El tamaño del Estado

Comparado con países de primer mundo, el Estado Mexicano es pequeño y llama a una reforma fiscal al gobierno que llegue en 2024.
30 Marzo, 2023

La evolución del gasto público ha sido creciente en la historia del mundo. La erupción del gasto público en Europa occidental se dio a partir de la crisis de 1929 y se profundizó después de la segunda guerra mundial por distintos motivos, entre los que destacaron la introducción en esos países de un sistema de seguridad social universal.

México también incrementó su gasto público a partir de la administración de Lázaro Cárdenas, pues al inicio del siglo XX representaba poco menos del 10% como proporción del PIB. Con la administración de López Portillo se llegó a ubicar en alrededor de 25%.

Ya más reciente, vale la pena recordar, México realizó un ajuste estructural a partir de 1990, iniciando una retracción de gasto público, dolorosa y controvertida (hay investigación reciente que sugiere que ésta es una de las razones por la que México no ha podido retomar una senda de crecimiento a tasas mayores a las registradas en 30 años).

Así, el gasto llegó a representar solamente el 17% del PIB para 1998, siendo el año con el menor tamaño de gobierno en la historia reciente de la nación (ver gráfica de abajo). Solo como base de comparación, los gobiernos de los países nórdicos alcanzan un tamaño cercano al 50% del PIB. Por su parte, EEUU que se considera un país con menor participación gubernamental, alcanza un 37% del PIB (sin considerar la pandemia que alcanzó 45%) en gasto público total.

En México, a partir de ese mínimo de 1998 se experimentó un incremento paulatino, llegando a representar el 26.6% del PIB en 2016. Es decir, el tamaño del gobierno entre 1998 y 2016 se expandió en 1.55 veces (i.e. 9.4 puntos porcentuales adicionales). Aún así, se considera un tamaño de gobierno pequeño si se compara con países avanzados.

Para 2017 los mercados ya “sugirieron” un menor endeudamiento neto, como se observa en la gráfica de arriba. Como consecuencia, hubo un ajuste en el gasto neto pagado en 2017. Durante la administración actual, el tamaño es de 25% del PIB, aunque debe anotarse que en el 2020 hubo un menor PIB, de manera que el aumento se debe más a ese fenómeno que al aumento en el gasto.

No obstante, el aumento del tamaño del gobierno se aprecia mejor observando el crecimiento del gasto programable, dado que éste no incluye el costo financiero de la deuda, ni otros rubros como participaciones a entidades federativas y municipales, así como ADEFAS, que no dependen de la decisión del gobierno federal.

La gráfica de abajo muestra el crecimiento en puntos porcentuales del PIB del gasto programable. Como ahí se observa, en el sexenio de Fox hubo un incremento de 3.8 puntos porcentuales, mientras que en el de Felipe Calderón, el 3.1 pp y, finalmente, con Peña 1.1 pp. Paradójicamente, durante los dos sexenios gobernados por el PAN (que propugnan un gobierno chico) el crecimiento del gobierno ascendió a 6.4 pp, de un total de 8.3 pp (esto es, el 80% del crecimiento del tamaño del estado, se da en sexenios azules). Recuerde que la deuda también aumentó durante dos sexenios principalmente, el de Calderón y el de Peña.

En otras palabras, el aumento en el tamaño del gobierno ocurre entre 1998 y 2016, y fue financiado con: a) ingresos petroleros, cuando éstos se incrementaron sobre todo entre 2007 y 2013; b) un fuerte incremento de deuda pública entre 2008 y 2016; y, un aumento parcial de ingresos tributarios (1.6 puntos porcentuales del PIB), sobre todo a raíz de la reforma del 2014.

En suma, la discusión sobre si el tamaño de nuestro gobierno es grande o pequeño depende en realidad de las obligaciones que tiene y que están contenidas en la Constitución Política. Es cierto, como se mencionó antes, comparado con países de primer mundo, el Estado Mexicano es pequeño.

Cálculos que he realizado en otras investigaciones sugieren que México debiera gastar cerca de 30 puntos porcentuales del PIB para cumplir mínimamente con las obligaciones de gasto. Estamos cortos. Esto llama a una reforma fiscal, quien quiera que llegue al gobierno en 2024 para cumplir con las obligaciones de gasto que nos sugiere nuestra legislación.

Fausto Hernández Trillo Fausto Hernández Trillo Investigador y académico del Centro de Investigación y Docencia Económicas (CIDE). Experto en finanzas públicas, macroeconomía y sistema financiero. Investigador Nacional Nivel III. Doctor en Economía por la Universidad Estatal de Ohio, EU, y profesor visitante en universidades de México y Estados Unidos. Autor de 3 libros y de decenas de artículos académicos. Conferencista y consultor de organismos internacionales y del gobierno mexicano y galardonado con el Premio de Economía Latinoamericana "Daniel Cosío Villegas".