AMLO podría perder votos si México le gana a Suecia en su tercer partido del mundial

Las emociones afectan a los votantes, y un partido decisivo como el de México contra Suecia cuatro días antes de la elecciones podría cambiar algunos votos.
5 Junio, 2018 Actualizado el 5 de Junio, a las 16:44
Si en el partido México contra Suecia ganan los mexicanos el PRI no le parecerá tan mal partido político a más de un elector. Foto: Twitter de la Selección Mexicana de Futbol.
Si en el partido México contra Suecia ganan los mexicanos el PRI no le parecerá tan mal partido político a más de un elector. Foto: Twitter de la Selección Mexicana de Futbol.
Arena Pública

El resultado que obtenga la selección mexicana en su tercer partido del mundial contra Suecia, cuatro días antes de la elección, podría sumarle o restarle algunos votos a Andrés Manuel López Obrador.

Las emociones afectan a los votantes, es un hecho científicamente comprobado, y los partidos de futbol, especialmente los del mundial despiertan muchas entre los aficionados, solo basta recordad el “No era penal” de Brasil 2014.

En relación, la Universidad de Stanford revisó todos los resultados en los condados para votaciones de senadores, gobernadores y presidentes durante 44 años en Estados Unidos y encontró que si los equipos colegiales locales ganaban durante la semana previa a la elección las personas tendían a votar más por el partido en el poder.

La razón es que los votantes recompensaban a los partidos políticos por el éxito del equipo de futbol y los castigaban, votando por el contrincante, si fracasaba el equipo.

Siguiendo esta lógica si en el partido México contra Suecia ganan los mexicanos, la administración actual del PRI se podría beneficiar ligeramente con el mejor humor de los votantes, en cambio, si pierde es probable que emitan un voto de castigo, pues la derrota se acumulará a una lista de problemas observados por la sociedad como la corrupción y la inseguridad del país.

 

El partido México contra Suecia se jugará cuatro días antes de la elección presidencial.

El partido México contra Suecia se jugará cuatro días antes de la elección presidencial. 

 

En caso de que ocurra la segunda opción, AMLO tiene mayor probabilidad de sumar votos pues durante 12 años se ha vendido como el candidato que quitará a la “mafia del poder”.

Ya en una entrevista con Arena Pública el expresidente del IFE, Luis Carlos Ugalde, señalaba que “a la gente no le interesan las propuestas, […] quieren saber quién va a ser el vengador de los corruptos”.

Ricardo Anaya también podría sumar puntos en este escenario de derrota del tricolor al representar a un partido político contrario al que está en el poder, sin embargo, las últimas encuestas le otorgan una preferencia de voto que empieza a desvanecerse.

A la observación de los resultados electorales se sumó un experimento en el que se encuestó la aprobación del entonces presidente Barack Obama durante un torneo de baloncesto en 2009 donde cada juego era decisivo debido a su mecanismo de eliminación simple.

Los encuestados fueron divididos en dos grupos, a uno se le mostraba estadísticas de su equipo, así como las victorias que se le auguraban en el mercado de apuestas, al otro grupo no se le dijo nada.

Los resultados arrojaron que los aficionados cuyo equipo resultó ganador otorgó calificaciones más altas al desempeño de Obama, sin embargo, esto solo ocurría si no conocían los datos de sus equipos, de hacerlo, el que su equipo ganara o perdiera su nivel de aprobación se mantenía en el promedio.

De acuerdo con Opta, empresa de estadísticas deportivas, México tiene una probabilidad del 43.7% de pasar la fase de grupos en el mundial; Suecia, equipo al que se enfrentará en su tercer partido, tiene números muy similares con un 43.9%.

Si se tiene en cuenta que tanto México como Suecia podrían perder frente a Alemania y ganar contra Corea, el partido que disputen el 27 de abril será crucial para ambos países, marcando el estado de ánimo de más de un elector mexicano según el resultado.

 

MÁS INFORMACIÓN: Los eventos irrelevantes afectan las evaluaciones de los votantes sobre el desempeño del gobierno, Universidad de Stanford, 2010. 

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