Para todo paraíso fiscal hay un infierno del cual se desea salir
Si hay un paraíso, seguramente también hay un infierno.
No es casualidad que empresarios, políticos y artistas sacaran parte de sus fortunas de sus países de origen para trasladarlos a los llamados “paraísos fiscales”.
Cuando se está en un país que te cobra en impuestos el 52% de tus beneficios comerciales durante tu segundo año de actividad y otro donde solo te cobran el 20%, la complicación no es elegir entre uno y otro sino tener los recursos para poder mover tu dinero.
Esta es la situación en la que se encontraron algunos empresarios mexicanos, como Ricardo Salinas Pliego, quien tomó su fortuna y la trasladó a los paraísos fiscales de Luxemburgo y Malta.
De acuerdo con el ranking Doing Business 2018 del Banco Mundial, mientras que en México se cobra el 52% como tasa de impuestos y contribuciones totales respecto de tu ganancia en el segundo año de su empresa, en Malta te cobran el 43.9% y en Luxemburgo el 20.5%.
Ricardo Salinas Pliego es uno de los empresarios que no puedieron resistirse a la idea de pagar menos impuestos.
Asimismo, México se encuentra en la posición 115 de 190 en cuanto a la facilidad y cantidad de impuestos que se deben pagar anualmente, Malta se ubica en el 71 y Luxemburgo en la posición 21, comparación que hace a México quedar como un infierno fiscal.
Otro caso de México fue el de Pedro Aspe Armella, quien fuera el secretario de Hacienda en el sexenio de Carlos Salinas de Gortari, y quien creó la empresa Protego Asesores, misma que en 2016 se fusionaría con Evercore México Capital Partners para establecer la sociedad Glisco Partners Inc. en la isla de Barbados.
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Dicha isla del Caribe cobra una tasa fiscal del 35.3% de las ganancias en el segundo año de la empresa y ocupa el lugar 89 en el ranking de facilidad de pago de impuestos del Doing Business.
A nivel internacional se mencionan los casos de los cantantes Shakira y Bono, así como del corredor de Fórmula 1, Fernando Alonso, todo ellos también escogieron el archipiélago mediterráneo de Malta para registrar sus empresas offshore, sin embargo, España e Irlanda se ven más como paraísos fiscales, de acuerdo al ranking de Banco Mundial.
La diferencia de intereses entre los países es el nuevo atractivo para políticos y empresarios.
España cobra 46.9% de intereses a las empresas que llevan a cabo actividades comerciales y está en el puesto 34 en el ranking de impuestos, 37 puestos más arriba que Malta y tres puntos de impuestos más elevados.
De igual manera, Irlanda, país de origen del cantante de U2, está dentro de los países que menos impuestos cobra, 26% y Banco Mundial lo ubicó en la cuarta posición por su facilidad de pago y baja carga fiscal. Incluso Facebook tiene su registro fiscal en este país, también por motivo de impuestos.
Colombia, en todo caso, es un infierno peor de lo que se puede calificar a México, pues está en la posición 142 de 190 y cobra el 69.7%.
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Sin embargo, Malta tiene reglas especiales para las empresas que no tienen actividad económica real en su territorio, como es el caso de las empresas reveladas por la investigación de los Paradise Papers.
Si una sociedad consigue 10 millones de euros en beneficios y debe pagar 3.5 millones por el impuesto de sociedades de 35%, el más alto de la Unión Europea, los recovecos fiscales del archipiélago permiten que esta proporción reduzca al 5% y solo pagar medio millón a la Hacienda maltesa, explica periódico español El Confidencial, parte de los investigadores que dieron a conocer los “Paradise Papers”.
De acuerdo con el ranking de Banco Mundial los países donde el pago de impuestos es de lo más sencillo y bajo del mundo y por lo tanto son paraísos fiscales son Emiratos Árabes Unidos, Qatar, Hong Kong, Irlanda y Bahrein, en todos ellos se paga menos del 27% de las ganancias del segundo año en impuestos y no te tardas más de tres días en hacer el trabajo fiscal de un año.
En contraste Venezuela, Chad, República Centroafricana, Bolivia y República del Congo son los infiernos fiscales más duros de todos aquellos estudiados. La carga fiscal rebasa el 50% puede llevarle a los contadores hasta mes y medio hacer el trabajo fiscal necesario de un año.
MÁS INFORMACIÓN: Doing Business 2018, Banco Mundial.
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