De tensiones, fideicomisos y contratos en Banorte

<p>Como parte de su obligaci&oacute;n de revelar informaci&oacute;n a sus inversionistas del mercado de valores, el Grupo Financiero Banorte tuvo que reconocer la existencia de &ldquo;diversos procedimientos legales de car&aacute;cter familiar y sucesorio&rdquo;, vinculados con el ejercicio de la propiedad de acciones del corporativo que se encuentran comprometidas en fideicomisos.</p>
3 Agosto, 2013 Actualizado el 3 de Agosto, a las 21:07
Arena Pública

La resolución de estos juicios está pendiente y, por supuesto, involucra la impugnación al proceso de sucesión marcado por Roberto González Barrera. Banorte asegura, sin embargo, que la resolución de esos juicios familiares no debería afectar las estructuras de su gobierno corporativo.

No obstante, en Banorte se firmó un contrato de no disposición de títulos -conocido como lock-up– para garantizar que ni Guillermo Ortiz o sus consejeros, así como los principales directores del grupo, dispongan de sus acciones ordinarias durante 90 días, a partir de que inicie la oferta de títulos del grupo.

Lo interesante es que Graciela González Moreno y Juan Antonio González Moreno no firmaron ese contrato, a pesar de que sus acciones ordinarias no forman parte del juicio testamentario, lo que refleja el tenso ambiente corporativo que se respira en el banco. El contrato de no disposición tiene sentido porque evitaría que una venta significativa de acciones impactara el valor de los títulos en el mercado de valores, afectando a los inversionistas minoritarios.