La IA apunta a crear contenidos exclusivos para las personas: Rubén Vásquez

Uno de los retos es legislar sobre derechos y obligaciones de los usuarios de las tecnologías digitales en el sentido del uso de la IA o de la creatividad computacional, dice Vásquez Romero.
15 Enero, 2023 Actualizado el 16 de Enero, a las 07:19
Rubén Vásquez Romero en 2021 (Foto: Twitter)
Rubén Vásquez Romero en 2021 (Foto: Twitter)
Arena Pública

"Todo el día estamos interactuando con robots" aunque no lo hagamos conscientemente, dice el experto y prevé que en este año "la Inteligencia Artificial (IA) creará contenidos exclusivos para nosotros".

Así responde Rubén Vásquez, un “adicto a las redes sociales” como se autodescribe, y un experto en comunicación digital e innovación tecnológica. En conversación a través de una videollamada, Vásquez Romero habla sobre los escenarios inmediatos para la IA, tecnologías que despuntaron en 2022 y que prometen nuevos pasos "hacia la creación de nuevas experiencias digitales”.

Maestro en Comunicación e Innovación Tecnológica por la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), Rubén Vásquez es profesor en la misma UNAM y en la Universidad Iberoamericana, además de dirigir Picnic Media MKT, una agencia de comunicación digital especializada en redes sociales.

¿En qué punto se encuentra la IA en el ámbito internacional?

Este último trimestre del año vimos muchas cosas sobre Inteligencia Artificial, particularmente sobre un desarrollo que conocemos como “creatividad computacional”. Este concepto se refiere a la forma en la que un robot, es decir, una serie de algoritmos, imita la creatividad humana. 

Este concepto ya tiene algunos años de estar dando vueltas. Al principio sonaba increíble la forma en la que este tipo de desarrollos podían crear algo. Actualmente podemos encontrarnos también por ejemplo con chatbots que están alimentados de una manera impresionante, entonces podemos tener conversaciones o encargarles tareas y lo hacen con una precisión enorme. Este tipo de cosas son las están causando revuelo.

Todo el día y todos los días estamos interactuando con robots, pero no lo estábamos haciendo conscientemente. Ahora, por supuesto que lo estamos haciendo de esta manera, y nos está encantando. Lo que viene este año (es que) seguiremos desarrollando más creatividad computacional. Ya pasamos de ciertos límites, ahora lo que sigue es que la IA creará contenidos exclusivos para nosotros, eso es lo que va a suceder. 

Muchos de los creadores suelen ver estos desarrollos como una amenaza, porque puede crear ilustraciones o imágenes originales mucho más rápido. Pero ¿cómo funcionan?, ¿cómo puede hacer una imagen con sólo el código que insertamos? 

Funciona a través de las llamadas “redes neuronales”, que se les llama así porque son redes que funcionan con cierta similitud a como funcionan las neuronas. Cuando una neurona se comunica con otra hace sinapsis, y esa sinapsis es la que provoca el pensamiento. En este caso, lo que hace es unir diferentes “bases de datos”. A partir de las abstracciones (palabras) que busca en internet, bases de datos, etcétera, comienza a juntar las instrucciones para ensayar este proceso. A esto se le llama “machine learning”. 

El “machine learning” es el proceso de aprendizaje de una máquina. Ella comienza a aprender cómo hacer y mejorar un proceso. Poco a poco esta máquina empieza a ensayar. Obviamente cuando liberan estas máquinas al uso del público es porque ya tienen mucho tiempo ensayando y han mejorado sus habilidades. Cuando un montón de personas empiezan a interactuar con la máquina, es evidente que tiene una mayor retroalimentación, mayores retos, y aprende mejor. 

Desde su perspectiva como comunicador, el hecho de que la máquina no reproduzca las imágenes con una interpretación ¿puede ser considerado como un tipo de “arte”?

Sé que hay muchas reacciones adversas, sobre todo de creadores, porque en realidad la máquina no está creando. Está imitando. No tiene la menor consciencia de lo que está haciendo porque, de hecho, no es una máquina consciente, solamente es una máquina que imita la forma en que los seres humanos somos creativos, pero eso no significa que las máquinas sepan lo que están haciendo. 

Por supuesto que para detonarlas siempre se necesitará la interacción con humanos, por lo menos hasta este momento. Sin embargo, entiendo en muchos sentidos lo que los creadores están pensando al respecto, porque una abstracción de este tipo, llegar a un cuadro, un concepto, un video o una pieza musical es complicado, y es un trabajo súper difícil. El proceso de la creatividad en el ser humano es complejo, y es lo que nos ha mantenido así: humanos. 

Sucede algo muy interesante, al menos en cuestión de música, cuando escuchas las estaciones de música creadas por robots, tiene todo, pero falta algo. Está ausente este espíritu, que te emociona. Puedes reconocer que está bien hecho, pero algo falta. 

La interacción con los seres humanos es lo que hace que las computadoras imiten la creatividad humana. Por supuesto que estoy consciente del temor, recelo, o incluso la frustración de algunos artistas; sin embargo, creo que lo que sucederá es que vamos a dar un paso hacia la creación de nuevas experiencias digitales.

Toy es un desarrollo de Microsoft que fue tildada de “racista” y “xenófobo” y que fué retirado del uso público por cuestiones de seguridad. ¿Existe algo que nos proteja de este tipo de desarrollos? o ¿cómo podemos respaldarnos si llegara a salirse de control?

Hay dos vertientes en el uso de estas aplicaciones. El primero no tiene que ver exclusivamente con el uso de la Inteligencia Artificial, sino para cualquier tipo de desarrollo tecnológico que utilice internet. Me refiero particularmente al uso de datos personales y a la privacidad de ellos. El “oro negro del siglo XXI” son los datos personales. 

Se trata de un material muy costoso, se vende muy bien, y las ventas no se hacen de manera ilegal. El cómo se usan, quienes los tienen, y cómo se comercian debería de encender para nosotros ciertos focos rojos, porque se están vendiendo por todos lados. Las aplicaciones no son gratis. La estamos pagando con nuestros datos. 

En segunda instancia, no hay hasta el momento leyes concretas que propongan los derechos y obligaciones de los usuarios de las tecnologías digitales en el sentido del uso de la IA o de la creatividad computacional. Apenas la estamos entendiendo. No hay leyes. Hay ciertas especificaciones cuando hablamos de comercio, por ejemplo, en Estados Unidos hay algunos estados donde ciertas empresas son obligadas a decirle a las personas que están hablando con un robot, por ejemplo. Pero son aisladas. En realidad no hay una ley.

No se puede legislar porque apenas estamos descubriendo el fenómeno y no sabemos hasta dónde llegará. Si nos ponemos a legislar acerca de algo que no conocemos plenamente, lo único que lograremos es poner barreras para el desarrollo de estas tecnologías; o bien, nos quedaremos cortos al momento de proponer derechos y obligaciones sobre el uso de estas tecnologías, por eso es tan complicado.

¿La Inteligencia Artificial es una herramienta o una amenaza?

Por supuesto que es una herramienta, sería un error considerarla una amenaza. Es un reflejo de quienes somos. En ese sentido, el uso de estas herramientas no es más que reflejarnos. 

¿Cómo define a la IA?

En tres palabras… “herramienta para crecer”.

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