Francisco Madrid

El ahora director de la Escuela de Turismo de la Universidad Anáhuac, fue por muchos años funcionario de alto nivel en la Secretaría de Turismo, SECTUR. Como subsecretario de Planeación y luego de Operación  de SECTUR, lanzó programas como el de ‘Pueblos Mágicos’ que implementó el gobierno de Vicente Fox y luego dio continuidad el presidente Felipe Calderón.

Entrevistado en su oficina de la Universidad Anáhuac en la zona de Interlomas en el Estado de México, Madrid lamenta que se haya desvirtuado el plan original de Pueblos Mágicos -”es una desgracia” dice, refiriéndose a lo que ocurrió en los últimos meses del gobierno anterior-  y cree que el reto es acelerar al sector turístico que ha crecido solo un tercio del crecimiento promedio mundial.

Recientemente el presidente Enrique Peña, presentó la Política Nacional Turística por medio de cuatro directrices ¿Qué opina sobre éste plan?

Este resumen estratégico de la Política Turística para la presente administración tiene total congruencia, es muy razonable. Lo que más me agrada es lo que no está en las cuatro directrices que mencionó el Presidente en su discurso. Al final dice que el buen desarrollo del turismo mexicano debe tener como precondición a la seguridad.

Esto es muy sencillo de decir en un discurso, pero se negó sistemáticamente en los últimos seis años. Se decía que no había una afectación por los temas de seguridad, violencia y las imágenes asociadas a ello. Es cierto que hubo otros factores en los últimos años que afectaron a México: como la crisis económica mundial, la epidemia de influenza; pero sin duda el crecimiento turístico en nuestro país está anclado a una modificación en la percepción de los mercados sobre lo que pasa en México.

Las cuatro directrices tienen lógica: Reestructurar el sector público turístico, fortalecer la competitividad, consolidar incluso antes de pensar en abrir nuevos desarrollos, e insistir en la promoción. Hay pocas cosas novedosas, acaso una mención sobre la necesidad de innovación, que me parece debe ser bienvenida; una mención sobre los sistemas de certificación de calidad, que creo habrá que ver.

Diría que es congruente y habría que esperar en las próximas semanas y meses a los detalles específicos. Es allí donde está la duda. El sector está de acuerdo con esos “qué”, pero ahora nos preguntamos en los “cómo”: ¿cómo vamos a hacer para fortalecer la competitividad?, ¿cómo vamos a hacer para desarrollar esa infraestructura?

¿Qué necesita la industria del turismo  en el país para poder potenciar su crecimiento?

Yo creo que en un principio es reconocer que los años recientes han sido muy difíciles para el turismo, para el turismo nacional y para el turismo mexicano. El turismo del mundo, a pesar de los eventos en 2008 y 2009 que supuso el peor golpe económico para los últimos 80 y 90 años y a pesar de que en 2009 hubo una caída al 4% en el turismo internacional, ha dado muestras de tener una gran resistencia y una gran fortaleza estructural y se ha recuperado de este impacto.

Por ejemplo, el año pasado el mercado turístico creció más o menos 4%, éste año se espera un crecimiento entre el 3%  y el 4%.El crecimiento de aquí al 2030 se estima en un 3.3. 3.4% medio anual, un poco más rápido en los primeros rondando en 3.7% y 3.8% y un poco más lento del 2020 en adelante.  México no está creciendo a esos ritmos, está creciendo muy por debajo de ese nivel, y me parece que ese es el gran tema.

En particular, en la administración pasada, de 2010 a 2012, el crecimiento fue de 1%, realmente muy pequeño y entonces tenemos que plantearnos, qué es lo que está pasando…

Creo que hoy se observa una plena recuperación en los destinos del Caribe mexicano, particularmente en Cancún y Riviera Maya, viven un gran momento, hay síntomas de que la inversión se ha reactivado, pero no sucede así en todo el país. Los destinos del Pacífico están pasando un mal momento: Acapulco, Mazatlán, Los Cabos, Ixtapa, Huatulco, Manzanillo, no están pasando por el mejor momento. Hay un problema de competitividad real  que hay que revisar.

Todos coincidimos en que el turismo es una oportunidad grande para el país. Que tiene una serie de bondades que justifican que se estructure y se construya esa política pública pero no solo en el discurso, sino que se aterrice.

El dato que dio a conocer INEGI esta semana sobre el crecimiento del PIB turístico al tercer trimestre del año pasado es muy bueno y está asociado a un desempeño del turismo nacional que representa un poco más del 80% del consumo turístico. Ése es el verdadero motor de la economía y va a seguir creciendo; pero también hay que reconocer que es una parte relativamente pequeña de la población la que tiene capacidad para viajar.

México debería modificar su visión y en vez de preocuparse por estar en el top ten, debería preocuparse por aumentar significativamente el gasto promedio de los pasajeros.  En 2011, México estaba en el lugar 23 en cuanto a recepción de ingresos, en 2012 estábamos en el 7° u 8°, ese realmente es el tema. Destinos como España, a pesar de tener estadías relativamente cortas en los centros urbanos y largas en las playas, tiene un gasto medio de unos mil dólares; Estados Unidos alrededor de 2,000 dólares de gasto; y México tiene 750 dólares; es decir, la tercera parte de lo que tiene nuestro más cercano competidor. Y aún estamos lejos de lo que percibe un destino como Australia, que recibe más de 5 mil dólares de gasto medio por cada turista.

¿Qué áreas del turismo necesitan mayor atención?

Depende que queremos del turismo… si queremos divisas, los destinos de playa , particularmente los del pacífico; si queremos desarrollo regional, el sur del país, que es donde se concentra la pobreza; si queremos crear alternativas para poblaciones con pocas limitadas opciones  económicas, tal vez, destinos del interior, distribuidos por todas partes.

México tiene probablemente esta paradójica situación de tener tantas cosas que a veces cuesta trabajo centrar su atención en lo que es realmente la estrategia turística, a mí me parece que ahí está el reto; El mercado internacional tiene mucho para donde crecer, es algo que se tiene que atender, mercado nacional, lo tiene que hacer también, por eso yo hablo de una nueva gobernancia en donde sea desde abajo  los destinos locales, los que traten de configurar, más que desde une escritorio o una oficina del gobierno federal se decida, los lugares de destino turístico.

¿Cuáles son las regiones y sectores con las mejores expectativas de crecimiento turístico?

Yo diría que para el mercado internacional, como mencionábamos, la zona del Caribe, particularmente la Riviera de Cancún, tal vez no, Cozumel, de lejos son los que se ven con más movimiento.

En términos de inversión hotelera propiamente, las ciudades y los destinos intermedios, son donde se ve mucho más inversión. Creo que en algunas poblaciones pequeñas, en donde no esperaríamos tener hoteles de cinco estrellas, también tienen una posibilidad muy interesante de consolidación y crecimiento; Los Pueblos Mágicos, particularmente constituidos en la primera etapa  digamos, en los primeros 7 u 8 años, son lugares que han ido consolidándose y han tenido un beneficio importante del turismo, ha cambiado las condiciones de vida de las personas de la población.

Creo que, por otro lado, quienes tienen los retos mayores son: las playas en general, pero particularmente las del Pacífico.

¿Qué se está trabajando respecto a los Pueblos Mágicos actualmente?

Nosotros consideramos que lo que se hizo al final de la administración pasada es una desgracia, es una falta de reconocimiento de la seriedad con lo que se había manejado ese programa.

El programa de Pueblos Mágicos, nació en 2001. Inicialmente se construyeron los lineamientos, y hacia 2003 y 2004, dada la buena recepción y  el potencial que había para incorporar poblaciones, se definieron una serie de criterios y se tuvo un crecimiento más o menos ordenado. Hacia 2008 había 35 poblaciones certificadas y en ese momento imaginábamos que no iba a haber muchas más. Que era algo “selecto”.  Pero en los últimos dos meses de la administración anterior, se dieron más de 30 reconocimientos; y el último día de la administración pasada, fueron declarados 11 Pueblos Mágicos.

(Derechos reservados, Arena Pública, 2013)