En una década 60% del maíz se utilizará para alimentar al ganado

La demanda de maíz para forraje crecerá en 121 millones de toneladas de 2017 a 2026.
26 Diciembre, 2017 Actualizado el 26 de Diciembre, a las 20:35
La producción de forrajes demandará el 60% del maíz en 2026, hasta 2016 era el 56%.
La producción de forrajes demandará el 60% del maíz en 2026, hasta 2016 era el 56%.
Arena Pública

La demanda de maíz para alimentar al ganado no tiene llene.

En 2026 seis de cada 10 toneladas que se produzcan a nivel mundial se utilizarán para elaborar forrajes.

Es decir, el esfuerzo de producirlo: gasto de agua, esfuerzo humano, tierra, no redituará en un beneficio directo para los ciudadanos, en el mejor de los casos en uno indirecto puesto que servirá para alimentar a uno de los productos principales en su dieta, las vacas, cerdos y pollos.

De 2017 a 2026 la producción de maíz crecerá 14% o 138 millones de toneladas extras, Estados Unidos, Brasil y China aportarán casi la mitad de ese incremento con 65 millones de toneladas.

En específico la demanda de maíz para producir forrajes se incrementará en 121 millones de toneladas en el mismo periodo de tiempo.

Lo que significa que los forrajes pasarán de demandar 56% de la producción mundial de maíz en 2016 a 60% en 2026, ya que el maíz es el principal cereal a partir del cual se elaboran, de acuerdo con las Perspectivas Agrícolas 2017-2026 de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE).

Mientras que el uso de maíz para consumo humano crecerá 20% en la próxima década o 24 millones de toneladas, principalmente por la demanda en los países en desarrollo y el continente africano.

La demanda de forrajes a nivel global aumentará 18% entre 2016 y 2026 principalmente por el crecimiento del sector ganadero en los países en desarrollo y el consumo de carne y forrajes en China.

Pasará de mil 500 millones de toneladas entre 2006-2016 a mil 800 millones de toneladas entre 2017-2026.

 

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Para 2026 la expansión del sector ganadero en China habrá sido responsable de 21% de ese crecimiento en la demanda de forrajes.

Si bien se trata de una participación considerable, representa una desaceleración respecto de la década pasada, cuando fue responsable de 70% de ese incremento.

La fuerte demanda de forrajes en China tiene una estrecha relación con el consumo de carne. De 2006 a 2016 el consumo de carne de cerdo, por ejemplo, registró un crecimiento paulatino hasta alcanzar los 40 kilogramos per capita, un tercio por arriba del promedio de los países que integran la OCDE.

En cambio durante la próxima década, el crecimiento del consumo de este tipo de carne en China será tan solo de un tercio de lo observado de 2006 a 2016.

La demanda de forrajes aumentará 18% entre 2016 y 2026 a nivel globla, principalmente por el crecimiento del sector ganadero en los países en desarrollo y el consumo de carne y forrajes en China.

 

Que la producción de maíz se destine principalmente a alimentar a los animales de granja cuestiona el costo-beneficio que tiene para los ciudadanos el consumo de carne.

“La producción pecuaria es una de las causas principales de los problemas ambientales más apremiantes del mundo, como el calentamiento del planeta, la degradación de las tierras, la contaminación atmosférica y del agua, y la pérdida de biodiversidad”, señala la Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación (FAO, por sus siglas en inglés).

El ganado es responsable de 18% de las emisiones de gases que producen el efecto invernadero, un porcentaje mayor al del transporte, asegura la organización.

Sin contar su consumo de agua, las vacas adultas secas, es decir, que no están preñadas, por ejemplo, consumen 57 litros al día por cabeza, mientras que las vacas adultas productoras de leche entre 90 y 130 litros, en contraste, las gallinas de 4 kilos demandan 10 litros diarios.

En una década nuestro consumo de carne no solo provocará que tengamos que producir más toneladas de máiz para el ganado que para los humanos, sino que tendrá implicaciones en el agua y la contaminación del medio ambiente.

 

MÁS INFORMACIÓN: Perspectivas Agrícolas 2017-2026, OCDE, octubre 2017.

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