Se destaca Banxico por su apertura y transparencia en decisiones.- Analistas
La pluralidad en el debate, la transparencia en las decisiones y la comunicación de la Junta de Gobierno son avances notables del Banco de México (Banxico) en los últimos años, dicen al unísono un grupo de expertos económicos consultados.
Si bien los estragos económicos de la pandemia, incluyendo una trayectoria inusitadamente alcista de la inflación, han significado retos inéditos para la política monetaria, la Junta de Gobierno del banco central mexicano ha respondido con una estrategia de mayor apertura y transparencia en sus decisiones para orientar a los mercados, como hacer pública la orientación del voto de cada uno de sus cinco miembros y dar a conocer sus pronósticos de inflación trimestral, convirtiéndose en el único banco central latinoamericano en hacerlo, entre las grandes economías de la región.
La estrategia, iniciada durante la gubernatura de Alejandro Díaz de León (2017-2021) y continuada en estos primeros tres meses con la gobernadora Victoria Rodríguez, no ha estado exenta de señalamientos y críticas por parte de algunos analistas; motivada, precisamente, por una mayor pluralidad de la Junta y transparencia en las decisiones, en una etapa de gran incertidumbre económica global. No es para menos, desde que inició la inusitada alza de precios ninguna de las decisiones sobre las tasa de referencia han sido unánimes.
“Creo que es parte de la evolución y maduración del Banco de México", dice Alexis Milo, un analista económico independiente y quien hasta hace poco fue economista en Jefe de HSBC México. "Un banco central que ha dado muestras de mantener su independencia y que además tiene una Junta plural en la que cada quien defiende sus puntos de vista y se responsabiliza de ellos. Hoy podemos saber cómo votó cada uno”, agrega Milo.
Y es que la pluralidad en las posturas monetarias durante el último año ha llegado a tomar por sorpresa en por lo menos dos ocasiones al mercado. La primera, durante junio de 2021, cuando elevó por primera vez su tasa en 25 puntos base (pb) contra todos los pronósticos; y, la segunda, en diciembre de 2021 cuando subió el ritmo a 50 pb.
Después de la primera sorpresa, el organismo autónomo decidió incluir por primera vez sus pronósticos trimestrales de inflación en cada decisión de política monetaria, pero también hizo público el sentido del voto de cada uno de los integrantes de la Junta de Gobierno, en un nuevo intento por generar “mayor confianza y credibilidad tanto en la Institución como en su compromiso con el mandato constitucional de procurar la estabilidad del poder adquisitivo de la moneda nacional”, dijo el banco central en un comunicado del 5 de agosto pasado.
Arena Pública le pidió a los analistas económicos entrevistados para este reporte, y que siguen con regularidad las decisiones de política monetaria del banco central mexicano, calificar la política de comunicación y transparencia del Banxico seguida en los últimos años. Le otorgaron una calificación aprobatoria de 8.9.
“El banco hace un esfuerzo para que las decisiones se tomen con toda la información disponible y sus minutas son muy claras. Dan todos los puntos de vista, incluyen el apéndice con todo el análisis previo a tomar la decisión, (incluso) ya dan los nombres de los votos”, destacó Marco Oviedo, un experimentado analista económico independiente.
Pese a que desde julio de 2020, ya iniciada la pandemia, el Fondo Monetario Internacional (FMI) lanzó una propuesta de código de transparencia para Bancos Centrales, que tenía entre sus objetivos “clarificar las prácticas del quehacer monetario y el análisis que lo soporta para lograr sus objetivos y prevenir la especulación excesiva”; ninguno de los grandes bancos centrales latinoamericanos ha adoptado la publicación de pronósticos de inflación y una política de transparencia en los votos de sus miembros; con excepción del banco central mexicano.
Pluralidad transparente, contraste evidente
Aunque considerado un avance, la transparencia lograda por el Banxico también ha dejado ver el otro lado de la moneda, pues ha hecho evidente las diferencias entre los distintos miembros de la Junta de Gobierno, incluida la disidencia y el debate, algo anteriormente poco visible; oculta detrás de las anónimas minutas que publicaba el banco central.
Destaca el caso de Gerardo Esquivel, el subgobernador que ha defendido la postura más dovish, es decir menos restrictiva de la Junta, y quién ha sido el más visible debido a su constante divergencia y a la defensa de su postura que ha argumentado a través de artículos de investigación publicados en el último año, y a la que añadido amplios comentarios a través de su cuenta personal en Twitter.
Pero también se hicieron evidentes las posturas más restrictivas expresadas en medios de comunicación por la subgobernadora Irene Espinosa y por Alejandro Díaz de León, quien fue gobernador del banco central hasta diciembre pasado. La postura del subgobernador Jonathan Heath fue endureciéndose en la medida en que crecía la inflación reportada y sus expectativas, hasta votar -por primera vez en esta fase de alta inflación- por un incremento de 75 pb a la tasa objetivo.
La heterogeneidad de la Junta ha generado críticas de quienes exigen “firmeza” ante la alta inflación y también críticas de quienes consideran que la política monetaria debe ser sometida a mayor discusión, debido a las inéditas condiciones económicas. No obstante, para la mayoría de los expertos entrevistados, lejos de ser un retroceso u obstáculo la actual pluralidad de la Junta es un avance.
“Siempre es bienvenida la pluralidad en cualquier discusión, especialmente cuando se están enfrentando retos nuevos o condiciones poco usuales, como las que detonó la pandemia en el ámbito de inflación y política monetaria”, dice Alejandro Saldaña, economista en Jefe del Grupo Financiero BX+.
Más allá de las posturas sobre la decisión monetaria, la diversidad de opiniones de la actual Junta de Gobierno también está influída por las diversas trayectorias y formación académica de sus miembros. En periodos anteriores, la mayoría de los integrantes eran economistas que provenían de la Secretaría de Hacienda (SHCP) o del propio Banxico.
Ahora, dos miembros son extesoreras de la Nación (Borja y Espinosa), un economista proveniente del sector privado (Heath), un economista puramente académico (Esquivel) y una exsubsecretaria de Egresos de la SHCP (Rodríguez). La actual Junta está conformada por dos egresados de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), una del Instituto Tecnológico de Estudios Superiores Monterrey (ITESM), una del Instituto Tecnológico Autónomo de México (ITAM) y uno de la Universidad Anáhuac.
“La idea de tener una Junta de Gobierno es que se tomen decisiones colegiadas, con opiniones diversas y se llegue a un consenso. Entre más diverso y más heterogéneo es un órgano colegiado, es más eficiente y eficaz", opina Marco Oviedo. No obstante, para Oviedo la Junta de Gobierno siempre ha sido plural, porque se ha integrado tanto por economistas del sector público como del sector privado, e incluso abogados.
También Oviedo destaca que por primera vez se cuenta con mayoría de mujeres, y a diferencia de otros gobernadores “con mucha mayor fuerza que podían influir en una decisión, como Guillermo Ortiz y Agustín Carstens,” hoy en día se ha logrado una mayor participación que da sentido al objetivo de “que haya un voto por miembro”.
Heath y Esquivel: dos subgobernadores twitteros
Aunque de manera extraoficial y bajo el sello de “estrictamente personal”, la presencia activa de Heath y Esquivel en Twitter, también es un ejercicio benéfico, consideraron los expertos consultados.
“Es interesante porque ha permitido tener de forma más frecuente y en un formato diferente sus consideraciones sobre distintos eventos coyunturales, o incluso para explicar sus posturas sobre la política monetaria de una forma más interactiva y abierta al debate”, destaca Saldaña.
Ambos subgobernadores ya eran opinadores activos en la red social antes de llegar al Banxico y, aunque son dos de cinco miembros, sus comentarios en Twitter son muy tomados en cuenta por analistas y reproducidos con frecuencia en medios de comunicación. “Sobre todo lo que va escribiendo Jonathan Heath sobre la inflación, que da más claridad de lo que está viendo la Junta de Gobierno”, dijo Gabriela Siller, directora de análisis económico de Banco Base, y una de las economistas más populares en la prensa mexicana.
Milo destaca la participación en redes sociales como un contraste importante respecto a periodos anteriores. Dice que antes no solo se tuvo “una Junta un poco más homogénea, plegada bajo el liderazgo del gobernador, también los subgobernadores tenían mucho menos visibilidad”.
Hay coincidencia entre los entrevistados en que, aún siendo un medio extraoficial, la presencia de los subgobernadores en redes ha abonado a la claridad del banco central, al romper con una de las limitaciones aún pendientes que identifican tanto Oviedo como Siller: el anonimato de las minutas.
“Uno siempre busca qué opina cada miembro y el que ellos (Heath y Esquivel) sean abiertos en redes sociales ayuda mucho a entender cómo están viendo los datos. Sería bueno que el resto hiciera un ejercicio similar, aunque siempre manteniendo la disciplina”, dijo Oviedo.
Pero incluso cuando la presencia en redes de los subgobernadores ha sido bien recibida, el resto de miembros de la Junta aún no ha mostrado interés en adoptar la tendencia de sus dos colegas. La subgobernadora Borja no tiene cuenta en ninguna red social pública; Espinosa tiene cuenta de Twitter, pero no es activa; mientras que la gobernadora Rodríguez, la más joven de la Junta de Gobierno, ha declarado que prefiere utilizar los “canales institucionales”.
