Nearshoring, la oportunidad que se está materializando

México se ha convertido en una opción viable para aquellas empresas que tienen a Estados Unidos como consumidor final y que buscan diversificar sus cadenas de suministro.
5 Junio, 2023

En la actualidad, gran parte de los analistas se estan debatiendo sobre el posible impacto del nearshoring en la economía mexicana. Aunque las conversaciones están permeadas de cierto escepticismo, la evidencia (no sólo empírica) pone de manifiesto que esta oportunidad ya es una realidad en nuestro país. A pesar de los retos internos, el fenómeno del nearshoring está impulsado en gran parte por el contexto global.

De acuerdo con el autor Peter Zeihan, Estados Unidos ha mantenido y defendido el orden global que se produjo tras el final de la Segunda Guerra Mundial. Lo anterior, a su vez, ha pavimentado el camino para el sistema globalizado e integrado del que el mundo ha sido testigo por casi un siglo. Sin embargo, Estados Unidos está perdiendo su interés en mantener un sistema globalizado debido a la regionalización de la producción y los cambios geopolíticos, de acuerdo con Zeihan.

Zeihan argumenta que el fin de la globalización posicionará a los países y las regiones con ventajas comparativas (recursos naturales, mano de obra barata y tecnología) en una posición favorable en el mercado global. En este contexto, la desglobalización obligará a países o regiones a fabricar sus propios bienes, cultivar sus propios alimentos y generar su propia energía, al tiempo que se enfrentan a tasas de natalidad cada vez menores y una población más envejecida.

Aunque esta tesis tiene cierto tono fatalista, es innegable que el mundo está atravesando una reorganización económica que parece favorecer el proceso de regionalización y podría beneficiar a algunas naciones mientras perjudica a otras.

En mi opinión, América del Norte goza de una posición ventajosa para formar parte de las regiones ganadoras. México, Estados Unidos y Canadá han colaborado durante mucho tiempo como socios en una de las regiones más próspera del mundo. La economía del subcontinente representa más de una cuarta parte del PIB mundial, atrae 29% del flujo de inversión extranjera directa mundial y produce 18% de la capacidad global eléctrica. México, en específico, tiene una población joven, un sector manufacturero prominente y una posición sólida como plataforma de exportación.

Derivado de lo anterior, México se ha convertido en una opción viable para aquellas empresas que tienen a Estados Unidos como consumidor final y que buscan diversificar sus cadenas de suministro para ser más resilientes ante cualquier evento que ponga en jaque su producción (como la pandemia de COVID-19).

En contraste con lo que sucedía hace un par de años —cuando el nearshoring sólo se interpretaba como una posible consecuencia de la guerra comercial entre Estados Unidos y China— hoy ya existe evidencia estadística sólida del fenómeno, la cual puede observarse en los flujos de comercio y los diferentes anuncios de inversión. Aunque la inversión extranjera directa todavía no muestra un claro impacto —pese a las muchas expectativas de un efecto inmediato— otros datos que sí fungen como indicadores de capacidad productiva (como la inversión fija bruta) muestran un efecto sustancial del nearshoring en la economía mexicana.

De hecho, mientras que la inversión fija bruta total ya superó su nivel prepandemia, la inversión en maquinaria y equipo ha sorprendido con una trayectoria de expansión que no se había visto antes. Por su parte, la construcción no residencial (que incluye la construcción de parques y naves industriales) también ha registrado una tendencia positiva desde mediados de 2022, lo que pone en evidencia una de las primeras etapas del proceso de relocalización.

¿Cuánto tardará el fenómeno de nearshoring en volverse una realidad inminente para todos los escépticos? Es difícil saberlo. Lo que sí queda claro es que México no sólo está frente a una oportunidad, sino que la economía atraviesa una realidad de impacto positivo.

Miriam Acuña Miriam Acuña Miriam Acuña encabeza el área de Análisis Económico de Grupo Bursátil Mexicano, forma parte del Comité Técnico del indicador IMEF, es miembro del panel de expertos de México ¿cómo vamos? y embajadora de Mujeres en Finanzas. Es Licenciada en Economía por el Instituto Tecnológico Autónomo de México (ITAM), misma institución en la que cursó la Maestría en Administración con Especialidad en Finanzas.

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