores de la vida silvestre.
La responsabilidad de México sobre el combate al tráfico ilegal de productos y animales es grande, pues al ser Estados Unidos uno de los países con mayor consumo de tráfico ilegal de vida silvestre y productos relacionados, México debe evitar la entrada de esta clase de comercio por sus fronteras, especialmente la del sureste.
La cantidad de decomisos únicos de la frontera sur por parte de la Procuraduría Federal de Protección al Medio Ambiente no es pública, sin embargo, los informes anuales dan cuenta de algunos casos.
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Entre 2014 y 2015, últimos dos informes publicados, se decomisaron y/o rescataron 1,127 especies de flora y fauna silvestre, entre ellos un oso, varios felinos grandes, reptiles, cráneos con cornamentas de venados de cola blanca, aves cantoras y varias especies de orquídeas en peligro de extinción. Los informes no son claros sobre si estas especies fueron decomisadas cuando se intentó introducirlas al país o México era el origen para el embarque al extranjero.
En México, la pena por traficar ilegalmente con animales o sus productos es de uno a nueve años de prisión y el equivalente de 300 a 3,000 días de multa -de 22,647 pesos a 226,470- de acuerdo con el artículo 420 del Código Penal Federal.
En México, la pena por traficar ilegalmente con animales o sus productos es de uno a nueve años de prisión.
China, principal socio comercial del tráfico ilegal mexicano de totoaba
Las ganancias del tráfico ilegal de totoaba superan las de la cocaína, aseguró el capitán de Navío de la Secretaría de Marina Armada de México (Semar) Carlos Guerra Ortega en octubre de 2015.
Un kilo de totoaba se vende hasta por 14,000 dólares en la región pero hasta en 60,000 en países asiáticos según la Semar, mientras que el costo de un kilo de cocaína es más de 2,000 dólares en Colombia, entre 2,800 y 10,000 en Centroamérica y entre 15,000 y 17,000 en México, de acuerdo con datos de 2015 de la Oficina de las Naciones Unidas contra la Droga y el Delito (UNODC).
El totoaba es un pez de casi dos metros que habita junto con la vaquita marina únicamente al norte del Golfo de California, cerca del Mar de Cortés, México y al igual que esta se encuentra en peligro de extinción.
En China las ganancias del tráfico ilegal de totoaba superan las de la cocaína.
El motivo, son las propiedades curativas que la medicina tradicional china le otorga a la vejiga natatoria del totoaba, órgano que permite la flotación del pez. De acuerdo con la medicina del país asiático la vejiga de totoaba es rica en proteínas, repone la bondad y es considerada un alimento terapéutico y afrodisiaco.
Pero su valor es tanto en el mercado negro chino que es comprada como una inversión, o presentada como regalo en bodas y cumpleaños asegura el informe “Oro Falso” de la organización Elephant League.
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Son los mismos pescadores de la región quienes se dedican a la captura de estos bien pagados peces, pero la organización Elephant League asegura que incluso los grupos de crimen organizado se han involucrado en la exportación de este producto por los altos ingresos que representa.
De 2015 a la fecha la Profepa ha asegurado 273 totoabas y 319 vejigas natatorias, no obstante, el reporte “Oro Falso” aseguró que tanto la demanda como la oferta en China continúa siendo estable y significante. De 18 establecimientos que visitó la organización el 60% admitió contar con el producto investigado.
MÁS INFORMACIÓN: Trends in wildlife fron Latin America denied entry to the United States, Defenders of wildlife.
