La cultura de la magia en la Ciudad de México

Las prácticas mágicas, que uno asociaría con comunidades y épocas muy alejadas de nosotros, siguen vigentes en nuestros días y se llevan a cabo en todos lados, incluyendo la Ciudad de México.
4 Enero, 2019 Actualizado el 7 de Enero, a las 14:09
En el Mercado de Sonora, en el centro de la Ciudad de México, se encuentran todo tipo de artículos para prácticas mágicas.
En el Mercado de Sonora, en el centro de la Ciudad de México, se encuentran todo tipo de artículos para prácticas mágicas.
Arena Pública

Cuando se habla de la Edad Media, la mayoría de la gente lo relaciona con ignorancia y oscurantismo, la memoria se ve invadida por referencias a las cacerías de brujas y el fanatismo religioso.

Pero así como en ese periodo de la historia también hubieron grandes avances culturales y tecnológicos, en nuestros días conservamos mucho el pensamiento mítico-mágico que caracterizó aquella época y a las anteriores.

Un grimorio es un libro que contiene el dogma y el ritual de diversas prácticas mágicas; es decir, la explicación sobre el funcionamiento del mundo espiritual y las fórmulas para llevar a cabo un ritual mágico. Igualmente, pueden contener listas de ángeles o demonios, correspondencias astrológicas, etcétera.

Quizá un buen número de personas hoy por hoy consideren esto como un completo absurdo o, en el mejor de los casos, como un mero entretenimiento. No obstante, de la misma forma hay muchos que se toman muy en serio estos temas.

No hace falta más que abrir Facebook, por ejemplo, y echar un ojo en el número de grupos de satanismo, hechicería y brujería. Son muchos. En ellos se crean verdaderas comunidades virtuales en los que se intercambian fórmulas y rituales para la abundancia, el amor y la destrucción de los enemigos. Los administradores de estas páginas, se dedican a recopilar muchos de estos conjuros y rituales para colgarlos en la misma red, en formato PDF. En las redes sociales, podemos encontrar los grimorios modernos.

Pero este interés por la manipulación de las leyes físicas no se queda solamente en el internet.

Seguramente todos han escuchado alguna vez historias sobre los aquelarres: reuniones de brujas en los que bailan desnudas alrededor de una hoguera e invocan al macho cabrío. Aunque este estereotipo del sabbat puede ser impreciso, se ha vuelto una imagen de la cultura popular.

En pleno siglo XXI agrupaciones de fanáticos religiosos se reunen en bosques o montañas para rendirle culto al diablo. Y esto no pasa exclusivamente en Europa, ni siquiera en pueblos poco comunicados en nuestro país. La Ciudad de México cuenta con un extenso abanico de anécdotas dentro del círculo ocultista.

 

 

Probablemente el lugar más reconocido donde se encuentra cualquier cosa relacionada con alta y baja magia, es el Mercado de Sonora. Desde ouijas "curadas" con sangre humana, hasta animales para sacrificios; el mercado del centro de la ciudad es mundialmente reconocido. Su amplia gama de productos esotéricos, aparte de los artículos decorativos, lo vuelven una visita obligada para cualquier turista que acuda a la capital mexicana, aunque se recomienda hacerlo acompañado de un lugareño, porque es un lugar tan interesante como peligroso.

Un testigo intangible, por otro lado, de innumerables sabbat y otros hechizos de magia negra es el Parque Nacional de los Dinamos, al Suroeste de la CDMX. El bosque es aparentemente un sitio donde familias y amigos acuden para disfrutar de un día de campo; hacer una carne asada, andar en bicicleta y disfrutar de la naturaleza, sin embargo, guarda un oscuro secreto.

Al caer la tarde, los visitantes se retiran, en gran medida por temor a sufrir un asalto. Entonces, llega el momento de los brujos.

Comúnmente se pueden encontrar trenzas de cabello clavadas en los árboles, muñecas de vudú flotando en el río y atados de flores. Si las actividades se limitaran a esto, el asunto no tendría gran relevancia, pero también han habido reportes de diversos ritos satánicos, de los que destacan los rumores sobre sacrificios animales y humanos. Así se ha construido una auténtica leyenda urbana en torno a Los Dinamos.

 

 

Sin duda, la magia es un elemento que vuelve rica e interesante la cultura de cualquier civilización. No sólo ofrece material para crear literatura, para entretener a los campistas alrededor de una fogata, sino que también da luz acerca de la necesidad del humano de explicar los fenómenos que no entiende, de darle un sentido a la vida y a la misma existencia.

No hace falta remitirse a épocas como la Edad Media o el México Prehispánico. Seguramente dentro de tu misma comunidad encontrarás ejemplos actuales de prácticas ocultas.

Magia, superstición, hechicería. Un tema tabú que en plena era de la información mantiene la vigencia y que, seguramente, seguirá presente en el interés de las masas por muchos años más.

 

MÁS INFORMACIÓN: Página Oficial Mercado Sonora DF.

 

Archivado en