Anuncia Microsoft alianza con sindicatos para asegurar que IA no afecte a trabajadores
Una de las mayores preocupaciones del futuro de la IA es que reemplace puestos laborales. Para aminorar estas inquietudes, Microsoft y la Federación Estadounidense del Trabajo y Congreso de Organizaciones Industriales (AFL-CIO), anunciaron una nueva asociación que busca asegurar que la IA beneficie a los trabajadores, de manera que ahora, Microsoft se cataloga como la primera gigante tecnológica en colaborar directamente con los trabajadores en la implementación de la IA.
La alianza destaca tres objetivos fundamentales: informar a líderes sindicales y trabajadores sobre las tendencias de la tecnología de IA, incorporar las perspectivas de los trabajadores en el desarrollo tecnológico y contribuir a la formulación de políticas que respalden las habilidades y necesidades tecnológicas de los trabajadores.
La presidenta de la AFL-CIO, Liz Shuler, expresó que esta asociación reconoce el papel crucial de los trabajadores en el desarrollo y regulación de la IA. A través del acuerdo, se busca ampliar el papel de los trabajadores en la creación de tecnología centrada en el trabajador, en la formación de la fuerza laboral y en la implementación de prácticas confiables de IA.
Según el comunicado, la asociación se basa en acuerdos previos, como el de neutralidad entre el Communications Workers of America Union y Microsoft, que cubre a los trabajadores de videojuegos en Activision y Zenimax. Este acuerdo incluye un marco de neutralidad que respalda el derecho de los empleados a formar sindicatos y negociar convenios colectivos, fortaleciendo las relaciones laborales positivas.
"Esta asociación refleja un reconocimiento del papel fundamental que desempeñan los trabajadores en el desarrollo, implementación y regulación de la IA y tecnologías relacionadas", dijo Liz Shuler.
Ambas organizaciones reconocen que la IA tiene el potencial de mejorar los trabajos si se utiliza para aumentar, no disminuir, la agencia y responsabilidades de los trabajadores. La asociación busca asegurar que los trabajadores tengan voz en el proceso y que se comprendan sus necesidades.
Esta colaboración surge en medio de un debate importante respecto al uso de la IA y los trabajadores. La idea de que sean reemplazados por sistemas cada vez más capaces, es atemorizante en el contexto laboral.
Según datos de la encuesta global de YouGov, empresa internacional de investigación de mercado y opinión pública, a un importante porcentaje de trabajadores a nivel internacional le preocupa que la IA reemplace su puesto de trabajo. La India lidera con un 76% de preocupación, seguida por España (67%) y Australia (63%). China muestra un 55% de preocupación, mientras que Estados Unidos y el Reino Unido tienen un 54% y 48%, respectivamente. Dinamarca, con un partido dirigido por IA, presenta un menor 34% de preocupación, posiblemente indicando mayor confianza en adaptarse a la IA en el mercado laboral.
Además, según un informe del Banco Interamericano de Desarrollo (BID) titulado “El futuro del trabajo en América Latina y el Caribe”, que analiza el impacto de la automatización en el empleo y los salarios; la adopción intensiva de tecnología beneficia a las naciones mejor preparadas para adaptarse a los avances. En América Latina y el Caribe, se estima que una considerable proporción de trabajadores se desempeña en ocupaciones con alto riesgo de automatización. Guatemala y El Salvador lideran con un 75% de la fuerza laboral que podría ser reemplazada por robots, indicando la posibilidad de que tres de cada cuatro empleos sean ocupados por máquinas en un futuro cercano. En contraste, en Estados Unidos, este porcentaje es inferior al 50%.
En este contexto, al menos Microsoft, misma empresa que mantiene una asociación significativa con OpenAI, creadora de ChatGPT, ha comprometido una inversión de más de 10 mil millones de dólares en esta startup. La creciente popularidad de la inteligencia artificial generativa, como la utilizada por ChatGPT para crear contenido nuevo con sonido humano, plantea la posibilidad de transformar la sociedad humana y hacer obsoletos numerosos empleos. Sin embargo, el panorama regulatorio también debería dar luz a este aspecto en medio de un creciente desarrollo tecnológico.
