Synchron, la primera empresa que iniciará pruebas para colocar chips cerebrales en humanos

Con la aprobación de la FDA, la empresa comenzará un ensayo clínico en Nueva York.
29 Julio, 2021 Actualizado el 29 de Julio, a las 21:17
Thomas Oxley con el diminuto dispositivo Stentrode. (Foto: Synchron)
Thomas Oxley con el diminuto dispositivo Stentrode. (Foto: Synchron)
Arena Pública

Synchron, empresa biotecnológica con sede en California, ha revelado a través de un comunicado que el pasado miércoles recibió la aprobación de la Administración de Alimentos y Medicamentos de Estados Unidos (FDA) para realizar pruebas en humanos de Stentrode, una neuro-prótesis motora con el objetivo de ayudar a pacientes con parálisis severa.

La empresa realizará un ensayo clínico de nombre COMMAND, con la finalidad de obtener información sobre la seguridad y eficacia de su producto para que dentro de tres a cinco años pueda venderse en EU.

El primer estudio de viabilidad comenzará a finales de este año en el hospital Mount Sinai, Nueva York y se espera que cuente con al menos 6 pacientes para la realización del ensayo. De igual manera, Synchron se encuentra colaborando con la Universidad Carnegie Mellon y el Centro Médico de la Universidad de Pittsburgh.

“Hemos trabajado juntos para allanar el camino hacia la primera aprobación comercial de un BCI implantado permanentemente para el tratamiento de la parálisis”, mencionó el director ejecutivo de Synchron, Thomas Oxley.

De acuerdo con la empresa, el dispositivo se introduce en el cerebro a través de los vasos sanguíneos para alojarlo en la parte superior de la cabeza, donde recibe señales eléctricas generadas por el cerebro que son enviadas a un receptor colocado en el pecho para que puedan ser interpretadas por una terminal, con la finalidad de controlar diversos dispositivos electrónicos de manera inalámbrica.

Es un procedimiento poco invasivo con duración de dos horas y sin necesidad de asistencia robótica, el implante se encuentra completamente interconectado en el cerebro sin algún cable que salga por la cabeza o el cuerpo.

“El sistema está diseñado para facilitar una mejor comunicación e independencia funcional para los pacientes al permitir tareas diarias como enviar mensajes de texto, correo electrónico, comercio en línea y acceso a telemedicina”, agregó la compañía.

Actualmente la compañía ya cuenta con un ensayo clínico realizado en Australia; con un total de cuatro pacientes Synchron logró resultados favorables que se publicaron en el Journal of NeuroInterventional Surgery en octubre de 2020, y demostraron que cada paciente podía controlar sus dispositivos para enviar mensajes de texto, hacer compras en línea y administrar sus finanzas.

 

Tendencia de los implantes cerebrales

Desde que Elon Musk anunció en 2017 el desarrollo de un microchip cerebral que le permitiera a las personas poder controlar diversos dispositivos y ayudar a curar diversas enfermedades, el desarrollo biotecnológico ha crecido, con diversas empresas que planean desarrollar tecnología innovadora que permita mejorar al ser humano.

En lo que va del año, las nuevas empresas de interfaces cerebrales han recaudado en total 133 mdd, según la firma de investigación PitchBook, lo que supera lo recaudado el año pasado y afirma el crecimiento de las diversas empresas biotecnológicas como Neuralink de Elon Musk, Paradromics y Synchron. Aunque de acuerdo con esta última el mercado es aún más grande con capacidad de 20 mil mdd de ganancias netas.

Synchron se distingue principalmente de otras empresas debido al procedimiento de implantación, el cual es poco invasivo, a diferencia de Neuralink que realiza una cirugía para perforar la cavidad craneal e insertar el dispositivo, lo que puede causar complicaciones a largo plazo.

También Synchron se ha convertido en la primera empresa en probar su dispositivo en humanos, algo que Paradromics aún no ha realizado. Por su parte, Neuralink recientemente realizó pruebas en simios.

No obstante, diversos especialistas e investigaciones previas han explicado algunas consecuencias de la implantación de chips cerebrales como la disminución de diversas funciones cognitivas a costa de la estimulación cerebral o la afectación para realizar juicios morales sobre actos de violencia intencionada.

“Los escenarios abiertos por las interfaces cerebro-ordenador conducen a interesantes preguntas sobre lo que significa ser humano... ¿Seríamos humanos si pudiéramos hacer que otros se movieran o actuasen a partir de nuestro pensamiento? ¿Seríamos humanos si nuestras mentes nunca operasen independientemente de los demás? Estas neuro tecnologías podrían traer cambios sociales tectónicos”, mencionaron los especialistas en neuroética Mark A. Attiah y Martha J. Farah.

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