¿Por qué es tan importante el Acuerdo con Europa?

México prevé firmar en febrero el Acuerdo Global Modernizado con la Unión Europea, que no solo es un tratado comercial, es mucho más que eso. El valor de este tratado no se mide solo en dólares, su verdadero diferencial está en la dimensión política.
21 Octubre, 2025
México-Unión Europea
México-Unión Europea
El Observador

México está por abrir una nueva frontera con la firma del Acuerdo Global Modernizado con la Unión Europea, prevista para febrero. No solo es un tratado comercial, es mucho más que eso, y en un mundo de bloques enfrentados, este pacto con Europa puede definir el rumbo del país.

Detrás de la tecnocracia comercial hay una estrategia de fondo. México depende en más del 80% de sus exportaciones de un solo mercado: Estados Unidos. Esa concentración convierte cualquier disputa política, renegociación o cierre fronterizo en una amenaza inmediata. Por eso, el acuerdo con Europa es más que una actualización: es un intento deliberado de mirar hacia el este y diversificar su destino económico.

El Acuerdo abarca capítulos de inversión, comercio digital, facilitación comercial, acceso agrícola, homologación regulatoria, eliminación de aranceles, inclusión de pymes y transparencia. En cifras concretas, 86% de los bienes agropecuarios mexicanos quedarán libres de aranceles de inmediato y otro 10% se desgravará en los próximos siete años. A cambio, México eliminará casi todos los aranceles a las importaciones europeas y reducirá barreras técnicas al comercio.

Europa representa el segundo bloque económico más grande del planeta, un mercado de 450 millones de consumidores con altos estándares de calidad y una política industrial avanzada. Para las empresas mexicanas, ingresar a esa cadena de valor implica cumplir regulaciones más exigentes, pero también acceder a tecnología, inversión y reconocimiento global.

El acuerdo también abre oportunidades en el sector agrícola. Productos como aguacate, berries, miel o tequila podrán acceder a la UE con menores barreras, y las pymes mexicanas podrán participar en licitaciones europeas, algo impensable hace una década. A cambio, México deberá modernizar su marco regulatorio y fortalecer su capacidad exportadora.

Pero el valor de este tratado no se mide solo en toneladas exportadas. Su verdadero diferencial está en la dimensión política. El documento incluye compromisos explícitos sobre democracia, derechos humanos, sostenibilidad y Estado de derecho. Es el primer acuerdo comercial de México que integra un capítulo de comercio y desarrollo sostenible con cláusulas vinculantes y mecanismos de supervisión donde participa la sociedad civil.

Para Europa, este tipo de acuerdos son instrumentos de “poder normativo”: Europa exporta reglas, no solo bienes. Y para México, aceptar ese marco implica asumir un estándar internacional que va más allá de la retórica diplomática. Significa abrirse al escrutinio global sobre temas que van desde la libertad sindical hasta la protección ambiental y la transparencia institucional.

En un mundo donde el comercio se usa como arma geopolítica -y donde China y Estados Unidos reconfiguran sus zonas de influencia-, no es casual que el acuerdo se reactive justo cuando la UE busca recomponer lazos con América Latina frente al avance chino y al proteccionismo estadounidense.

Hay riesgos. Se teme que el capítulo de inversión reproduzca viejos mecanismos de arbitraje con demasiado poder para las corporaciones. O si las cláusulas de derechos humanos carecen de herramientas efectivas para sancionar violaciones. Incluso, persiste la duda de si las pymes podrán competir con las europeas. 

Aun así, el Acuerdo Global Modernizado marca un punto de inflexión en la política exterior mexicana. Implementarlo exigirá fortalecer instituciones y cumplir los compromisos democráticos asumidos. Si algo bueno deja Trump, quizá sea esto: haber empujado a México a cruzar, por fin, su otra frontera: la europea.

Samuel García Samuel García Editor y economista. Fundador y director de Arena Pública. Fundó y dirigió El Semanario de Negocios y Economía. Fue director editorial de Negocios del Grupo Reforma y 'El Universal'. Director fundador de 'Infosel'. Fue profesor de la Maestría en Periodismo y Asuntos Públicos del CIDE y del Diplomado en Periodismo Económico de la Escuela de Periodismo Carlos Septién. Máster en Periodismo Digital. Columnista, comentarista y consultor para diversos medios en México.